Son «vendidos». Están agarrados a las subvenciones. Son «correas de transmisión» de los partidos de izquierda. Por eso apoyan cualquier iniciativa del gobierno aunque vayan contra los que dicen defender.
El nuevo pacto climático impulsado por el Gobierno cuenta con el apoyo de los sindicatos socialista y comunista UGT y CCOO, que una vez más traicionan al campo y a la industria para seguir sujetos a subvenciones.
Los sindicatos, lejos de defender a trabajadores, agricultores y ganaderos, han vuelto a colocarse como correas de transmisión del socialismo. Mientras hablan de “emergencia climática”, destruyen sectores productivos esenciales para España.
El apoyo sindical al pacto climático
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, calificó como «una necesidad» el pacto climático del Ejecutivo. Según él, la supuesta «emergencia climática» «es una realidad en nuestro país que va a ir creciendo». Con esas palabras, justificó un nuevo marco de restricciones contra la economía real.
Por su parte, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, no se quedó atrás y afirmó que el pacto es «necesario». Ambos líderes se alinean, como siempre, con el discurso gubernamental, aunque ello suponga arruinar a quienes dicen representar.
El apoyo de UGT y CCOO al pacto climático vuelve a retratar la servidumbre de estas organizaciones, que no cuestionan la ideología climática dictada desde Bruselas ni las consecuencias para la economía nacional.
Consecuencias del pacto: restricciones y despilfarro
El acuerdo aprobado incluye medidas que van en contra de la lógica y del sentido común. Entre ellas:
- La adaptación de la legislación y del territorio a unas temperaturas “más severas”.
- La creación de una amplia red de refugios climáticos, otro gasto inútil que terminarán pagando los contribuyentes.
Mientras agricultores y ganaderos reclaman menos burocracia, más apoyo al mundo rural y libertad para mantener limpios los montes según las tradiciones de siempre, el Gobierno despilfarra dinero en proyectos ideológicos sin resultados reales.
El pacto climático apoyado por UGT y CCOO no tiene como objetivo proteger el medioambiente, sino consolidar la agenda 2030 y someter a España a las imposiciones de burócratas europeos que nadie eligió.
El campo español: el gran sacrificado
Los agricultores y ganaderos españoles viven una situación límite. A la presión fiscal, la competencia desleal de terceros países y el abandono institucional, se suma ahora el peso de nuevas restricciones derivadas del pacto climático.
Mientras tanto, las verdaderas soluciones que piden los profesionales del campo son claras:
- Volver a usos y costumbres tradicionales que permitían limpiar los montes y prevenir incendios.
- Reducir burocracia que ahoga la actividad agrícola y ganadera.
- Impulsar una apuesta real por el mundo rural, frente a políticas globalistas que no solo desconocen la realidad del campo sino que quiere destruirlo.
Sin embargo, UGT y CCOO con el pacto climático se alinean con la izquierda y con Bruselas, no con los trabajadores del campo ni de la industria.
Sindicatos vendidos y atados a subvenciones
Resulta evidente que UGT y CCOO no actúan como organizaciones independientes, sino como correas de transmisión del PSOE y de la izquierda en general.
Se financian con subvenciones millonarias que provienen del dinero de todos los españoles, y por ello no cuestionan ninguna de las medidas gubernamentales, aunque estas destruyan empleo y soberanía nacional.
No sorprende entonces que apoyen el pacto climático. Son “comegambas” al servicio de intereses políticos, no defensores de los trabajadores. Su objetivo no es mejorar las condiciones laborales, sino mantener privilegios y seguir viviendo de la política.
Un pacto decidido en Bruselas y sus consecuencias
El origen de estas políticas se encuentra en despachos de Bruselas donde burócratas globalistas no elegidos deciden el rumbo energético, productivo e industrial de las naciones europeas.
De esas decisiones derivan catástrofes como: La riada de Valencia, vinculada a la mala gestión del territorio; Los apagones eléctricos, consecuencia del abandono de la energía tradicional y los incendios forestales, agravados por la falta de limpieza de montes.
El pacto climático apoyado por UGT y CCOO no soluciona nada de esto. Solo crea nuevas cargas para agricultores, ganaderos e industrias, mientras los sindicatos se aseguran un lugar en la mesa del poder.
La traición a los trabajadores españoles
El pacto climático supone una traición directa a quienes trabajan en sectores productivos. Se aprueba en nombre de una supuesta “emergencia climática” que se utiliza como excusa para imponer ideologías globalistas y vaciar de contenido la soberanía nacional.
Mientras los trabajadores pierden empleo y los agricultores ven arruinadas sus explotaciones, los líderes sindicales disfrutan de privilegios, viajes, subvenciones y buen vivir. En lugar de defender a los suyos, los entregan al poder político. Son la casta sindical.
El apoyo de UGT y CCOO al pacto climático resume la realidad: sindicatos vendidos, más preocupados por contentar a la izquierda que por proteger el futuro de España. Es una muestra más de su traición al campo, a la industria y a los trabajadores españoles. En lugar de plantarse frente a políticas destructivas, se pliegan a la agenda ideológica del Gobierno y de Bruselas.
1 comentario en «Los «comegambas» UGT y CCOO apoyan el «pacto de Estado» sobre «cambio climático» que arruina al campo y la industria»
Los «comegambas» a lo suyo: comer gambas, enchufar adictos, y mantenerse a flote.