La vieja guardia del PSOE en el Congreso de Sevilla: ¿Última oportunidad para desbancar a Sánchez?

Felipe González asegura que el PSOE «no tiene un proyecto de país»: «Ahora no somos alternativa en la mayoría de los sitios»

El Congreso Federal del PSOE, programado para finales de noviembre en Sevilla, podría marcar un antes y un después para el partido. La situación actual revela un fuerte descontento interno que ha sido alimentado por las críticas de figuras como el ex-presidente Felipe González, quien, con contundencia, ha declarado que el PSOE «no tiene un proyecto de país«. La opinión pública y los propios militantes se preguntan si este cónclave socialista será el escenario en el que la vieja guardia tome el control, desafiando la dirección de Pedro Sánchez, quien enfrenta no solo la presión de sus propios barones, sino también una serie de escándalos de corrupción – familiares y de partido- que han minado su credibilidad y que le acercan cada vez a la imputación personal. La «huida» en Valencia dejando solo a los Reyes ante el pueblo indignado por el abandono de las administraciones con la DANA ha sido la «gota » que ha colmado el vaso.

El declive de Sánchez: entre la corrupción y la pérdida de confianza

Los últimos años de Sánchez en el poder han estado plagados de controversias, tanto dentro como fuera del PSOE. Numerosos casos de corrupción han salpicado a su persona, a su familia, al partido y a la administración, creando un terreno fértil para que los críticos dentro del partido exijan un cambio radical. De hecho, muchos ven en el Congreso Federal del PSOE que se celebrará a finales de noviembre en Sevilla una oportunidad para «poner fin» a una dirección desgastada, fracasada…corrupta y cada vez más alejada de las bases del PSOE y del electorado. Sánchez se encuentra en una situación límite que incluso podría llevarle a enfrentarse a la justicia, en un escenario de declive que parece casi inevitable.

Este sentimiento de gran malestar no es exclusivo de las bases socialistas, sino que se extiende a la vieja guardia. Felipe González, expresidente del Gobierno y figura emblemática del partido, ha expresado de forma pública sus preocupaciones acerca del rumbo que el PSOE ha tomado bajo el liderazgo de Sánchez. González considera que el partido carece de «un proyecto de país autónomo, con vocación mayoritaria y con autonomía estratégica», lo cual ha resultado en una posición política que cambia según las necesidades coyunturales de cada votación. Para González, esta falta de consistencia ha convertido al PSOE en una organización que ha perdido su identidad y su rol como alternativa viable para una mayoría social.

Críticas de Felipe González: «El PSOE ya no es el partido que representaba un proyecto de país»

Las palabras de González han resonado con fuerza en el entorno político. Según el exmandatario, «El PSOE es el único partido que representaba lo que es un proyecto de país, aceptando la pluralidad y la diversidad… Ahora no somos alternativa en la mayoría de los sitios«. Sus declaraciones reflejan la percepción de que el PSOE, a ojos de González, traiciona los principios fundacionales del partido. Para él, este gobierno favorece a aquellos que «no quieren un proyecto de país», calificándolo como «reaccionario» en su apoyo a las fuerzas independentistas, a las que considera «insolidarias».

Estas afirmaciones no solo son una crítica al liderazgo de Sánchez, sino que representan una advertencia para los militantes: si el PSOE no recupera un proyecto que represente los intereses de toda España, podría perder el apoyo de su electorado en muchos territorios. La alusión a las alianzas con partidos independentistas y la falta de una visión unitaria del país resuenan con un sector importante del partido, que teme que el PSOE se esté apartando de su base electoral.

¿Candidatos alternativos en el horizonte?

En este escenario de descontento, González ha insinuado que existen figuras dentro del PSOE que podrían suceder a Sánchez, aunque ha evitado mencionar nombres por razones estratégicas: «En el PSOE hay gente valiosa capaz de suceder a Pedro Sánchez, si bien prefiero no dar nombres porque si se conocen públicamente, están muertos«. Estas palabras parecen sugerir que existen personalidades dentro del partido con la capacidad y el respaldo suficiente para liderar una renovación, pero que aún no han dado el paso al frente. La incertidumbre sobre quién podría desafiar a Sánchez deja una puerta abierta a la especulación, aunque es evidente que la posibilidad de un candidato alternativo es real.

González también ha afirmado que «a los partidos renovarse siempre les viene bien, y al PSOE también». Esta declaración apunta a la necesidad de que el partido reflexione sobre su futuro, y que lo haga «con serenidad» y en «total libertad». La idea de una renovación interna que respete la pluralidad y permita la crítica constructiva podría, según sus palabras, ser la clave para recuperar el rol de alternativa política que el PSOE ha ido perdiendo.

Sevilla, ¿el escenario para un golpe de timón en el PSOE?

El Congreso de Sevilla podría ser el punto de inflexión que muchos dentro del partido están esperando. Las comparaciones con movimientos políticos recientes, como el que llevó a la vicepresidencia de los EE. UU. a Kamala Harris en detrimento de Biden, apuntan a la posibilidad de una maniobra similar dentro del PSOE. Fuentes internas aseguran que hay «ruidos de sables» y que Sevilla podría ser el escenario donde se produzca un cambio de liderazgo.

A pesar de las críticas y la presión interna, la historia reciente del PSOE muestra que estas crisis suelen generar «mucho ruido para la galería», pero sin traducirse en acciones concretas. «¿Quién le pone el cascabel al gato?», se preguntan desde el partido, en alusión a la dificultad de encontrar a alguien que se atreva a desafiar abiertamente a Sánchez y liderar un cambio drástico. Las palabras de González y de otros miembros de la vieja guardia han sembrado la semilla de la duda, pero aún está por verse si este Congreso Federal será capaz de materializar las críticas en una alternativa real.

La presión para que Sánchez abandone el liderazgo del PSOE es cada vez más palpable, pero la falta de un candidato claro, consensuado y visible plantea el riesgo de que fructifique. El Congreso de Sevilla podría ser una oportunidad para que el partido recupere la unidad y la confianza de sus bases, o bien para que surjan nuevas divisiones.

En definitiva, el Congreso Federal de Sevilla representa una encrucijada para el PSOE. En un momento de creciente desconfianza en el liderazgo de Pedro Sánchez, el partido tiene ante sí la oportunidad de redefinir su futuro o de sucumbir a las tensiones internas que han venido acumulándose en los últimos años. La vieja guardia está lista para actuar, pero la pregunta sigue siendo la misma: ¿Quién dará el primer paso?