La marcha se dio en el marco del aniversario del mencionado fallo de la Corte Suprema del 22 de enero de 1973.
La marcha comenzó alrededor de la 1:30 p.m. (hora local), desde el National Mall hasta la Avenida Constitución, culminando frente a los escalones de la Corte Suprema de los Estados Unidos y congregó a decenas de miles de manifestantes de todo el país que marcharon en gélidas temperaturas rumbo a la Corte Suprema,. La marcha de este año fue todo menos típica. La posibilidad de que el tribunal supremo del país a fines de este año anule la histórica decisión Roe v. Wade de 1973 que legalizó el aborto en todo el país, y provocó la primera Marcha por la Vida hace 49 años, le dio un aire festivo y anticipatorio a la manifestación, que culminó con un paseo por la Avenida de la Constitución hasta los escalones de la Corte Suprema.
“Esperamos y rezamos para que este año, 2022, traiga un cambio histórico para la vida”, dijo Jeanne Mancini, presidenta de March for Life, organizadora del evento, a los participantes que se reunieron en un mitin previo a la marcha.
Los oradores en el mitin incluyeron a Katie Shaw, una defensora de la vida que tiene síndrome de Down o.
Caso Misisipi
El evento de este año se llevó a cabo mientras el país espera el fallo de la Corte Suprema en un caso fundamental sobre el aborto en Misisipi: Dobbs vs. Jackson Women’s Health Organization.
Lo que está en discusión es la constitucionalidad de la prohibición del aborto en el estado después de las 15 semanas de gestación, un desafío directo a la prohibición de Roe sobre las leyes estatales que restringen el acceso al aborto antes de la “viabilidad” fetal, que se considera entre las 24 y las 28 semanas de gestación.
Si Roe y la decisión judicial relacionada en el caso Planned Parenthood of Southeast Pennsylvania vs. Casey fueran anuladas, la regulación del aborto volvería a las legislaturas estatales elegidas democráticamente, muchas de las cuales están preparadas para promulgar importantes restricciones al aborto.
Mary St. Hilaire, de 21 años, de Wichita, Kansas, y Kristina Massa, de 22, de Lincoln, Nebraska, asistieron a la marcha con un grupo llamado Justice For All, que capacita a las personas para tener conversaciones “productivas” sobre el derecho a la vida.