Escarnio anticristiano: declaración de Ane Lindane por simular una masturbación sobre el altar de una iglesia

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Hoy declara Ane Lindane por escarnio anticristiano, tras simular una masturbación con un crucifijo sobre el altar de una iglesia y difundirlo en redes.

Una ofensa abierta a los cristianos: escarnio anticristiano

España presencia un nuevo ataque contra la fe católica. Ane Lindane acude hoy, viernes 12 de diciembre, a las 12:30 horas, al Juzgado de Instrucción nº1 de Bilbao para declarar como investigada. La citan por un posible delito de escarnio después de grabarse sobre el altar mayor de una iglesia y simular una masturbación con un crucifijo. La escena, difundida con orgullo en sus redes, muestra el nivel de desprecio que algunos sectores mantienen contra la fe cristiana.

El vídeo se grabó en Arbérats-Sillègue, región de Amikuze, Baja Navarra, durante el festival Euskal Herria Zuzenean. Allí, sin respeto alguno, irrumpió en el templo, profanó el espacio sagrado y convirtió el altar en instrumento de burla sexual. La escena evidencia cómo escarnio anticristiano no es un incidente aislado, sino una ofensiva cada vez más abierta contra lo religioso.

Abogados Cristianos denuncia los hechos. La acusación se basa en el artículo 525 del Código Penal, que castiga los actos ofensivos contra los sentimientos religiosos. Una sociedad libre exige respeto para todos, pero algunos grupos pretenden imponer una doble vara: protección total para sus causas y desprecio absoluto hacia el cristianismo.

Un patrón repetido: el ataque a la fe como arma política

El festival donde ocurrieron los hechos forma parte de un entramado pseudocultural que tolera, normaliza y promueve actuaciones que buscan ridiculizar lo sagrado. Allí se celebró la escena, como si la iglesia se tratara de un escenario cualquiera y no de un lugar consagrado. Esto demuestra que la ofensa anticristiana se ha convertido en un mecanismo para despreciar las raíces religiosas y espirituales que han formado España.

Durante años, los ataques contra templos, símbolos religiosos y creyentes han aumentado. Si una conducta similar se dirigiera a otras confesiones, las mismas instituciones que hoy callan exigirían condenas inmediatas. Sin embargo, cuando se trata de cristianos, aparece la impunidad moral del izquierdismo globalista cultural.

La justicia examina los hechos mientras la sociedad exige respeto

La actuación de Ane Lindane no se limita a un gesto obsceno. Impacta a millones de creyentes que ven cómo se ultrajan sus símbolos más sagrados. Por eso la justicia debe actuar. La denuncia de Abogados Cristianos recuerda que existen límites legales que protegen la libertad religiosa, fundamento esencial de cualquier sociedad.

El desprecio hacia la fe católica no nace de la irreverencia artística. Responde a un proyecto ideológico que pretende expulsar la religión de la vida pública, despojarla de respeto social y reducirla a un residuo cultural. Esto explica por qué escarnio anticristiano en el altar se repite en ambientes vinculados al activismo político, disfrazado de humor o reivindicación.

La libertad exige responsabilidad. Ninguna causa otorga licencia para profanar templos. Ningún festival pseudo cultural puede justificar una humillación tan grave hacia millones de ciudadanos que solo desean practicar su fe sin ser ridiculizados.

Hoy el juzgado decidirá los siguientes pasos. Más allá del proceso legal, la sociedad debe responder con firmeza. Denunciar estos hechos no solo honra la fe, también protege la convivencia. Porque cuando se normaliza el desprecio, se abre la puerta a la agresión.

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