El diccionario Petit Robert, -institución lingüística en Francia y con una media de venta de 200.000 ejemplares al año siendo el diccionario que más se compra en Francia después de Le Petit Larousse-, se ha visto esta semana en el eje de la indignación popular al presentar la existencia de un nuevo pronombre. Múltiples reacciones en contra
Este último amago por parte de los activistas de género de deformar y manipular el lenguaje para promover la ideología de género ha provocado las protestas del diputado François Jolivet a l’Academie Française, guardiana oficial del lenguaje. Jolivet pertenece al gabinete del presidente Emmanuel Macron, mientras que l’Académie regula oficialmente la lengua francesa y sus decretos se aplican a todas las comunicaciones públicas, incluyendo a locutores y periodistas. «Este tipo de iniciativa termina por ensuciar el lenguaje y dividir a sus usuarios en vez de unirlos» afirmó François Jolivet.
A pesar de que la academia aún no ha respondido se recuerda una publicación suya de 2017, advirtiendo contra el lenguaje inclusivo, alegando que era «una lengua desunida, dispar en su expresión, que crea una confusión rayana en la ilegibilidad».
Jean-Michel Blanquer, el ministro de Educación, apoyó a Jolivet con un tuit expresando que la palabra «iel» y otros inventos inclusivos «no forman parte del futuro de la lengua francesa».
Otros expertos, incluyendo a lexicógrafos rivales, argumentaron que el pronombre ignora el hecho de que el género gramatical forma parte de la estructura del francés, al igual que las demás lenguas románicas que emergieron del latín.
También el editor del diccionario Larousse, Bernard Cerquiglini, razonó que el nuevo término era inútil: «En francés, el masculino cubre también el genérico. Funciona así desde los tiempos del vulgar latín», contó al periódico Le Figaro, refiriéndose a la primacía gramatical del masculino sobre el femenino.
En 2017, el primer ministro francés Edouard Philippe, bajo el mando de Emmanuel Macron, prohibió el uso de los pronombres «neutrales» en todos los documentos oficiales del gobierno.