Mientras Estados Unidos negocia un alto el fuego entre Rusia y Ucrania, las singulares estrategias de la administración Trump hacia China, Rusia e Irán se hacen más evidentes. Al mismo tiempo, la administración está redefiniendo las alianzas e instando a sus socios a reforzar su defensa en lugar de depender de la tradicional generosidad estadounidense.
Esta estrategia multifacética pretende reformular el orden global aislando a los tres adversarios de Estados Unidos, con el objetivo final de asestar un golpe decisivo a China.
Estrategia de Rusia
El presidente Donald Trump se centra en resolver rápidamente el conflicto entre Rusia y Ucrania, ofreciendo a Moscú una salida y manteniendo la presión sobre China, que sigue siendo su principal objetivo. Tras asumir el cargo, modificó la política estadounidense hacia Rusia, incorporando una combinación de incentivos y cierto nivel de coerción, con un mayor énfasis en los primeros. Esta estrategia ha dado resultados positivos, iniciando conversaciones para un alto el fuego.
El 22 de enero, a pocos días de asumir la presidencia, Trump publicó en su plataforma Truth Social: “Le haré un gran FAVOR a Rusia, cuya economía está fallando, y al presidente Putin. ¡Lleguen a un acuerdo ahora y DETENGAN esta guerra absurda! Esto solo va a empeorar. Si no llegamos a un acuerdo pronto, no me queda otra opción que imponer altos impuestos, aranceles y sanciones a todo lo que Rusia venda a Estados Unidos y a otros países participantes. ¡Acabemos de una vez con esta guerra, que nunca habría comenzado si yo fuera presidente!”.
El Kremlin respondió con rapidez. El 12 de febrero, Trump y el presidente ruso, Vladímir Putin, hablaron por teléfono y acordaron iniciar negociaciones de inmediato para detener el conflicto y romper así el estancamiento diplomático.
El 18 de febrero, los equipos estadounidense y ruso se reunieron en Arabia Saudita, reanudando la interacción habitual y sentando las bases para las negociaciones de un alto el fuego. El 18 de marzo, una segunda llamada entre Trump y Putin se centró en detener los ataques a la infraestructura energética. Esto dio inicio a las conversaciones técnicas sobre un alto el fuego marítimo en el Mar Negro, una tregua más amplia y un acuerdo de paz duradero.
El 25 de marzo, la Casa Blanca detalló reuniones separadas de Estados Unidos con Rusia y Ucrania, para garantizar la seguridad de la navegación en el Mar Negro y un compromiso mutuo de preservar la infraestructura energética. Estados Unidos también se comprometió a apoyar las exportaciones agrícolas y de fertilizantes de Rusia, a la vez que ayudaba a Ucrania a recuperar a los civiles detenidos y a los niños desplazados por Rusia.
Los próximos pasos probablemente abordarán cuestiones relacionadas con las fronteras territoriales, el mantenimiento de la paz, el alivio de las sanciones y las garantías de seguridad. Mientras Moscú coopere, Trump preferirá ofrecer incentivos. Sin embargo, si Rusia adopta una postura más rígida, está dispuesto a retirarse, lo que obligará al Kremlin a considerar alternativas, especialmente ante una posible traición por parte de Pekín. La estrategia de Trump se centra en crear una brecha entre Rusia y China, a la vez que presiona a ambas naciones.
Estrategia de China
Respecto a China, Trump emplea un enfoque dual de presión intensa y compromiso selectivo.
Los aranceles encabezan la ofensiva. Alegando la incapacidad de China para frenar el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos, impuso un arancel adicional del 10 % a las importaciones chinas, vigente desde el 4 de marzo.
Además, durante una reunión en Canadá el 14 de marzo, los ministros del G7 emitieron una declaración que endureció su postura sobre las prácticas comerciales, la expansión militar y las tensiones regionales del régimen chino. Cabe destacar que la declaración conjunta no hizo referencia a la política de «Una sola China», lo que indicaba apoyo a la participación de Taiwán en organizaciones globales. Washington probablemente influyó en este cambio.
Estas acciones sacudieron a China, pero Trump había intentado dialogar con Beijing.
En diciembre, el presidente estadounidense invitó al líder de China, Xi Jinping, a su toma de posesión; sin embargo, Xi declinó la invitación y envió en su lugar a su adjunto, Han Zheng. La idea de una reunión entre Xi y Trump generó gran interés, pero parecía que la Casa Blanca solo intentaba medir las reacciones y tantear el terreno.
