La ‘ley trans’ prevé la hormonación y/o cirugía genital de menores de 16 y 17 años sin el consentimiento paterno

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Las asociaciones feministas han presentado informes que demuestran los «efectos secundarios graves» en la medicina usada para los niños transexuales

Los bloqueadores para el desarrollo de la pubertad se han recetado a los adolescentes con disforia de género  desde 1998, pero también a delincuentes a los que se les ha castrado químicamente. Hasta junio de 2022, la FDA (la agencia de medicamentos de Estados Unidos) ha recibido más de 60.400 informes adversos sobre el uso de los agonistas de la GnRH comunes, incluidas casi 8.000 muertes. Unos datos alarmantes

Los medicamentos que bloquean el desarrollo de la pubertad, y que son necesarios para lo que ellos denominan «la transición», tienen consecuencias muy negativas en la fisionomía de los menores.

Entre los problemas detectados destacan los ligados «al esqueleto, el sistema cardiovascular, la tiroides, el cerebro, los genitales, el sistema reproductivo, el sistema digestivo, tracto urinario, músculos, ojos y sistema inmunológico». Por si fuera poco, los agonistas de la GnRH «pueden ser perjudiciales para la salud mental y aumentar el riesgo de suicidio».

Informe elaborado por Lesbians United y difundido por la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres.

Características de la ley trans

La ley, además, prevé que todo el proceso sanitario sea gratuito, ya que incluye una ampliación de la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud para cubrir las «necesidades» de las personas trans. Las prestaciones incluyen la asistencia sanitaria necesaria para el tratamiento hormonal, la terapia de voz, cirugías genitales, mamoplastias, mastectomías y material protésico.

Todas estas medidas dirigidas a los menores han sido duramente criticadas por los expertos (médicos, psicólogos y sexólogos), pero también por los colectivos feministas tradicionales. Aglutinados en la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, entienden que una norma así «expone a los niños a efectos dañinos de por vida, y a auténticas terapias de conversión de las que los adultos quedan eximidos, pues para ellos es suficiente expresar me siento/soy».

La polémica y sectaria ‘ley trans’

Y es que la ley trans ha suscitado una enorme polémica desde su concepción. En un principio, supuso un cisma en el Gobierno de coalición, por cuanto el PSOE era contrario a las tesis del feminismo queer que abandera Unidas Podemos.

Una parte del feminismo ha criticado la norma porque recoge una «autodeterminación de género». Junto a ellas, los expertos advierten de los peligros en la salud de los menores, que podrán ser sometidos a tratamientos que figuran de manera explícita como «no recomendados» para ellos en la ficha de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

Contra Europa

Uno de los puntos más controvertidos es la inclusión del concepto de «autodeterminación de género», que provoca el rechazo de las feministas tradicionales (que consideran que borra la categoría jurídica de mujer, basada en el sexo biológico) y de los expertos (por tratarse de un criterio ideológico y acientífico). La legislación vigente permite cambiar de nombre y sexo en el DNI siempre y cuando exista un informe médico o psicológico. Ese requisito se eliminará con la ley trans, que da por suficiente «la libre declaración de la persona sentida» para cambiar el sexo registral a partir de los 16 años.

Es decir, los menores de 16 y 17 años podrán cambiar de sexo sin necesidad de prueba psicológica ni médica. Por su parte, entre los 12 y los 15 años, quien desee hacer el cambio registral deberá hacerlo a través de sus representantes legales, los padres, pero si éstos no están de acuerdo, se nombrará a «un defensor judicial». Los trámites, en todo caso, estarán exentos de «costes o tasas».

Esta norma convertirá a España uno de los países de la Unión Europea con una legislación más radical -o avanzada, según sus impulsoras- sobre las personas trans. Y llegaría, además, en un momento en el que Finlandia, Suecia y Reino Unido, los países que inspiraron la norma de Irene Montero, están rectificando en sus regulaciones. ¿En qué cuestiones? Llamativamente, en la implantación de las terapias hormonales en menores de edad.

Pero esto no frena al Gobierno de España, que ha activado su tramitación por la vía de la urgencia. Las feministas clásicas aglutinadas en Contra el Borrado de las Mujeres han pedido que se retire el texto para abrir un debate que permita a la sociedad conocer las consecuencias prácticas para la infancia y los derechos de las mujeres.

(Con información de The Objective)

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