Las 7 claves que debes saber sobre la posible dimisión de Sánchez y no perderte en el bosque

caida de pedro sanchez: dimisión

La figura de Pedro Sánchez está atravesando su momento más frágil desde que accedió al poder. España está en cuenta atrás para la caída de Sánchez. Tanto derechas como izquierdas esperan la caída de Pedro Sánchez de manera inmediata.

Las últimas semanas han destapado los numerosos escándalos de su gobierno, la descomposición de su liderazgo, la fractura interna del PSOE. Ayer viernes, la UCO entró en la sede del PSOE en Ferraz, Adif, el Ministerio de Transportes y Carreteras en busca de documentos de la trama de Cerdán, Ábalos y Koldo.

En este escenario de máxima tensión, muchos se preguntan si el presidente está acabado o si aún tiene alguna jugada oculta. Analizamos, paso a paso, el estado actual de su presidencia y lo que se juega España con su posible salida. Son respuestas a 7 preguntas para no perderse en el bosque de lo que está pasando.

¿Pedro Sánchez está «tocado»?

Sí, Pedro Sánchez está claramente tocado, pero no hundido…por ahora. Su desgaste no es solo político, sino también institucional y moral. Ha acumulado crisis internas, escándalos públicos, de corrupción familiar y de partido, así como una evidente desconexión con la calle. La arrogancia con la que se ha manejado en los últimos años le ha restado apoyos clave. Su figura ya no es vista como garantía de estabilidad, ni siquiera por quienes lo impulsaron desde las élites mediáticas o económicas ni, incluso, sus socios de gobierno. Su prestigio exterior también se ha debilitado y su liderazgo internacional se ha evaporado, sobre todo tras su errática gestión de la justicia, la amnistía y la sumisión a los independentistas.

¿Sánchez podría dimitir?

Sánchez podría dimitir, pero no por convicción moral o sentido de Estado, sino como parte de una operación calculada. Su estilo es el de un jugador de poder, no el de un estadista. Una eventual dimisión solo llegaría si sirve a sus propios intereses. De ahí que surjan dudas sobre si su marcha sería definitiva o solo un paso atrás para preparar una nueva ofensiva.

La gran pregunta es: ¿Qué ganaría dimitiendo? La respuesta está en su control de los resortes del poder y del relato. Pero hay otra cara de la moneda: «Pierde más de lo que gana. Cuando se vaya ya no controlará y dependerá de otros». Perder el poder significaría también perder su escudo de impunidad y su dominio sobre el aparato institucional del Estado.

Por ello, una forma de dimisión sería poner a otra persona de su confianza, ¿Salvador Illa?, como presidente de gobierno transitorio. Eso le permitiría seguir controlando los tiempos a corto plazo.

¿Sánchez ha dimitido?

No. A pesar del creciente murmullo político y mediático, Pedro Sánchez no ha dimitido. «No, aún no lo ha hecho. Lo que se oye son voces externas y algunas internas. Incluso ya hablan de fechas: antes del 5 de julio, y elecciones generales en septiembre. Los partidos están «calentando motores» y preparando su maquinaria electoral a la espera, pero no lo ha hecho. Esa es la situación actual: tensión contenida, ambiente preelectoral, pero sin una decisión formal por parte del presidente.

Él ya ha decidido que no se va, pero está de los nervios…tiene miedo. La decisión de Sánchez tiene una explicación estratégica. Como hemos mencionando anteriormente, Sánchez abe que en el momento en que abandone La Moncloa pierde no solo el Gobierno, sino también su capacidad de maniobra y su red de protección. Por eso mide cada paso, cada palabra, cada silencio. El sanchismo, antes que un proyecto político, es una maquinaria de poder personalista.

¿Le quedan a Sánchez opciones de salvarse?

Sí, le queda una opción, aunque altamente peligrosa para la democracia: el golpe de Estado institucional. No con tanques ni uniformes, sino con leyes, decretos y reformas tramposas. «Sánchez tiene alguna opción? Sí, la huida hacia adelante con el golpe de Estado institucional. La ley Bolaños le puede salvar. Y quiere esperar. Le queda tres meses».

La llamada Ley Bolaños busca someter al poder judicial al Ejecutivo. Es la llave maestra con la que Sánchez pretende blindarse y consolidar un modelo político donde el control absoluto del Estado quede en manos de su entorno. Su idea es clara: si no puede convencer, dominará. Si no puede gobernar democráticamente, lo hará por imposición legal. Esa es su última carta, y no dudará en usarla.

¿Aguantará Sánchez tres meses?

Todo indica que Sánchez no podrá resistir tres meses, a pesar de su intención de hacerlo. Ya no depende solo de él. ¿Aguantará tres meses? Las élites que han apostado por su recambio a favor de Feijóo no quieren darle esa oportunidad. Este giro es clave.

