El Observatorio para la Libertad Religiosa (OLRC), el Instituto de Política Social (IPSE), Hazte Oir y la fundación Abogados Cristianos han mostrado su apoyo.
Ataque a la libertad religiosa: El P. Custodio Ballester se enfrenta a tres años de prisión por cuestionar el diálogo con el Islam
El Padre Custodio, símbolo de la libertad religiosa
El Padre Custodio se enfrenta a tres años de prisión por denunciar el yihadismo radical. Su caso desata un unánime apoyo de la sociedad civil y expone el ataque a la libertad religiosa en España.
Un sacerdote enjuiciado por decir la verdad
Mañana 1 de octubre, el sacerdote Custodio Ballester será juzgado en Málaga por un presunto delito de odio. La Fiscalía pide tres años de cárcel y 3.000 euros de multa por unas declaraciones hechas hace siete años, en las que afirmó: “El yihadismo radical y el islamismo violento quieren destruir Europa y la civilización occidental.”
Lo que en cualquier democracia sólida debería considerarse libertad de expresión, aquí se convierte en persecución. El proceso comenzó tras la denuncia de la asociación Musulmanes contra la Islamofobia, presidida por Afifa Azzouzz, en 2020.
Este ataque judicial refleja la doble vara de medir: los católicos reciben constantes ofensas en medios y platós, sin protección legal, mientras se persigue a un sacerdote por advertir sobre una amenaza real. El Padre Custodio representa hoy a todos los cristianos que ven limitada su fe y su voz.
Apoyo unánime de la sociedad civil
La respuesta no se ha hecho esperar. Varias organizaciones se han movilizado en defensa del sacerdote. El Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (OLRC), el Instituto de Política Social (IPSE), Hazte Oír y la Fundación Abogados Cristianos han mostrado un respaldo firme al Padre Custodio.
La presidenta del OLRC, María García, lo expresó con claridad: “Resulta alarmante que un sacerdote pueda ser juzgado y enfrentarse a penas de prisión simplemente por advertir, en el ejercicio de su libertad de expresión y de conciencia, sobre la amenaza del yihadismo radical. Defender la libertad religiosa implica proteger también la libertad de quienes, como el Padre Custodio, alertan de realidades que han causado ya víctimas mortales en nuestro país y en Europa.”
Y añadió: “Denunciar la amenaza del yihadismo radical no puede ser motivo de persecución judicial. Lo verdaderamente alarmante es que se intente acallar la voz de quienes advierten sobre los peligros reales a nuestra convivencia y seguridad.”
El IPSE ha lanzado una campaña en redes sociales con el lema #DecirLaVerdadNoEsDelito, denunciando que quieren encarcelar al Padre Custodio por defender la verdad.
Por su parte, Abogados Cristianos ha recogido más de 25.000 firmas dirigidas al fiscal de delitos de odio, Miguel Ángel Aguilar, exigiendo que retire la acusación.
El mensaje de estas organizaciones es contundente: si se persigue al Padre Custodio, se sienta un precedente gravísimo para la libertad religiosa y de expresión en España.
El artículo que desató la persecución
Todo se remonta al artículo titulado “El imposible diálogo con el Islam”, publicado el 28 de diciembre de 2016. En él, el Padre Custodio Ballester sostuvo: “El islam no admite diálogo. O crees, o eres un infiel que debe ser sometido de una manera o de otra.”
Explicó que, a diferencia del cristianismo —cuyo Evangelio nunca avala la violencia—, el islam no contempla el diálogo real, sino la sumisión. Además, advirtió que presentar al islam como “religión de paz” es un error que sólo genera confusión.
Estas afirmaciones no constituyen un delito de odio. Son opiniones basadas en la realidad histórica y en hechos que Europa ha sufrido en primera persona, desde los atentados en París hasta los ataques en Barcelona.
El Padre Custodio alertó sobre una amenaza comprobada. Hoy se le quiere encarcelar por haber hecho lo que corresponde a un sacerdote: defender la verdad y proteger a la sociedad de peligros evidentes.
Doble rasero y ataque a la libertad religiosa
La acusación contra el Padre Custodio revela la perversión de una legislación injusta. La llamada “ley de delitos de odio” se aplica de manera selectiva. Nunca se utiliza para castigar las constantes ofensas contra los católicos que se difunden en televisión o en el mundo del espectáculo. Sin embargo, sí se emplea para silenciar a quienes señalan problemas vinculados al islamismo radical.
De esta manera, se pretende amordazar a los defensores de la fe y callar las voces críticas. El caso del Padre Custodio es un ataque directo a la libertad religiosa, a la libertad de conciencia y a la libertad de expresión.
Si la justicia condena a este sacerdote, España se colocará en el camino de la censura y de la persecución religiosa, contrarias a los valores de la sociedad española y a los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución.
Defender al Padre Custodio es defender España
El juicio al Padre Custodio no sólo afecta a un sacerdote. Es un ataque a toda la sociedad que defiende la verdad, la libertad y la fe cristiana.
Condenar al Padre Custodio significaría aceptar que en España ya no existe libertad religiosa. Significaría permitir que se silencie a quienes defienden la civilización occidental frente a la amenaza del islamismo radical.
Hoy más que nunca, los católicos y todos los ciudadanos que aman la libertad deben alzar la voz. Defender al Padre Custodio es defender la España cristiana, la soberanía nacional y los derechos fundamentales de todos.
Como señala el IPSE, #DecirLaVerdadNoEsDelito