La invasión se extiende: Baleares ha recibido este verano el doble de inmigración ilegal que Canarias

inmigración ilegal en Baleares

Si la tendencia se mantiene hasta final del año, podrían llegar en patera al archipiélago balear más de 12.000 personas

La inmigración ilegal en Baleares ha alcanzado niveles históricos este verano. El archipiélago balear ha recibido el doble de inmigrantes irregulares que Canarias, consolidándose como la nueva puerta de entrada del tráfico migratorio hacia España y Europa. Si la tendencia continúa, más de 12.000 personas podrían arribar a las islas antes de que termine el año.

Un verano de invasión: cifras que estremecen

Durante los meses de junio a septiembre, las Islas Baleares vivieron una presión migratoria sin precedentes.
Según los datos recopilados por The Objective a partir del Ministerio del Interior, 3.900 inmigrantes ilegales llegaron en 224 embarcaciones, mientras que Canarias recibió 1.900 personas en 34 pateras. En proporción, Baleares ha sufrido un 105% más de llegadas que el archipiélago canario.

Este aumento confirma una nueva ruta migratoria entre Argelia y Baleares, que ya preocupa a las autoridades locales y a los cuerpos de seguridad. Seis veces más cayucos alcanzaron las costas de Formentera, Ibiza y Mallorca, que ya se ven desbordadas ante la avalancha.

La inmigración ilegal en Baleares ya no es un fenómeno aislado; es una invasión sostenida, que amenaza la seguridad, la cohesión social y los recursos públicos de las islas.

De Argelia a Mallorca: la nueva ruta de la invasión

La consolidación de la ruta Argelia-Baleares marca un cambio geopolítico de gran alcance. Hasta hace pocos años, la mayoría de los inmigrantes ilegales procedentes del norte de África trataban de llegar a Canarias, Ceuta o Melilla. Hoy, además, son también son las Islas Baleares, por su proximidad a las costas argelinas y la falta de control fronterizo eficaz.

De enero a septiembre, casi 6.000 personas llegaron a Baleares, un 84% más que en el mismo periodo del año anterior. Los inmigrantes ya no son solo argelinos o marroquíes: entre los recién llegados hay subsaharianos, pakistaníes, afganos y bangladesíes, según fuentes policiales.

La inmigración ilegal en Baleares se ha convertido en una vía de entrada estratégica hacia España y el resto de la Unión Europea, aprovechando la inacción del Gobierno español y la debilidad diplomática frente a Argelia.

Consecuencias de una política exterior desastrosa

La actual crisis migratoria no surge de la nada. La ruptura del tratado de amistad entre España y Argelia en 2022, tras el apoyo unilateral de Pedro Sánchez a la anexión sobre el Sáhara Occidental, desencadenó una ola migratoria sin control.

Ese mismo año, las llegadas de cayucos alcanzaron cifras récord: 2.637 inmigrantes en 176 embarcaciones.
Hasta entonces, el promedio anual se mantenía en torno a 500 personas. En 2024, la cifra se multiplicó por doce.

Nosotros, entonces en la oposición, denunciamos que traería graves consecuencias para Baleares. Hoy el tiempo nos ha dado la razón, pero el Gobierno sigue mirando para otro lado”, afirman fuentes autonómicas.

La inmigración ilegal en Baleares es, por tanto, una consecuencia directa de la política errática del Gobierno socialista, que ha debilitado las relaciones exteriores y ha desprotegido nuestras fronteras marítimas.

Si la tendencia actual continúa, las previsiones oficiales advierten de más de 12.000 llegadas antes de diciembre. Los meses de octubre a diciembre suelen concentrar cerca del 45% del total anual de arribos, debido a las condiciones del mar y al efecto llamada que la impunidad del Gobierno central provoca.

El Gobierno de Pedro Sánchez ha abandonado a Baleares a su suerte. Mientras tanto, la inmigración ilegal en Baleares crece y las mafias aprovechan el vacío político para multiplicar sus beneficios a costa de la inseguridad ciudadana.

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