Los que antes lo sostenían —medios afines, multinacionales, organismos globalistas— ahora lo ven como un lastre. Buscan una transición ordenada hacia otro perfil que garantice estabilidad sin abandonar la Agenda 2030 ni la ingeniería social. Sánchez es ya un fusible quemado. El problema es que ese recambio no supone una verdadera alternativa, sino una continuidad con nuevos rostros.

¿Es Feijóo una alternativa?

Alberto Núñez Feijóo no representa una alternativa real. Puede ofrecer una estética más moderada, un discurso más templado, pero en el fondo no rompe con el sistema que ha debilitado a España durante décadas. «¿Es Feijóo una alternativa? Claramente no. Es más de lo mismo. Es el recambio de las élites globalistas. Seguirá la Agenda 2030 y la hoja de ruta de la ingeniería social».

Feijóo ha evitado enfrentarse a las leyes ideológicas del sanchismo, no ha desmontado los postulados de la izquierda cultural, y ha coqueteado con pactos blandos con el separatismo. Representa la versión tecnocrática del mismo problema. Para quienes defendemos la familia, la vida, la unidad nacional y la soberanía, Feijóo no es solución, sino parte del mecanismo de control político que mantiene sometida a la nación española.

¿Qué se habrá ganado y perdido con la salida de Sánchez?

La marcha de Pedro Sánchez, si se concreta, supondrá un alivio institucional. Se frenaría el deterioro del Estado de Derecho y se evitaría, al menos en lo inmediato, un modelo autoritario basado en el control total de los poderes. Pero esa victoria será incompleta si no se acompaña de un cambio profundo del sistema. «¿Qué se habrá ganado y perdido con la salida de Sánchez? Se ganará que no permanezca en un golpe de Estado como pretende Sánchez. Se perderá que el bipartidismo habrá ganado de nuevo».

Ese es el gran riesgo: que la salida de Sánchez sea vista como una victoria democrática, cuando en realidad solo supondrá el retorno del bipartidismo decadente, del falso equilibrio entre PSOE y PP, dos caras del mismo proyecto globalista. Se eliminará al ejecutor, pero no el plan. Se cambiará el rostro, pero no el sistema.

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5 comentarios en «Las 7 claves que debes saber sobre la posible dimisión de Sánchez y no perderte en el bosque»

  1. … la 8ª clave es que si dimitiera (dudoso) y convoca elecciones volverá a ganar, él, o su homónimo feijoo
    ¿quién tiene el control del sistema informático de recuento de votos?… pues eso

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  2. Orden de prioridades:
    1º Detener la aprobación de las Leyes que van a proponer y las ya propuestas ( Bolaños, Amnistía, etc.)
    2º Comenzar a sacar de los puestos clave a personas y cargos que ofrezcan duda de honestidad y patriotismo.
    3º Exigir desde las Organizaciones Civiles a los nuevos Rectores, desde el primer momento, información veraz y actuaciones de gobierno restauradoras del orden constitucional y administrativo, por orden de importancia.
    4º Promover de inmediato, la total independencia del Poder Judicial.
    5º Comenzar rápidamente con los estudios para un reforzamiento de la Constitución Española, para que garantice indefectiblemente la real soberanía del Pueblo Español. Que jamás pueda el propio Gobierno, ni nadie, atentar contra el Estado.
    6º Comenzar los estudios para el examen y remodelación de todas las Instituciones del Estado.
    Esto solo será un comienzo, por que,…………….quedan infinidad de cosas por mejorar. Serán planes a medio y largo plazo.
    De «más de lo mismo….con otros actores «…………..¡¡¡ nada de nada !!!

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  3. Estamos en una posición muy dificil. Nos gobierna un autocrata narcicista que me recuerda al flautista de Hamelin y lo hemos permitido, o mejor dicho, nos lo han impuesto los independentistas y la extrema izquierda, pues todos ellos, incluido el PSOE que hoy tambien es extrema izquierda, quieren destruir el Estado, la Constitución y la monarquia. Sus tentaculos han ido invadiendo durante años la administración, comprando voluntades y acaparando absolutamente todos los estamentos que supongan algun tipo de poder y donde ellos no gobiernan tambien han situado a su gente para que obtaculizen todo aquello que no les interese. Les importa un pepino los problemas de los españoles, porque su único proposito es controlar el poder y vivir del sistema. Por eso tenemos una carga impositiva bestial, porque tienen que mantener engrasada su maquinaria de prebendas, que no de ayudas sociales como nos dicen.
    Fundamental es que no consigan dominar el poder judicial, porque si ganan esa lucha estamos totalmente perdidos y los que ya vivimos una dictadura, más bien dictablanda, volveremos a estar bajo un poder onnimodo, disfrazado de una democracia que ya no existirá.

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