El BCE asume la llegada de un nuevo orden mundial y la necesidad de cambiar el euro para llevarlo a lo más alto

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El euro digital y nuevo orden global son los pilares del proyecto globalista del BCE. Ya asume la llegada de un nuevo orden mundial. Pero bajo el pretexto de adaptarse a un «mundo multipolar», se prepara el mayor experimento de control económico y social de la historia. El BCE señala que Europa se enfrenta a una oportunidad histórica para tomar el control de su destino, pero esta oportunidad se presenta bajo una fachada de progreso que esconde una realidad inquietante: el avance hacia la eliminación del efectivo y el sometimiento digital de la ciudadanía.

Christine Lagarde revela el plan: transformar el euro para el nuevo orden

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, ha dejado claro que Europa debe redefinir su moneda y su estructura económica para integrarse en un «nuevo orden internacional». No es una conjetura. Es una declaración oficial. En su discurso, publicado por el Financial Times y en la web del BCE, afirma sin ambages:

«Estamos presenciando un profundo cambio en el orden global (…). El papel dominante del dólar ya no es seguro.»

Este escenario de «fractura de las normas multilaterales» es, según Lagarde, una oportunidad para que Europa asuma «mayor control de su propio destino». Pero ¿qué implica eso realmente? La respuesta es inquietante: un nuevo euro digital, monitorizado, centralizado. La frase clave «euro digital y nuevo orden mundial» resuena en cada párrafo de esta agenda.

Actualmente, el euro es la segunda moneda más utilizada del mundo, representando el 20 % de las reservas globales, frente al 58 % del dólar. Pero eso no basta. Lagarde pretende usar esta coyuntura como excusa para reformar las reglas de la eurozona y profundizar en su integración, eliminando de paso cualquier margen de soberanía nacional.

Tres pilares para el dominio: control, integración y obediencia

Lagarde plantea una transformación estructural del euro sobre tres pilares: credibilidad geopolítica, resiliencia económica e integridad institucional. En la práctica, eso significa:

  1. Reforzar el papel del BCE como emisor centralizado y sin supervisión democrática.
  2. Convertir al euro -digital- en una herramienta de influencia exterior y de alineación con intereses globalistas.
  3. Eliminar progresivamente el efectivo para consolidar el euro digital como única forma de pago legal.

Este nuevo «poder duro europeo» se usará para condicionar a gobiernos nacionales y controlar a los ciudadanos. El euro digital y nuevo orden mundial dejan de ser conceptos económicos para convertirse en instrumentos de ingeniería social.

La UE, principal socio comercial de 72 países y responsable del 40 % del PIB mundial, pretende aprovechar su peso global para imponer un sistema monetario digital obligatorio. Y, en lugar de fortalecer la libertad de los europeos, busca asfixiar su autonomía mediante regulaciones digitales impuestas desde Bruselas.

El euro digital: fin del efectivo y del anonimato

Uno de los objetivos claros del BCE es reemplazar el dinero en efectivo por una divisa totalmente digital, bajo su control exclusivo. Según Lagarde, esta medida garantizará la «transmisión fluida de la política monetaria». En otras palabras: seguimiento total de cada transacción, sin excepciones.

«El BCE extiende líneas swap y repo a socios clave para garantizar la fluidez monetaria.»

Esta afirmación revela el carácter internacionalista del proyecto. El euro deja de ser una moneda al servicio de los europeos para convertirse en una divisa de control global. Quien controle el euro digital controlará nuestras compras, nuestras donaciones, nuestras decisiones.

Además, las palabras de Lagarde revelan que este sistema no será voluntario. El euro digital y nuevo orden mundial van de la mano de un modelo de economía de vigilancia, donde cada ciudadano es rastreado en tiempo real, y cada transacción registrada.

El globalismo económico contra la soberanía nacional

El discurso de Lagarde celebra que el euro sea la segunda moneda mundial. Lo que omite es que esa posición ha sido utilizada para imponer políticas de austeridad, ideologías de género y restricciones a la libertad económica de los países miembros.

Con el euro digital y nuevo orden mundial, el globalismo consolida su herramienta definitiva. No bastan ya las «recomendaciones» desde Bruselas. Ahora se busca el control directo sobre el ciudadano medio, eliminando el dinero físico y vinculando cada transacción a la identidad personal.

Es el fin del anonimato financiero. Es la muerte de la soberanía fiscal. Es la puerta abierta a una economía de crédito social al estilo chino. Todo bajo el pretexto de «resiliencia y credibilidad». Esta propuesta representa un salto cualitativo hacia un modelo de sociedad donde el ciudadano pierde toda capacidad de decisión económica real.

El euro digital y nuevo orden mundial representan un proyecto totalitario disfrazado de modernidad. No hay nada inevitable en su implantación.

Quien controla la moneda, controla a la población. Y eso no se puede tolerar.

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1 comentario en «El BCE asume la llegada de un nuevo orden mundial y la necesidad de cambiar el euro para llevarlo a lo más alto»

  1. Cada vez nos acercamos más a la novela de anticipación de George Orwel: «1984». un poco más tarde pero en ello estamos. Y la resistencia es dificil, puede ser que tengamos que volver al trueque y al oro, separando laminillas y llevar una balanza para poder ir pagando. Una pena, pues es la ingeniería social más brutal por parte de la EU.

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