Que el oasis no te haga perder la visión de que sigues en el desierto
La victoria de Donald Trump en las elecciones del pasado noviembre marcó un punto de inflexión en el panorama político internacional. Ocho semanas después, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció su dimisión, un hecho que subraya el impacto global de este cambio de liderazgo en Estados Unidos.
En las próximas semanas, es probable que se produzcan caídas significativas en los gobiernos y coaliciones gobernantes de países como Austria, Alemania, Francia y Gran Bretaña. Los títeres y tecnócratas globalistas que dirigen estos gobiernos occidentales están perdiendo elecciones tras elecciones.
Sin embargo, no debemos caer en el error de pensar que estas derrotas aisladas de los globalistas son indicativas de una derrota total. De hecho, el avance del orden globalista mundial sigue en marcha, y es crucial que mantengamos la vigilancia ante los espejismos que podrían nublar nuestra percepción de la realidad.
Han perdido, sí, pero no han sido derrotados. Han avanzado mucho. Que el oasis no te haga perder la visión de que sigues en el desierto.
El costo de las políticas globalistas: 15 avances globalistas
A continuación, y sin ánimo de ser exhaustivo, vamos a especificar 15 avances donde las élites globalistas han conseguido avances muy significativos en los últimos años:
- Confinamientos por el COVID: Las medidas draconianas de confinamiento afectaron profundamente las libertades individuales, debilitando las economías locales y socavando la confianza en los gobiernos. Ha sido una experiencia para futuros confinamientos
- Mandatos e imposición de la vacunación contra el COVID: Imposición de medidas obligatorias sin probar, consentimiento informado y en contra de la libertad individual y la autonomía corporal. Ayer fue la obligatoriedad de la vacuna Covid, mañana será cualquier otra.
- Promoción de inmigración masiva sin trabas: La promoción de la inmigración masiva ilegal y la falta de controles adecuados ha provocado tensiones sociales y ha puesto en peligro la seguridad nacional. Además está provocando la pérdida de la identidad de las naciones a donde llegan.
- Amiguismo y corrupción gubernamental: El aumento de escándalos que revelan conexiones entre gobiernos y corporaciones multinacionales.
- Inflación y gasto gubernamental fuera de control: Las políticas económicas imprudentes han llevado a una inflación galopante y a un aumento del costo de vida.
- Caída de los salarios reales: A pesar del aumento del costo de vida, los salarios reales han disminuido, afectando a la clase media y trabajadora.
- La guerra sin fin: Los conflictos internacionales (Rusia-Ucrania, Israel-Palestina, etc.) perpetuados por intereses globalistas han dejado cicatrices profundas en muchas naciones.
- Imposición de agendas LGBT y transexuales: La promoción de estas agendas ha generado debates sobre la erosión de los valores tradicionales y la libertad de expresión. Además está ya en la agenda la legalización de la pederastia
- Promoción de la cultura de la muerte. Una vez conseguida la legalización del aborto en la mayoría de los países ahora están en la fase del blindaje constitucional. Por otra parte, la eutanasia avanza lenta e inexorablemente en las legislaciones nacionales.
- Racismo contra poblaciones nativas: Políticas que han marginado a las poblaciones autóctonas en favor de nuevas corrientes inmigratorias.
- Disparidades de riqueza cada vez mayores: El aumento de la brecha entre los ricos y los pobres, alimentado por políticas globalistas que favorecen a las élites.
- Ataques a los valores tradicionales occidentales y al cristianismo: Una agenda que busca debilitar los pilares fundamentales de la civilización occidental. Cada vez más el cristianismo es atacada y arrinconado socialmente.
- Corrección política y censura generalizada: Una cultura de censura que sofoca la libertad de expresión y reprime las voces disidentes.
- Demonización y cancelación: Estrategias para silenciar a quienes buscan reparación de agravios legítimos.
- Consolidación organismos globalistas supranacionales. Organismos supranacionales globalistas como la OMS, la ONU o la UE se han convertido en los referentes anulando la soberanía de las naciones.
El avance globalista: una realidad innegable
A pesar de los contratiempos, el avance del globalismo no se ha detenido. Las élites globalistas han tenido mucho éxito en mantener a raya el descontento popular mediante la demonización y la anulación de los objetores y la imposición de un régimen de censura sumamente eficaz.
La falsa sensación de victoria puede desviar nuestra atención de los peligros reales. Es esencial no perder de vista que, a pesar de los reveses temporales, el orden globalista sigue consolidándose.
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