Trastornos de la alimentación (2). La bulimia nerviosa | Albert Mesa Rey

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Si te interesó amable lector, el artículo publicado el mes pasado sobre la anorexia nerviosa (https://adelanteespana.com/los-trastornos-de-la-alimentacion-1-la-anorexia-nerviosa-albert-mesa), quizás te interese esta segunda entrega de artículos relacionados con los trastornos de la alimentación, hoy hablaremos sobre la Bulimia Nerviosa.

La bulimia nerviosa es una afección en la que las personas tienen episodios recurrentes y frecuentes de comer cantidades inusualmente grandes de alimentos y sienten que tienen una falta de control sobre estos episodios. Es un trastorno alimentario grave y potencialmente fatal. Es posible que las personas con bulimia tengan en secreto episodios de atracones, es decir, que coman grandes cantidades de alimentos y pierdan el control de su alimentación, y luego vomiten, para tratar de deshacerse de las calorías adicionales de forma no saludable.

Este atracón es seguido por un comportamiento que compensa la alimentación excesiva, como vómitos forzados, uso excesivo de laxantes o diuréticos, ayuno, ejercicio excesivo o una combinación de estos comportamientos. A diferencia de las personas que padecen anorexia nerviosa, las personas con bulimia nerviosa pueden tener un peso ligeramente bajo, peso normal o sobrepeso.

Los signos y síntomas más habituales de la bulimia nerviosa son:

En el plano físico es habitual que padezcan: Inflamación crónica y dolor de garganta; inflamación de las glándulas salivales en el área del cuello y la mandíbula; esmalte dental desgastado, dientes cada vez más sensibles y en descomposición como resultado de la exposición al ácido estomacal; trastorno por reflujo ácido y otros problemas gastrointestinales; malestar intestinal e irritación por abuso de laxantes; deshidratación severa por purga de líquidos; desequilibrio electrolítico (niveles demasiado bajos o demasiado altos de sodio, calcio, potasio y otros minerales) que puede provocar un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco.

En el plano personal: Preocuparse por la forma del cuerpo y el peso; vivir con miedo de aumentar de peso; repetir episodios de comer cantidades excesivas de alimentos de una sola vez; sentir una pérdida de control durante el atracón, como si no pudiera dejar de comer o no pudiera controlar lo que come; forzar el vómito o hacer demasiado ejercicio para no aumentar de peso después de un atracón; usar laxantes, diuréticos o enemas después de comer cuando no son necesarios; ayunar, restringir las calorías o evitar ciertos alimentos entre atracones y usar suplementos dietéticos o productos a base de hierbas en exceso para bajar de peso.

La gravedad de la bulimia se determina por el número de veces a la semana que se purgan, por lo general al menos una vez a la semana durante por lo menos tres meses.

Se desconoce la causa exacta de la bulimia. Muchos factores pueden influir en el desarrollo de trastornos alimentarios, entre ellos, la genética, la biología, la salud emocional, las expectativas sociales y otros aspectos.

Las niñas y las mujeres son más propensas a tener bulimia que los niños y los hombres. Por lo general, la bulimia comienza durante los últimos años de la adolescencia y el principio de la edad adulta.

Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de bulimia se incluyen los siguientes:

La biología. Las personas con familiares de primer grado (hermanos, padres o hijos) con un trastorno alimenticio pueden ser más propensas a desarrollar un trastorno alimenticio, lo que indica un vínculo genético posible. Tener sobrepeso durante la niñez o la adolescencia puede aumentar el riesgo.

Algunos problemas psicológicos y emocionales. Los problemas psicológicos y emocionales, como la depresión, los trastornos de ansiedad o el consumo de sustancias están estrechamente ligados a los trastornos alimenticios. Las personas con bulimia pueden tener sentimientos negativos sobre ellas mismas. En algunos casos, los eventos traumáticos y el estrés ambiental pueden ser factores que contribuyen a la enfermedad.

La dieta. Las personas que siguen dietas tienen un riesgo mayor de desarrollar trastornos alimenticios. Muchas personas con bulimia restringen de forma grave las calorías entre episodios de atracones, lo cual puede desencadenar en una necesidad de comer compulsivamente otra vez y luego purgarse. Otros desencadenantes para los atracones incluyen estrés, una mala autoimagen corporal, ciertos tipos de alimentos (con alto contenido en hidratos de carbono generalmente) y el aburrimiento.

Medidas preventivas:

Aunque no hay una forma segura de prevenir la bulimia, puedes guiar a la persona hacia un comportamiento saludable o a que busque tratamiento profesional antes de que la situación empeore. Cómo puedes ayudar:

  • Promover y reforzar una imagen corporal saludable para tus hijos, sin importar el tamaño o la forma. Ayúdalos a crear confianza de manera que no tengan que ver con la apariencia.
  • Disfruta de comidas familiares de forma regular.
  • No hables acerca del peso en el hogar. En lugar de ello, concéntrate en tener un estilo de vida saludable.
  • Desalienta las dietas, en especial cuando incluyen comportamientos de control de peso poco saludables, como el ayuno, el consumo de suplementos o laxantes para bajar de peso o el vómito autoinducido.
  • Habla con el médico de atención primaria. Este profesional podrá identificar los primeros indicadores de un trastorno alimentario y ayudará a evitar su desarrollo.
  • Si notas que un familiar o amigo tiene problemas con la comida que pudieran ocasionar o indicar un trastorno alimentario, trata de hablarle sobre estos problemas y preguntarle cómo puedes ayudar.

El consejo final es: Si crees que un ser querido tiene síntomas de bulimia, habla con él de forma abierta y honesta sobre lo que te preocupa. No puedes obligarlos a buscar atención profesional, pero puedes animarlos y apoyarlos. También puedes ayudarlos a encontrar un médico capacitado o un profesional de la salud mental, pedir una consulta e incluso acompañarlos.

Gracias por leerme.

 

 

 

 

Albert Mesa Rey | Escritor

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