El radicalismo climático se instala aún más en el gobierno de Sánchez: Joan Groizard, un talibán verde al mando energético

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
La reciente salida de Teresa Ribera hacia Bruselas no ha aliviado los temores de radicalización climática en el gobierno español; más bien, los ha profundizado. La llegada de Joan Groizard como secretario de Estado de Energía, segundo de la ministra Sara Aagesen, ha generado una creciente preocupación en el sector energético. Su perfil profundamente marcado por un extremismo radical verde seguidor a rajatabla de la agenda 2030 hacen temer una intensificación del sesgo ideológico en las políticas energéticas del país.

Un perfil radical con influencia creciente

Joan Groizard, antes de su nombramiento, ocupó cargos relevantes en el IDAE y previamente trabajó en el Gobierno de las Islas Baleares durante el mandato de Francina Armengol. En este contexto, Groizard ha ganado notoriedad por su aversión a la energía nuclear y por su rigidez ideológica de extrema izquierda. Según fuentes del sector, su carácter “tan talibán verde como Ribera o más” y su capacidad de influencia le convierten en una figura difícil de tratar.

Según fuentes del sector, su carácter “tan talibán verde como Ribera o más” y su capacidad de influencia le convierten en una figura difícil de tratar.

El control que Ribera le otorgó sobre los fondos europeos para la transición energética amplía su radio de acción, generando inquietudes sobre cómo su visión globalista e impulsora de la agenda 2030 podría priorizar criterios ideológicos sobre las necesidades reales del sistema energético español. En este sentido, su nombramiento constata que Pedro Sánchez ha optado por seguir una línea de radicalismo climático.

La ministra Aagesen, del optimismo inicial a la constatación de su agenda radical climática

El sector energético recibió inicialmente con cierto optimismo el ascenso de Sara Aagesen como vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Sin embargo, su elección de Groizard como número dos y la gestión de temas cruciales como el cierre nuclear y la inversión en redes eléctricas están generando dudas. En su primera acción pública, Aagesen visitó la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), una institución bajo cuestionamiento tras su papel en la gestión de la DANA en la Comunidad Valenciana. La ausencia de Ribera en este asunto, ocupada en asegurar su puesto en Bruselas, tampoco ha pasado desapercibida.

En paralelo, el debate nuclear continúa ganando relevancia. Cada vez son más las voces que exigen una prórroga en la vida útil de las centrales españolas. Desde instituciones como Foment del Treball, la Junta de Extremadura, la consultora PwC o el Foro Nuclear, hasta figuras como el exministro socialista Jordi Sevilla, se coincide en que el calendario de cierres nucleares defendido por Ribera es insostenible sin una alternativa energética viable.

Una deriva preocupante

El nombramiento de Joan Groizard marca una continuidad en la promoción del radicalismo climático que amenaza con poner en jaque la estabilidad del sistema energético español. Su perfil, definido por una ideología verde de extrema izquierda, suscita dudas sobre la capacidad del gobierno para abordar los desafíos energéticos con pragmatismo y visión a largo plazo. En este contexto, la elección Joan Groizard es la constatación de que el globalismo va a seguir impulsando la agenda 2030 en España.

Comparte en Redes Sociales
Evita la censura de Internet suscribiéndose directamente a nuestro canal de TelegramNewsletter
Síguenos en Telegram: https://t.me/AdelanteEP
Twitter (X) : https://twitter.com/adelante_esp
Web: https://adelanteespana.com/
Facebook: https://www.facebook.com/AdelanteEspana/

Deja un comentario