2022 se cerró en España con un total de 288 personas asesinadas por eutanasia, según se desprende del informe de Evaluación Anual 2022 sobre la Protección de Ayuda para Morir del Ministerio de Sanidad.
La eutanasia se dispara. Cada año aumenta el número de muertes asistidas notificadas en los países donde está legalizada. Esto significa que desde la entrada en vigor de la ley, a mediados del año 2021, son ya 363 personas las que han decidido quitarse la vida gracias a la entrada de esta nefasta ley.
El informe de Sanidad resalta que fueron 288 eutanasias, mientras en 2021 las solicitudes fueron 75 eutanasias, lo que demuestra el crecimiento vertiginoso de esta norma promotora de la muerte.
De hecho, y según los datos que maneja el Ejecutivo, gracias a la norma, un español decide matarse cada 24 horas… y creciendo.
Perfil de los solicitantes
El trabajo de Sanidad dibuja un perfil del solicitante de este tipo de práctica. En informe asegura que «en su mayoría, las personas solicitantes tienen entre 60 y 80 años, con enfermedades graves de tipo neurológico u oncológico».
Cataluña fue la comunidad con más eutanasias realizadas (91) durante en 2022; seguida de Madrid (38 eutanasias); Andalucía (27 eutanasias); y Comunidad Valenciana (24).
En Bélgica, donde es legal desde 2002, los suicidios se han multiplicado por 10 desde su implantación, pasando de 235 a 2.699. En Países Bajos se pasó de los 1.815 de 2006 a los 7.666 de hace dos años y en Canadá, donde se legalizó en 2016, el 2,5 % de las muertes son a través de muertes asistidas.
Sin ley de cuidados paliativos
Y es que este gobierno de la muerte, en lugar de fomentar la lucha por la vida, cada vez más se facilita el acceso al suicidio asistido. En España no existe una ley de cuidados paliativos que asegure esta atención médica. De hecho, más del 60 % de los enfermos que necesitan cuidados paliativos específicos –aproximadamente 77.000– no los reciben, lo que sitúa a España a la cola de Europa en este aspecto.
Gran negocio
La eutanasia supone un gran negocio. Aunque en España no hay datos accesibles, en Países Bajos, una clínica especializada en practicar eutanasias llega a cobrar 3.000 euros de las compañías de seguros por cada una de ellas.
Así como el negocio que supone los trasplantes de órganos de las personas eutanasiadas: Un 14 % del total se acogió al programa de donación de órganos, lo que se tradujo en 135 trasplantes.
(Con información de El debate)
