La dupla oscura: Zapatero y Sánchez deben rendir cuentas ante la Justicia

La dupla oscura: Zapatero y Sánchez

Los audios ‘secretos’ de Koldo desvelan el papel de Zapatero como ‘presidente en la sombra’ de Sánchez

Los audios ‘secretos’ de Koldo han desatado una tormenta política que no solo salpica al entorno de Pedro Sánchez, sino que desenmascara la influencia cada vez más visible de José Luis Rodríguez Zapatero, quien opera como un auténtico presidente en la sombra. Lo que parecía un simple caso de corrupción durante la pandemia ha destapado, en realidad, una estructura de poder doble: una fachada institucional bajo Sánchez, y un núcleo oculto de poder en manos de Zapatero. Esa simbiosis, peligrosa y profundamente antidemocrática, confirma lo que muchos veníamos denunciando: Zapatero y Sánchez forman una dupla oscura que debe ir a los tribunales. No solo Sánchez. Ambos

El poder sin rostro que carcome las instituciones

España vive desde hace años un proceso de deterioro institucional sin precedentes. El Tribunal Constitucional colonizado, la Fiscalía al dictado del Ejecutivo, el CIS manipulado y una RTVE rendida ante el Gobierno no son simples síntomas, sino consecuencias del modelo político que hoy se impone desde La Moncloa… y desde Ferraz. Porque Zapatero nunca se fue, simplemente cambió de despacho.

El coche oficial que le lleva diariamente a la sede socialista no es un gesto nostálgico, es el símbolo de un poder paralelo. Medios de comunicación, parlamentarios e incluso dirigentes del PSOE han confirmado que Zapatero dirige reuniones clave, define pactos y media con personajes como Carles Puigdemont, el mismo que declaró la independencia de Cataluña.

Zapatero no ostenta cargo alguno, pero da órdenes. No fue elegido por nadie, pero mueve los hilos de un gobierno legítimo solo en apariencia. Esta situación es incompatible con cualquier democracia seria. Y por ello, insistimos: Zapatero y Sánchez deben ir a los tribunales. No por lo que son, sino por lo que han hecho.

De Venezuela a China: la telaraña exterior

Pero lo más inquietante no está solo en España. El papel de Zapatero como embajador oficioso de regímenes totalitarios como Venezuela y Nicaragua está más que documentado. Su relación con Nicolás Maduro y con grupos bolivarianos no es anecdótica: ha intervenido en negociaciones, ha recibido reconocimientos del chavismo y ha hecho declaraciones escandalosas en defensa de dictadores.

Por si fuera poco, fuentes diplomáticas y de inteligencia apuntan a reuniones discretas del expresidente con representantes del régimen chino. ¿A qué obedecen estos contactos? ¿Qué intereses hay detrás? ¿Qué empresas, qué contratos, qué compromisos?

España necesita respuestas. Y si las instituciones del Estado no las exigen, la Justicia debe actuar. No se trata de rumores ni de sospechas ideológicas. Se trata de la dignidad de una nación, de la soberanía nacional y de la transparencia pública. Todo lo que Zapatero y Sánchez representan hoy, es lo contrario.

Caso Koldo: el hilo del escándalo

El estallido del caso Koldo ha sido el detonante. Las grabaciones conocidas revelan adjudicaciones irregulares durante la pandemia, compras infladas de material sanitario y un sistema de cobros ilícitos. En este contexto, Zapatero aparece como figura clave, como intermediario y asesor de fondo.

Sánchez ha escenificado una huida hacia adelante: declaraciones emotivas, ruedas de prensa efectistas y promesas de regeneración. Puro teatro. La estructura de corrupción sigue intacta. Y Zapatero sigue en su puesto, sin responsabilidad política alguna pero con más poder que muchos ministros.

Los audios filtrados no solo señalan delitos económicos. Señalan una manipulación consciente de los resortes judiciales, un intento de blindar al PSOE desde las cloacas del poder. Si esto no es un delito, lo roza peligrosamente.

El discípulo fiel y su mentor silencioso

Lo que estamos presenciando es más que una colaboración política. Es una simbiosis de poder, donde Sánchez es el ejecutor y Zapatero el mentor. Un modelo sin transparencia, sin control parlamentario, sin contrapesos. Un modelo profundamente antidemocrático.

El sanchismo, con su desprecio por la Constitución y su alianza con separatistas y filoetarras, no es un invento de Sánchez. Es la herencia directa del zapaterismo. Todo lo que hoy vive España —la división nacional, la persecución de jueces, la censura mediática, la descomposición del Estado de Derecho— nació bajo Zapatero y ha madurado con Sánchez.

Y no se trata de una lucha entre ideologías. Se trata de defender la legalidad, la verdad, la unidad de España y la moral pública. Se trata de impedir que dos hombres, sin legitimidad ética, se apropien del país.

España no puede permitirse más silencios. La Fiscalía General del Estado, los tribunales, la Audiencia Nacional, deben dejar de mirar a otro lado. No basta con procesar a intermediarios. No basta con castigar a testaferros. Es imprescindible llegar hasta el vértice de la pirámide.

Zapatero y Sánchez deben rendir cuentas. Por sus actos, por sus omisiones, por su control paralelo del poder y por los daños irreversibles que han provocado a la Nación.

Porque si no se hace justicia ahora, el mensaje será demoledor: que en España se puede saquear, dividir y manipular sin consecuencias. Que el poder informal está por encima de la ley. Que los “presidentes en la sombra” pueden actuar con total impunidad.

Los audios del caso Koldo no son simples pruebas de corrupción. Son la señal de alarma que el país no puede ignorar. Zapatero y Sánchez han construido un poder oscuro, arrogante y peligroso.

Zapatero y Sánchez deben sentarse ante un juez.
Y si la Justicia aún respira en España, que actúe. Ya.

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1 comentario en «La dupla oscura: Zapatero y Sánchez deben rendir cuentas ante la Justicia»

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