Los trastornos de la alimentación (1). La anorexia nerviosa | Albert Mesa Rey

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Los trastornos de la alimentación son afecciones graves que se relacionan con las conductas alimentarias que afectan negativamente la salud, las emociones y la capacidad del paciente en desempeñarse en áreas importantes de la vida. Los más frecuentes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno alimentario compulsivo.

Hoy amable lector traigo a tu atención un nuevo tema de salud mental. Con este artículo quiero iniciar un ciclo de tres artículos para hablar de los trastornos de la alimentación. Espero que sean de tu interés.

Se han detectado páginas web y entradas en redes sociales que difunden esas peligrosas prácticas y este problema cada día es de más actualidad.

Con frecuencia, estos trastornos se manifiestan en la adolescencia y los primeros años de la juventud, aunque pueden aparecer a otras edades. Hay en algunos ambientes, una idea errónea comúnmente sostenida de que los trastornos alimentarios son una opción de estilo de vida. Se han visto páginas web y entradas en redes sociales que difunden esas peligrosas prácticas y este problema cada día es de más actualidad.

Los trastornos alimentarios son en realidad enfermedades graves y a menudo fatales que se asocian con graves trastornos en los comportamientos alimenticios de las personas y los pensamientos y emociones relacionados. La preocupación por los alimentos, el peso corporal y la forma también puede indicar un trastorno alimentario. Vamos a comenzar con uno de ellos y que quizás sea el que más impacto puede tener para el paciente. La anorexia nerviosa.

La anorexia nerviosa es una afección en la que las personas evitan la comida, restringen severamente los alimentos o comen cantidades muy pequeñas solamente de ciertos alimentos. También pueden pesarse repetidamente, incluso cuando tienen un peso peligrosamente bajo, se ven a sí mismos con sobrepeso.

Hay dos subtipos de anorexia nerviosa. Un subtipo restrictivo y un subtipo de purga compulsiva.

Las personas con el subtipo restrictivo de anorexia nerviosa limitan severamente la cantidad y el tipo de alimentos que consumen.

Las personas con el subtipo purga compulsiva de anorexia nerviosa también restringen en gran medida la cantidad y el tipo de alimentos que consumen. Además, pueden tener episodios de atracones y purgas: comen grandes cantidades de alimentos en poco tiempo seguidos de vómitos, uso laxantes o diuréticos para deshacerse de lo que se consumió.

La anorexia nerviosa puede ser fatal. Tiene una tasa de mortalidad extremadamente alta en comparación con otros trastornos mentales. Las personas con anorexia corren el riesgo de morir por complicaciones médicas asociadas con la inanición. El suicidio es la segunda causa principal de muerte para las personas diagnosticadas con anorexia nerviosa.

Síntomas de la anorexia nerviosa:

Los síntomas físicos de la anorexia nerviosa son: Pérdida de peso excesiva, o no lograr el aumento de peso previsto para el desarrollo; aspecto delgado; recuento de células sanguíneas anormal; fatiga; insomnio; mareos o desmayos; pigmentación azulada en los dedos de la mano; cabello fino o quebradizo, o pérdida de cabello; vello suave como pelusa que cubre el cuerpo (lanugo); ausencia de menstruación (amenorrea); estreñimiento y dolor abdominal; piel seca o amarillenta; intolerancia al frío; ritmo cardíaco irregular; presión arterial baja (hipotensión); deshidratación; hinchazón de los brazos o las piernas y erosión dental y callosidades en los nudillos por la provocación de vómitos.

Algunas personas con anorexia tienen episodios de atracones y purgas, similar a lo que les ocurre a las que tienen bulimia. Sin embargo, las personas que padecen anorexia por lo general luchan contra un peso corporal anormalmente bajo, mientras que aquellas que padecen bulimia suelen tener un peso normal o por encima de lo normal.

En el plano emocional-conductual los síntomas presentes son los intentos de bajar de peso de las siguientes maneras: Restringir estrictamente la ingesta de alimentos mediante las dietas o el ayuno; hacer ejercicios de forma excesiva y darse atracones y provocarse vómitos para eliminar los alimentos, lo que puede incluir el uso de laxantes, enemas, suplementos dietarios o productos herbarios.

También están presentes: Preocupación por los alimentos, que a veces incluye cocinar comidas elaboradas para los demás, pero no comerlas; saltar comidas o rehusarse a comer con frecuencia; negar el hambre o poner excusas para no comer; comer solo unos pocos alimentos “seguros”, por lo general, con bajo contenido de grasas y calorías; adoptar rituales rígidos para las comidas o la alimentación, por ejemplo, escupir la comida después de masticarla; no querer comer en público; mentir sobre la cantidad de comida que se ingirió; sentir temor a aumentar de peso, que puede incluir pesarse o medirse el cuerpo repetidas veces; mirarse con frecuencia al espejo para ver los defectos que se perciben; quejarse por estar gordo o tener partes del cuerpo que son gordas; cubrirse con capas de ropa; estado de ánimo indiferente (falta de emociones); retraimiento social; irritabilidad; insomnio y disminución del interés en las relaciones sexuales.

Causas:

Se desconoce la causa exacta de la anorexia. Al igual que en muchas enfermedades, probablemente sea una combinación de factores biológicos, psicológicos y del entorno.

Factores biológicos. Si bien aún no está claro qué genes están involucrados, podría haber cambios genéticos que hacen que algunas personas presenten un mayor riesgo de padecer anorexia. Algunas personas pueden tener una tendencia genética al perfeccionismo, la sensibilidad y la perseverancia: características vinculadas a la anorexia.

Factores psicológicos. Algunas personas con anorexia pueden tener rasgos de personalidad obsesiva compulsiva que les facilitan seguir dietas estrictas y privarse de comer, aunque tengan hambre. Es posible que tengan una tendencia extrema al perfeccionismo, lo que hace que piensen que nunca están lo suficientemente delgadas. Además, pueden tener niveles altos de ansiedad y restringir su alimentación para reducirla.

Factores del entorno. La cultura occidental moderna resalta la delgadez. El éxito y la valoración suelen estar equiparados con la delgadez. La presión de grupo puede ayudar a fomentar el deseo de estar delgado, especialmente en las mujeres jóvenes.

El consejo final sería: Si padeces o detectas en tu entorno varios síntomas de los aquí apuntados, háblalo abiertamente con quien tengas confianza y busca atención especializada sin tardanza.  

Una vez más, espero que estas líneas puedan servir de ayuda y alerta. La técnica del avestruz (esconder la cabeza bajo tierra y esperar que el problema se resuelva) no es una opción. El problema no se resolverá solo con el tiempo Permíteme insistir una vez más la necesidad de buscar ayuda especializada y favorecer un entorno familiar comprometido.

Amable lector: Ojalá este artículo solo sea para ti una curiosidad “científica”. No deseo en absoluto que te encuentres en la tesitura. Sea cual sea tu circunstancia, gracias por leerme.

Albert Mesa Rey | Escritor

2 comentarios en «Los trastornos de la alimentación (1). La anorexia nerviosa | Albert Mesa Rey»

  1. Bueno, ya después de leer su artículo de hoy, permítame que le exponga un pensamiento que seguro es compartido por sus muchos lectores:
    Solo le responderé a sus últimas tres palabras: ¡De nada por leerle!
    Muy al contrario: Gracias a usted por sus valiosas aportaciones culturales. Me sorprende gratamente y le felicito por la diversidad temática y la calidad de sus colaboraciones. En forma y en contenido. Y a cual mejor y más interesante.
    Un saludo.

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