El principio del fin: el PSOE activa la sucesión de Pedro Sánchez
La sucesión de Pedro Sánchez ya ha comenzado, aunque de forma discreta. Varios dirigentes del PSOE han empezado a mover ficha. Esta operación, liderada por Juan Lobato, se produce tras la caída de Santos Cerdán, implicado por la UCO en la trama Koldo. Esta situación ha desatado una crisis interna que hace inevitable un cambio de rumbo.
La sucesión de Pedro Sánchez ya no es una hipótesis. Es una estrategia planificada, con nombres, reuniones secretas y contactos permanentes. Juan Lobato, exsecretario general del PSOE madrileño, coordina la operación junto a Eduardo Madina, el vicelendakari Mikel Torres y otros perfiles regionales con peso. No serán ninguno de ellos los que sucederán a Sánchez. Ellos son los que están el trabajo de contactos y haciéndole el juego al que saldrá como esperanza socialista dentro de poco, cuando Sánchez caiga
La caída del césar: Sánchez está amortizado
No lo dicen los rivales, lo dicen desde dentro: «Sánchez es un líder amortizado con independencia del tiempo que aguante». La sucesión de Pedro Sánchez es vista por muchos como inevitable. Según fuentes internas, el proceso ya estaba en marcha antes del escándalo Cerdán, pero este ha acelerado la maquinaria. Es cuestión de días, dicen.
Los implicados rechazan cualquier ligazón con el susanismo o con figuras como Emiliano García-Page. Buscan distanciarse de los barones clásicos y construir una «marca socialista» renovada. Esta vez, el recambio no vendrá desde las viejas estructuras, sino de una generación que fue humillada y desplazada por el aparato sanchista.
Reuniones discretas y traiciones anunciadas
La estrategia de sucesión de Pedro Sánchez incluye reuniones en la sombra, mensajes cifrados y listas negras. Algunos siguen formalmente al presidente, pero ya se han bajado del barco. «Desde el lunes van a empezar a salir», advierten desde dentro. Todo se acelera, pero sin cometer errores que permitan a Sánchez victimizarse.
Juan Lobato, ha soportado «broncas monumentales» por reunirse con Madina o hablar en medios críticos con el Gobierno. Pero eso no le ha frenado. Está jugando para «otro».
Este grupo busca reconstruir un PSOE inspirado en Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba, alejándose del tacticismo regionalista de barones como Page o Lambán. Pretenden una ruptura real con siete años de degradación institucional.
El fin de una era: el PSOE se rearma sin Sánchez
La sucesión de Pedro Sánchez no tiene vuelta atrás. Lo saben en Moncloa. Lo sabe Ferraz. Y lo sabe Europa. El presidente, aunque conserve increíblemente un «suelo electoral», ya no tiene autoridad moral ni el respaldo de los cuadros intermedios del partido.
La resistencia está agotada. La guardia pretoriana del sanchismo ha empezado a caer. Ya no pueden tapar la corrupción, ni reprimir las voces críticas. Las listas de traidores se llenan, y los movimientos se intensifican. Esta generación intermedia del PSOE, harta de humillaciones, toma posiciones.
La oposición interna, aunque no se reconozca como tal, ya actúa como una alternativa. Exige un Congreso Extraordinario del PSOE. Pudiera ser el Congreso Federal del PSOE del 5 de julio. La presión aumenta. Cada escándalo, cada caída, cada filtración acerca la hora cero. Sánchez ya no manda. Solo resiste.
La sucesión de Pedro Sánchez es más que un recambio generacional. Es un ajuste histórico. El PSOE está herido, moribundo, pero algunos de sus cuadros quieren salvar lo poco que queda del partido.
1 comentario en «Los dirigentes socialistas que dicen «basta» y ya gestionan en secreto una alternativa sucesoria en el PSOE»