El 22 de marzo, el senador Steve Daines (republicano por Montana) visitó Pekín, donde abordó el problema del fentanilo con el viceprimer ministro He Lifeng y sugirió la posibilidad de futuras conversaciones de alto nivel. Posteriormente, Daines también se reunió con el primer ministro chino Li Qiang, quien instó a Estados Unidos a optar por el diálogo en lugar de la confrontación.
Sin embargo, las acciones de Pekín sugieren resistencia. El 24 de marzo, promulgó una ley contra las sanciones extranjeras, lo que indica desafío.
Washington actuó con rapidez. Al día siguiente, Estados Unidos añadió 42 entidades chinas a su lista de restricciones a la exportación e impuso un arancel del 25 % a todos los bienes importados de dichos países que compran petróleo venezolano, lo que prácticamente detuvo las compras de China.
Pekín se mantiene firme en su postura contra Estados Unidos. Una reunión virtual celebrada el 26 de marzo entre el Representante Comercial de EE. UU., Jamieson Greer, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, no arrojó ningún avance. Además, la venta de los derechos portuarios del Canal de Panamá a BlackRock por parte de Li Ka-shing el 4 de marzo generó críticas tardías de Pekín, pero esta respuesta llegó demasiado tarde para tener relevancia.
Estrategia de Irán
Trump no ha pasado por alto a Irán, especialmente después de los ejercicios navales de ese país con China y Rusia el 9 de marzo.
El presidente estadounidense envió una carta al líder supremo iraní, Ali Jamenei, a principios de marzo, buscando negociar un acuerdo para frenar el rápido avance del programa nuclear de Teherán.
Sin embargo, Jamenei rechazó las negociaciones directas con Estados Unidos sobre el tema, diciendo: “Algunos gobiernos extranjeros y figuras dominantes insisten en las negociaciones, mientras que su objetivo no es resolver los problemas sino ejercer control e imponer sus propias agendas”.
El 15 de marzo, al finalizar el ejercicio trilateral, las fuerzas estadounidenses atacaron a los hutíes respaldados por Irán en Yemen. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, lo declaró una advertencia a Teherán: « Ha vuelto una era de paz, basada en la fuerza» .
Trump publicó posteriormente en redes sociales el 17 de marzo, prometiendo un » gran despliegue de fuerza » contra las represalias de los hutíes y responsabilizando a Irán por armar al grupo terrorista. Dos días después, exigió a Irán que suspendiera los suministros «inmediatamente», pronosticando la rápida derrota de los hutíes.
Los ataques tuvieron un doble propósito: enviaron un mensaje a Pekín y Moscú. Tras una reunión celebrada el 14 de marzo en Pekín, en la que participaron representantes de China, Rusia e Irán para debatir el programa nuclear de Teherán, la escalada de Trump con los hutíes socavó los esfuerzos de mediación de Pekín. A medida que avanzaban las conversaciones entre Estados Unidos, Rusia y Ucrania en Arabia Saudí, se puso de manifiesto la disposición de Trump a actuar contra Moscú si fuera necesario.
Trump está jugando un juego diferente con China, Rusia e Irán para dividirlos, apuntando a golpear más duramente a China.
El panorama más amplio
En un mundo caótico e incierto, Trump utiliza eficazmente todos los recursos disponibles. Estados Unidos debe aunar todos sus recursos para enfrentarse a China. Cuanto antes sus aliados y socios comprendan esta estrategia y ofrezcan su apoyo, más rápido se debilitará China y podría colapsar.
Una vez que caiga China, Rusia carecerá de los medios para sostener sus esfuerzos bélicos, Irán se encontrará sin apoyo y las organizaciones terroristas lucharán por sobrevivir. Solo entonces se podrá restaurar la estabilidad global, restablecer el orden internacional y las naciones podrán disfrutar de una existencia pacífica.
Comparte en Redes Sociales |
Evita la censura de Internet suscribiéndose directamente a nuestro canal de Telegram, Newsletter |
Síguenos en Telegram: https://t.me/AdelanteEP |
Twitter (X) : https://twitter.com/adelante_esp |
Web: https://adelanteespana.com/ |
Facebook: https://www.facebook.com/AdelanteEspana/ |