Científicos lograron realizar estos modelos que se asemejan a las primeras etapas del desarrollo humano, sin la necesidad de óvulos o esperma.
La profesora Magdalena Żernicka-Goetz, de la Universidad de Cambridge y el Instituto de Tecnología de California, fue la responsable de exponer esta información en la reunión anual de la Sociedad Internacional para la Investigación de Células Madre en Boston, según advierte The Guardian. “Podemos crear modelos similares a embriones humanos mediante la reprogramación de células troncales embrionarias”, afirmó.
Embriones sintéticos sin corazón y sin cerebro
“Lograron crear a partir de células madre, embriones. Esos embriones en principio, no parece o no se sabe todavía, pero por otros experimentos que se hicieron tanto en monos como en ratones, no necesariamente van a terminar en ser iguales a lo que es un ser humano”, indicó Adrián Turjanski, experto y profesor de la Universidad de Buenos Aires, especialista en bioinformática y director científico de la compañía Bitgenia, dedicada a la medicina de precisión.
Problemas éticos y legales
Sin embargo, los expertos argumentaron en dicho encuentro que podrían plantearse “serios problemas éticos y legales, ya que las entidades creadas en laboratorio quedan fuera de la legislación vigente en el Reino Unido y la mayoría de los demás países”.
“Obviamente este avance trae un montón de problemas éticos, porque en un momento empieza a ser un ser humano, si realmente se parece mucho esos embriones sintéticos a los reales. Hasta ahora, lo que vieron es que no llegaron a que se desarrolle un cerebro, pero se desarrolla buena parte de lo que se parece a un ser humano. Es algo bastante inquietante cómo hacer un ser humano de laboratorio sin la necesidad del óvulo y el espermatozoide”, analizó Turjanski.
El doctor Pablo Wappner, jefe del Laboratorio de Genética y Fisiología Molecular del Instituto Leloir e investigador principal del CONICET, explicó que “en este caso lo que están haciendo es agarrando una célula del cuerpo que se llama indiferenciada, que no tiene identidad, ni de cerebro, ni de riñón, ni de piel, ni de pulmón, ni de nada. A partir de esa célula, que después va a dar algún otro órgano o tejido, se desarrolla un embrión y han encontrado la metodología como para lograrlo”.
Saltarse la ley y hacer aberraciones científicas
“Al no ser alcanzados por la Ley, esos embriones, que no son los embriones que están descritos en la Ley conformados por un óvulo y un espermatozoide, sino que son de alguna manera sintéticos, les permite a los investigadores poder seguir estudiándolos más allá de los límites que impone la Ley de 14 días.
¿Qué quiere decir? Uno en algún momento cuando está tratando de entender cómo es el desarrollo de un ser humano, cómo se forma un ser humano y quiere ir entendiendo todo eso, tiene dos opciones: en los humanos lo estudias, los miras, le haces diagnóstico por imágenes, lo abrís, o haces anatomías. En cambio, en los embriones podéis esperar a ver qué pasa.
Podéis estudiarlo hasta el día 14, si lo tenéis en un laboratorio; pero después, una vez que es implantado en el útero, lo podéis estudiar haciendo estudios dentro de la vientre de la madre. Estos son limitados y no se puede hacer cualquier cosa. Obviamente, si se quiere estudiar qué pasa en el caso de un embrión en particular, se modifica una parte de su ADN, para estudiar, por ejemplo, una enfermedad genética”, explicó Turjanski.
“Entonces, al embrión le haces un cambio y podéis ver cómo evoluciona y qué le pasa hasta la semana 14. En animalitos se puede hacer, sobre todo en ratones. Se le cambia el ADN, igual que como se ve en una enfermedad genética, que es una letra de todo el genoma de ese animalito, y se ve cómo se desarrolla, cómo está, qué le fue pasando y por qué tiene la enfermedad. Y se trata de usar ese animalito como un modelo de enfermedad”, siguió el docente de la UBA.
