Interpretando las flemas y la mucosidad nasal | Albert Mesa Rey

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Es tiempo de resfriados y gripazos. Hoy quisiera traer otro tema de divulgación sanitaria que esta vez podríamos decir que es un tanto escatológico pero no por ello menos importante. El tema de hoy van a ser los “mocos”. ¿Los mocos te preguntarás amable lector? Pues sí, los mocos dan muchas pistas de enfermedades comunes y saber interpretarlos puede ser importante.

Los Mocos: ¿Qué son?

Los mocos son secreciones naturales, producto de la excreción de nuestro cuerpo, que se producen de forma natural, pero que aumentan en determinadas circunstancias, la mayoría de las veces por causas benignas y transitorias.

Las secreciones nasales o “mocos” o es una sustancia protectora presente en diversas áreas de nuestro organismo. El tracto respiratorio produce más de un litro de moco todos los días. En condiciones normales el moco fluye por los conductos nasales movido hacia la garganta para ser tragado y digerido en el estómago.

El moco es un fluido acuoso que contiene diversas sustancias, en su mayoría está compuesto de agua. De hecho, un 96% de su composición es agua y un 4% son glucoproteínas a las que debe sus propiedades viscoelásticas, lubricantes e hidratantes a una proteína llamada mucina que es la que permite atrapar partículas de polvo, bacterias y otros elementos nocivos del aire. Tiene por tanto una función de protección y defensas contra gérmenes y agentes infecciosos.

De hecho, cuando estamos resfriados o padecemos cualquier infección de las vías respiratorias, el moco contiene partículas víricas y gérmenes que pueden contagiar de forma muy fácil a otras personas, especialmente a través de los estornudos.

¿Qué colores son normales y que indican?

El color de la mucosidad es muy indicativo de las condiciones de salud general y especialmente, del estado del sistema respiratorio. Puede orientarnos sobre algunos procesos, aunque no nos darán el diagnóstico final. Simplemente puede darnos dar pistas. Veámoslo un poco en detalle.

Cuando la mucosidad se espesa y adquiere color ya empieza a indicar algún grado de infección.

La textura y el color indican que el sistema de defensas está actuando y los glóbulos blancos están luchando contra posibles patógenos.

Cuanto más oscuro «peor». El color no sirve para hacer un diagnóstico sin tener en cuenta otros síntomas o pruebas, pero por regla general si la mucosidad se espesa y adquiere un grado de color, es señal de anomalía.

MOCOS TRANSPARENTES: La mucosidad normal suele ser muy líquida y transparente. Si se mantiene de color claro, pero aumenta en cantidad puede ser señal de rinitis alérgica provocada por polvo, polen, ácaros… Los procesos alérgicos suelen ir acompañados de goteo nasal y estornudos.

MOCOS BLANCOS: A medida que la mucosidad se hace más espesa y adquiere tono, aunque sea blanco, ya indica una actividad de nuestro sistema de defensas. La mucosidad blanquecina y acuosa puede deberse a un resfriado común de origen vírico.

MOCOS AMARILLOS: Suelen indicar una ligera infección, y suelen ser expulsados a través de tos o estornudos. El color lo proporcionan las células del sistema de defensas que están activadas contra el virus que nos afecta.

MOCOS VERDES: La presencia de secreciones verdosas significa que el sistema de defensas está luchando con más fuerza y que hay mayor cantidad de glóbulos blancos (y otras sustancias) que son las que tiñen el moco. Los resfriados comunes tienen un proceso de duración de algunos días y se suelen resolver por si solos. Pero si pasan más de 10 días y la mucosidad no cesa conviene consultar para descartar o tratar una sinusitis.

MOCO MARRÓN: Puede estar indicando una infección respiratoria a nivel de los pulmones, como por ejemplo una neumonía. Es mejor consultar con el médico.

MOCOS GRISES O NEGRUZCOS: Pueden ocurrir tras inhalar humo de un incendio. Una mucosidad de este tipo indica suciedad, pero en algunos casos un tono negruzco puede ser por hongos.

MOCO ROJIZO: Obviamente unos mocos teñidos de rojo significan presencia de sangre. Lo más usual es que sea sangre que proviene de los capilares de la nariz, que al sonarse muchas veces o demasiado fuerte, se rompen. Aunque también puede haber flemas o mocos con sangre cuando hay enfermedades respiratorias graves, estas suelen ir asociadas a más síntomas que cuando se trata de un resfriado común. Una mucosidad rosada también podría indicar una enfermedad cardíaca.

¿Cuándo los mocos deben preocuparnos?

  • Las secreciones expectoradas amarillentas o purulentas, sobre todo si se acompañan de otros síntomas como fiebre o dolor en el costado.
  • Si las secreciones expectoradas contienen sangre pueden responder a una neumonía o incluso a algún otro proceso que requiera ampliar su estudio.
  • Los fumadores que tosan sangre, es importante que vayan al médico, pues podía estar avisando de alguna enfermedad respiratoria importante.

Una vez más, el objeto de publicar estos artículos de divulgación sanitaria no pretende ni orientar al autodiagnóstico ni mucho menos estimular la automedicación. El aspecto de la mucosidad es solamente un síntoma no una enfermedad en sí. Siempre deberá ser un facultativo quien evalúe el estado de salud ponderando todos los síntomas y signos para establecer el diagnóstico y tratamiento oportuno.

Hecha esta última aclaración, espero que os sea útil este artículo. Gracias por leerme.

Albert Mesa Rey | Escritor

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