¿Es el fin de la OMS como organización al servicio del globalismo?

Tras la salida de EEUU y Argentina de la OMS, ahora Milei denunciará al jefe de la OMS por «delitos de lesa humanidad» cometidos durante la pandemia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha convertido en la actualidad en un instrumento al servicio del globalismo, con una financiación mayoritariamente proveniente de entidades privadas como la Fundación Bill & Melinda Gates y grandes corporaciones farmacéuticas. Esta dependencia financiera sumada a una gestión y actuaciones altamente erráticas y politizadas, ha generado serias dudas sobre su razón de ser, su imparcialidad y autonomía en la toma de decisiones que afectan la salud pública.

Durante la pandemia de COVID-19, la OMS tomó decisiones claramente perjudiciales para las personas: La promoción de confinamientos injustificados, la imposición de restricciones sanitarias globales así como de vacunas experimentales de manera masiva sin garantías han generado rechazo a nivel internacional. Estas medidas, lejos de proteger la salud pública, causaron efectos adversos – incluidas muertes- estragos económicos y sociales a nivel mundial. Además, la OMS no solo avaló estrategias fallidas, sino que también suprimió de manera deliberada voces disidentes, ignoró estudios científicos alternativos y promovió intereses privados en lugar de priorizar el bienestar de la población. La OMS con ello cavó su propia tumba.

Uno de los puntos más polémicos fue el intento de la OMS de erigirse como la autoridad sanitaria global, por encima de la soberanía de las naciones. Trataron de establecer un tratado de pandemias que hubiera obligado a los países a ceder parte de su poder de decisión en futuras crisis sanitarias, algo que atenta directamente contra la soberanía nacional.

Líderes como Donald Trump en EEUU y Javier Milei en Argentina han denunciado esta agenda, señalando que la organización ha actuado más como un instrumento de control que como una entidad sanitaria y han tomado decisiones contundentes.

En primer lugar, el anuncio oficial de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, de retirarse de la OMS, representando un golpe sin precedentes a la credibilidad de la institución. Más recientemente, el presidente de Argentina, Javier Milei, ha ido aún más lejos. No solo confirmó la salida de Argentina de la OMS, sino que también anunció que denunciará a su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ante la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la pandemia. En declaraciones al medio francés Le Point, Milei no dejó lugar a dudas: “La OMS es una organización criminal”.

Estas acciones representan un misil en la línea de flotación de la credibilidad y legitimidad de la OMS. La denuncia contra su máximo representante por delitos de lesa humanidad es un golpe definitivo que pone en entredicho la legitimidad de la organización y podría marcar el inicio del fin de la organización en su forma actual.

La OMS  ha perdido su rumbo y su razón de ser, y en su actual configuración, ha demostrado ser incapaz de cumplir con este mandato. ¿Su fin parece estar cerca? No creemos, pero sí una profunda reforma

La comunidad internacional debe reflexionar sobre el papel de la OMS y abordar la reforma integral de la OMS con una estructura independiente,  libre de manipulación de intereses privados globalistas y grandes corporaciones farmacéuticas, que garantice la soberanía de las naciones y la protección de los derechos fundamentales de las personas. Solo así, la OMS volverá a sus orígenes y a su razón de ser.

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3 comentarios en «¿Es el fin de la OMS como organización al servicio del globalismo?»

  1. Lo mejor sería que no hubiera nada parecido a una OMS: las agencias supranacionales obstaculizarán la comunicación y el diálogo científico, del mismo modo que ha sucedido con la OMS. La inmensa mayoría de los monopolios suele ser perjudicial, y más si son supranacionales.

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