Alaui es conocido por su apoyo a la democracia y a las revoluciones de la Primavera Árabe, y su entrevista se produce en el contexto de la casi ausencia del rey de la escena política marroquí, debido a su larga estancia fuera del reino.

200 días fuera de Marruecos. Declive de su imagen

Según The Economist, sólo el año pasado el rey pasó casi 200 días fuera de Marruecos. Rara vez habla con el pueblo marroquí o concede entrevistas de prensa, y casi nunca responde directamente a los acontecimientos políticos y sociales. Desde que ascendió al trono en 1999, Mohamed VI ha concedido unas seis entrevistas de prensa, la mayoría a periódicos internacionales, la última de ellas en 2016. El presidente del Sindicato Nacional de la Prensa Marroquí, muy cercano a Palacio, justifica la incómoda relación del rey con la prensa del país alegando que «los medios nacionales no están cualificados para entrevistar al rey».

Esta prolongada ausencia ha contribuido al declive de la popularidad del régimen. Quizá por primera vez en la historia contemporánea de Marruecos, la gente se manifiesta públicamente contra Palacio y la ausencia del rey. Han criticado la incapacidad del rey para aliviar la crisis económica del país, especialmente la subida sin precedentes de los precios de los alimentos y el petróleo.

Así, la narrativa oficial de que «el rey es bueno y la clase política mala» ha empezado a erosionarse, incapaz ya de blanquear la empañada imagen de Palacio. Según Monia Bennani-Chraïbi, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de Lausana, en los últimos años los marroquíes han afirmado en voz alta que «el rey tiene las riendas del gobierno en sus manos»; en otras palabras, que el gobierno no es más que una herramienta ejecutiva -y a veces una mera fachada- para las decisiones de Palacio. Abdelilah Benkirane, ex Primer Ministro de Marruecos, ha reiterado durante mucho tiempo esta afirmación, argumentando que «quien gobierna Marruecos es Su Majestad el Rey. El Jefe de Gobierno es sólo su ayudante».

«Estructura secreta»

La ausencia del Rey ha propiciado la aparición de un nuevo actor en la escena política marroquí, que podría denominarse la «Alianza de Seguridad». Esta alianza está formada por agencias de seguridad e inteligencia, empresarios que se benefician de la economía rentista y otros actores, incluidos políticos y altos cargos de las instituciones estatales.

Mohammed Ziane, ex presidente del Colegio de Abogados de Marruecos y ex ministro de Derechos Humanos, fue uno de los primeros en intentar dar a conocer a la opinión pública marroquí la existencia de esta alianza. En una entrevista sobre lo que denominó «la red de absorción del Estado», Ziane afirmó que el grupo estaba dirigido por un consejero real cercano al rey Mohamed VI. Inmediatamente después de la entrevista fue detenido y condenado a prisión.

Unos meses después de la detención de Ziane, el periodista marroquí Ali Lmrabet dio a conocer más información sobre la red, o lo que él denominó una «estructura secreta». Se trata de un término acuñado por primera vez por Maati Monjib, historiador de la Universidad Mohammed V de Rabat, en noviembre de 2020. El término pretende captar «el estrecho círculo en la cúspide de la jerarquía del poder en Marruecos que gestiona los asuntos políticos, de seguridad y económicos del país, equivalente en significado y función al concepto de Estado profundo», como explica el periodista Ali Anouzla.

El problema de esta «estructura» no es sólo que opera fuera del marco de la ley y de la Constitución, careciendo de toda legitimidad popular, sino también que dispone de medios para aniquilar eficazmente a cualquiera que intente revelar a sus miembros. Además de Ziane, Monjib también fue detenido a finales de diciembre de 2020, semanas después de que escribiera un artículo de análisis sobre este tema. Tras su liberación en marzo de 2021, el Ministerio del Interior marroquí emitió un comunicado en el que negaba las acusaciones de Monjib que «pretenden engañar a la opinión pública nacional e internacional y socavar la imagen del Reino en materia de derechos humanos.»

A pesar de la clara aprensión de las autoridades marroquíes, continúa el debate en los círculos políticos y de derechos humanos sobre la crisis de gobernabilidad en Marruecos y el concepto de «estructura secreta». Las autoridades, a su vez, siguen negando la existencia de esta «estructura» y atacan implacablemente a cualquiera que intente estudiarla o incluso mencionarla.

Esta situación puede acabar desembocando en un enfrentamiento directo entre el pueblo y Palacio, sobre todo porque este último parece estar perdiendo su legitimidad secular con el declive del papel del rey en la esfera pública.

Abdellatif El Hamamouchi es un periodista de investigación y politólogo marroquí.