Democracia y Libertad | Jacinto Seara

Estamos hasta la saciedad de noticias que no abordan los temas realmente importantes de los españoles. Los medios de comunicación, salvo excepciones, nos cuentan todo sobre lo realizado por Íñigo Errejón, tras la denuncia de una presunta sufridora de sus abusos sexuales y una buena investigación periodística. Mejor aún la realizada sobre el llamado caso Koldo y todas sus derivaciones, lo mismo con las presuntas irregularidades de la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, o las que presuntamente ha realizado su hermano. Todas en manos de jueces que están actuando ayudados por los servicios especializados de la Guardia Civil y, en algunos casos, de la Policía Nacional.

 La reacción de los partidos políticos ha sido de defensa a ultranza y de acusación a los otros; por ejemplo, el PP ante su clamoroso error en la votación de la ley sobre las penas de prisión (ley que salió adelante con sus votos) que favorece claramente a los etarras encarcelados y sin arrepentimiento. Como en otras ocasiones, no asume sus errores, siempre son de los demás. Mismo modo de actuar de los socialistas, como he escrito anteriormente.

Como en el siglo XIX y parte del XX España tiene graves problemas sociales (falta trabajo, especialmente el estable, muchas familias no comen, tienen que ir a ONG, faltan pisos…), y culturales: olvidamos a Velázquez, el Greco, Murillo, Cervantes, Lope de Vega, Espronceda, Bécquer, Galdós, Benavente, Ramón y Cajal…, que vivíamos culturalmente. En lo que va de este siglo lo hemos perdido, tenemos que recuperarlos, volviendo a nuestra Constitución y ejercer efectivamente la democracia y la libertad que se plasma en ella. Nos han invadido las ideologías emanadas de Puebla y de la UE, que nos alejan de nuestro modo de vivir y sentir desde los romanos, cuya cultura, como la judeocristiana, hicimos nuestra.