La parálisis del gobierno: la mayoría de los ministros sin rumbo ni gestión. No han elaborado ni una sola ley ni real decreto en 2025

parálisis del Gobierno en 2025

Igualdad, Juventud y Vivienda han sido los menos productivos de todo el Gobierno.

Paralizan España con tal de mantenerse en el poder.

Un Gobierno paralizado que abandona sus funciones

La parálisis del Gobierno en 2025 es ya un hecho incontestable. El Ejecutivo socialista, incapaz de gobernar, ha dejado a España sin rumbo y sin leyes nuevas. Igualdad, Juventud y Vivienda se han convertido en los símbolos de la ineficacia institucional.

En los últimos meses, el Congreso permanece vacío los jueves, el día reservado a debatir y votar iniciativas del Ejecutivo. La falta de plenos evidencia la parálisis total del Gobierno, más pendiente de su supervivencia política que del bien común.

La parálisis del Gobierno en 2025 no solo refleja desinterés. Revela un modelo agotado que ya no gobierna, sino que simplemente ocupa el poder. Las cifras son demoledoras: la mayoría de los ministerios no ha aprobado ni una sola ley, ni un anteproyecto ni un real decreto-ley en todo el año.

Treces ministerios sin producción legislativa

Según el análisis de La Razón, trece carteras han claudicado por completo. Se trata de Asuntos Exteriores, Defensa, Ciencia, Educación, Economía, Agricultura, Inclusión, Industria y Turismo, Cultura, Política Territorial, Igualdad, Juventud y Vivienda.

Ninguna de ellas ha generado iniciativas legislativas relevantes en 2025. Solo han producido decretos menores o informes administrativos sin impacto real.

Esa parálisis del Gobierno en 2025 ha dejado al país sin reformas estructurales, sin estrategia económica y sin respuesta a las crisis sociales. Son zombis políticos. Son parásitos funcionarios. Los ciudadanos padecen el coste de una administración sin dirección, atrapada en su propio desgobierno.

Mientras tanto, los ministros se refugian en discursos vacíos, culpando al Parlamento, a la oposición o a Bruselas, sin asumir su responsabilidad directa.

Vivienda, Igualdad y Juventud: los ministerios del vacío

El caso más grave es el del Ministerio de Vivienda. Solo ha aprobado nueve iniciativas en todo el año: dos informes, cinco acuerdos y dos decretos menores. Nada más. Un balance ridículo para un Ejecutivo que prometía convertir la vivienda en el “quinto pilar del Estado del Bienestar”.

La ministra Isabel Rodríguez fracasó dos veces al intentar sacar adelante la Ley del Suelo. Primero la retiró para no perderla; después, la llevó a votación y fue derrotada incluso por sus socios. Desde entonces, su departamento no ha producido ninguna norma. La crisis inmobiliaria se agrava, pero el Gobierno sigue sin soluciones reales.

El segundo ministerio menos productivo es el de Juventud. Su gestión ha sido irrelevante, absorbida por otros departamentos. Ni políticas para el empleo joven ni soluciones ante la crisis migratoria. El bloqueo del Gobierno en 2025 ha silenciado incluso a quienes debían representar el futuro.

Por su parte, el Ministerio de Igualdad continúa en su línea de propaganda. La ministra socialista Ana Redondo ha anunciado una ley para abolir la prostitución, pero sin apoyo parlamentario ni consenso. Se trata de otro gesto vacío en un ministerio que vive del titular fácil y la ideología, no de los resultados.

Un Ejecutivo sin dirección ni proyecto

La parálisis del Gobierno en 2025 no es casualidad. Es consecuencia directa de la cobardía política del socialismo gobernante. Pedro Sánchez ha preferido la inacción antes que asumir el riesgo de perder votaciones en el Congreso.

Por eso, los jueves ya no se celebran plenos. El Gobierno ha optado por no legislar para evitar derrotas. Esa actitud revela un Ejecutivo agotado, sin liderazgo y sin credibilidad.

El Consejo de Ministros se ha convertido en un escenario de anuncios vacíos, acuerdos administrativos y propaganda. No hay reformas educativas, ni económicas, ni de seguridad. La única prioridad del Gobierno es mantenerse en el poder a cualquier precio.

Esta parálisis del Gobierno en 2025 es también una amenaza para la unidad nacional. Mientras los separatistas y los socios radicales avanzan sus agendas, el Ejecutivo se esconde tras excusas técnicas y discursos complacientes. España no puede permitirse un Gobierno que renuncie a gobernar.

El coste social de la inacción

La falta de leyes y reformas tiene consecuencias directas en la vida de las familias. La vivienda sigue inalcanzable para los jóvenes. Los impuestos asfixian a las clases medias. La educación y la sanidad pierden calidad. Y todo mientras los ministros se dedican a sus campañas personales, viajes internacionales o proyectos ideológicos.

El pueblo español asiste, con indignación, a una escena de parálisis institucional inédita. Ningún gobierno democrático había mostrado una inactividad tan extrema. La parálisis del Gobierno en 2025 ha convertido la gestión pública en un mero espectáculo mediático.

La parálisis del Gobierno en 2025 simboliza la decadencia del proyecto socialista. Mientras los actuales ministros se esconden detrás del bloqueo parlamentario, el país sufre el precio del desgobierno.

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