Reacciones en contra
Wappner, el científico del Instituto Leloir, advirtió que la ausencia de un corazón y un cerebro no está relacionada con una decisión de los científicos, sino con el periodo de evolución del embrión. “Es un malentendido, porque no es que no quieran que tenga estos órganos, si no que hasta ahora no han llegado a ese punto de evolución. Es decir que no alcanza todavía a tener el corazón y el cerebro”.
En ese sentido, la experta del Hospital Italiano aseguró que “los embriones sintéticos son embriones creados in vitro, desarrollados fuera de un útero, con características similares a los embriones normales”. Al tiempo que resaltó que “los científicos han empezado a diseñar embriones a partir de células madre, sin tener que recurrir a óvulos ni espermatozoides y los investigadores han creado estructuras similares a embriones a partir de células madre, que se sacan de la sangre de cualquier persona y se pueden extraer sin problemas. Es un avance que ofrece un nuevo camino para crear vida”.
Turjanski, indicó:“En seres humanos se puede estudiar una vez que ya son grandes. Pero no podéis hacer lo mismo, es decir hacer una mutación a un embrión y hacer que sea un ser humano con una enfermedad. Porque no es legal, te dejan solo hacerlo hasta el día 14. Pero con esto, podrías hacer un embrión sintético y hacerle mutaciones, cambios, variaciones en su ADN y ver cómo evoluciona, porque no están siendo alcanzados por la Ley”.
Al igual que ocurre con otros campos de la ciencia, las legislaciones “recién ahora se están moviendo para redactar pautas voluntarias que rijan el trabajo con embriones sintéticos”, destacaron desde el medio británico. Mientras que Lovell-Badge apuntó: “Si toda la intención es que estos modelos se parezcan mucho a los embriones normales, entonces, en cierto modo, deberían ser tratados de la misma manera; y en la legislación actual no lo son. La gente está preocupada por esto”.
Seres humanos sintéticos
En tanto, ante la consulta sobre la posibilidad de que estos embriones se conviertan en verdaderos seres humanos, los científicos británicos recordaron el trabajo que realizaron hace tan solo un año atrás, cuando lograron desarrollar embriones de ratones sintéticos, los cuales “parecían casi idénticos a los naturales”.
Es que la profesora Żernicka-Goetz, al igual que otro grupo de científicos del Instituto Weizmann en Israel, lograron este hito. Sin embargo, según explicaron los especialistas, cuando buscaron implantar estos embriones animales en úteros de ratones hembras, no se convirtieron en “animales vivos”. Es por eso que los expertos aseguran que aún desconocen si existe “una barrera para un desarrollo más avanzado o si se relaciona con una causa biológica más fundamental”. “Eso es muy difícil de responder. Va a ser difícil saber si hay un problema intrínseco con ellos o si es simplemente técnico”, dijo Lovell-Badge.
“Este hallazgo es un paso más, bastante importante, de varios hallazgos que se están haciendo. Pero es uno más, en todo un entorno de empezar a poder tener seres humanos sintéticos. Y por el otro lado estamos pudiendo editar el ADN de seres humanos vivos, o sea, cambiarlos. Entonces, estos dos mundos nos están llevando a poder, cada vez más, hacer seres humanos que sean más ‘perfectos’ con respecto a las posibilidades de no tener enfermedades, vivir más. Y todo eso va a traer más cerca esas ideas de engendros, de hombres sintéticos, y de todo ese tipo de cosas”, dijo Turjanski.
Y concluyó: “Por el otro lado, ya tenemos inteligencia artificial, lo que se cree que va a venir un poco a futuro (estas cosas de hecho lo traen muy cerca), es esto de poder empezar a modificar humanos para vivir mucho tiempo y lo que se cree que se viene es esta mezcla de robots, mente, células que vivan mucho tiempo. Hay cosas que se van a poder revertir, otras que no, incluso se podrían empezar a reemplazar partes del cuerpo por piezas robóticas, es un gran abanico”.
(Con información de Romina Cansler y Agustín Gallardo/ Infobae)