La Policía española pone bajo la lupa la escalada violenta del ‘ecoterrorismo’

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ataque ecoterrorista

El ecoterrorismo es el uso de prácticas terroristas en apoyo a causas ecologistas, medioambientales o de derechos de los animales.

El ecoterrorismo es el uso de prácticas terroristas en apoyo a causas ecologistas, medioambientales o de derechos de los animales. El terrorismo de esta naturaleza se percibe como una amenaza posible a medio -largo futura y no como una realidad en la actualidad, aunque los recientes actos vandálicos –desperfectos en el Museo del Prado o el lanzamiento de jugo de remolacha en la fachada del Congreso- son un indicio de que algunos grupos están dispuestos a pasar a la acción.

«Acciones de ecorradicalismo»

El futuro próximo tampoco resulta mucho más alentador. Los especialistas de la Policía sitúan este fenómeno en una tendencia global, que en España se puede acentuar con «acciones de ecorradicalismo» en la movilizaciones sindicales previstas en otoño y durante la presidencia española de la Unión Europea o con un posible nuevo gobierno del PP.

Futuro Vegetal o Rebelión Científica

La función de las unidades de la Policía Nacional que se dedican a ello pasa por vigilar estos grupos de forma preventiva antes de que se conviertan en un peligro. Algunos de estos grupos solo flirtean con la violencia de baja intensidad, pero el grado de organización de algunos colectivos ecologistas obligan a las autoridades españolas a no bajar la guardia.

En esta línea, algunos de los colectivos de los que se hace seguimiento son Futuro Vegetal o Rebelión Científica. Militantes de Futuro Vegetal lanzaron el pasado abril pintura negra o roja en la fachada de una sucursal de CaixaBank en Madrid y utilizaron extintores de incendios en protesta por las inversiones de este banco en la ganadería, a quien consideran de ser responsable de la «emergencia climática actual». También son los responsables del asalto en el cuadro de ‘Las Majas’, de Francisco de Goya, en del Museo del Prado en 2022.

Hoy en día, se trata de un peligro potencial o contingente, pero los expertos son conscientes de que las narrativas o soft power que justifican los daños materiales no contribuye a que se mida con exactitud su peligro ni a contener su escalada.

(Con información de The Objective)

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