La moción de censura a Von der Leyen se votará el próximo jueves en la sesión plenaria del Parlamento Europeo en Estrasburgo. La iniciativa, liderada por Patriotas por Europa, evidencia el desgaste político de la presidenta de la Comisión Europea y cuestiona su gestión marcada por la opacidad, la posible corrución y la deriva ideológica.
El registro de la moción se produjo el 10 de septiembre, coincidiendo con el Debate sobre el Estado de la Unión. Desde entonces, ha recibido un respaldo notable entre los eurodiputados soberanistas. La izquierda europea, como era previsible, ya anunció que votará en contra, ejerciendo un cordón sanitario frente a las fuerzas patrióticas.
Jordan Bardella, presidente de Patriotas por Europa, subrayó con firmeza: «La Comisión ha fracasado en todos los frentes: comercio, inmigración, competitividad y transparencia».
La moción de censura a Von der Leyen no solo cuestiona decisiones recientes, sino que refleja un malestar generalizado con políticas que desatienden la soberanía y los intereses de los ciudadanos europeos. Gobierna para los intereses de las élites globalistas y no para los europeos
Acuerdos comerciales polémicos y dependencia energética
Uno de los elementos más críticos señalados por Patriotas por Europa es la firma del acuerdo comercial con Estados Unidos, que Bardella calificó como: «una traición elevada a la tercera potencia».
Este tratado, lejos de fortalecer la autonomía europea, consolida una peligrosa dependencia del gas estadounidense. Según Bardella, Von der Leyen ha renunciado a todo, dejando a Europa sin capacidad de competir y sin margen de maniobra estratégica.
A esto se suma el acuerdo con Mercosur firmado en diciembre de 2024, pese al rechazo de varios parlamentos nacionales. El pacto abrió el mercado europeo a productos agrícolas sin controles sanitarios ni medioambientales equiparables. Bardella lo definió como: «una triple traición: a los agricultores, a los consumidores y al medio ambiente».
La moción de censura a Von der Leyen se centra en estos episodios, que evidencian una política comunitaria alejada de la protección de los ciudadanos y del desarrollo sostenible de la industria europea.
Pérdida de legitimidad y escándalos institucionales
La vicepresidenta del grupo, Kinga Gál, denunció que la Comisión Europea ha perdido legitimidad institucional. Señaló contratos opacos durante la pandemia y el desvío de fondos europeos hacia organizaciones vinculadas a lobbies ideológicos: «La hipocresía ha reinado en Bruselas y muchos han preferido mirar hacia otro lado».
Gál criticó la continuidad de políticas contrarias al interés general: la promoción de la inmigración masiva, la imposición de eurobonos sin consenso y el avance de la agenda verde que colapsa el tejido industrial.
La moción de censura a Von der Leyen simboliza el rechazo a la política ideológica que ignora la voz de los ciudadanos y fortalece los intereses de una élite desvinculada de la soberanía nacional.
Un punto de inflexión en la legislatura europea
Para Patriotas por Europa, la moción es un punto de inflexión en la legislatura comunitaria. Busca romper con el “círculo de impunidad” que domina la política europea y restaurar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
Bajo el lema: «Es hora de que se marche», el grupo soberanista llama a todas las fuerzas dispuestas a recuperar la autonomía europea y proteger los intereses de los Estados miembros.
La moción también sirve para evidenciar el fracaso de una Comisión que prioriza agendas ideológicas sobre la defensa de la unidad, la competitividad y la transparencia. La moción de censura a Von der Leyen se presenta así como una necesidad democrática y patriótica.
Impacto en la política y el futuro de Europa
La votación del jueves próximo tendrá consecuencias directas en la credibilidad de la Comisión Europea. La postura de los eurodiputados soberanistas representa un mensaje claro: Europa no puede seguir bajo una gestión que vulnera su independencia y debilita sus instituciones.
Los ciudadanos europeos reclaman decisiones que defiendan la industria, los agricultores, la seguridad y el bienestar general. La moción de censura a Von der Leyen refleja el creciente malestar frente a políticas que amenazan la unidad y la soberanía de los Estados miembros.
Además, el debate pone en evidencia la separación entre la política real y los intereses ideológicos: las élites comunitarias continúan imponiendo políticas que desatienden el sentido común y el interés general europeo.
Recuperar la soberanía europea
La moción de censura a Von der Leyen no es solo un gesto político, sino un acto necesario para preservar la soberanía de Europa. La Comisión Europea ha demostrado una gestión opaca, dependiente de lobbies ideológicos globalistas y alejada del interés de los ciudadanos.
La votación próxima semana será crucial para enviar un mensaje firme: Europa no puede ceder ante la imposición de agendas globalistas que comprometen su futuro y su competitividad.