Sánchez sigue aumentando su guardia pretoriana: se blinda con récord histórico de asesores en plena crisis de gobernabilidad

El Gobierno de Pedro Sánchez se blinda con un récord histórico de asesores en plena crisis de gobernabilidad. Mientras España asiste atónita a un Ejecutivo acosado por los escándalos de corrupción y aislado en el Congreso, Sánchez sigue ampliando su red de leales dentro del Estado. Según los últimos datos recogidos por la Gaceta, el 1 de marzo Moncloa registraba 1.263 asesores y personal de confianza, 62 más que en diciembre. Es decir, un fichaje cada día laborable, una cifra sin precedentes que evidencia la estrategia del presidente: rodearse de un ejército de afines para resistir cueste lo que cueste.

Un régimen clientelar financiado con dinero público

Este incremento desmesurado de asesores no responde a una necesidad real de gestión, sino a una maniobra política para blindarse ante la debilidad parlamentaria. Sánchez no logra aprobar los Presupuestos y su dependencia de socios minoritarios e inestables lo ha dejado en una posición insostenible. Mientras tanto, el gasto en asesores se dispara sin control.

El caso más escandaloso es el del Ministerio de Presidencia, dirigido por Félix Bolaños, con 608 asesores bajo su mando, el mayor número en la historia de España. Otros ministerios clave, como Política Territorial, controlado por Ángel Víctor Torres, o Transición Ecológica, también han engordado sus nóminas, consolidando un modelo clientelar sin precedentes.

Mientras tanto, otros ministerios como Exteriores o Defensa pierden efectivos, lo que revela hacia dónde fluye realmente el poder en este Gobierno: el control de la agenda política y mediática. Más de 460 de estos asesores ocupan cargos de nivel 30, con sueldos superiores a 60.000 euros anuales, además de dietas y complementos. Muchos de ellos carecen de experiencia o preparación, pero tienen un rasgo común: su lealtad inquebrantable a Sánchez.

Sumisión absoluta: la clave de la guardia pretoriana de Sánchez

Los escándalos de corrupción han salpicado a varios de estos asesores. Casos como el de Koldo García, ex escolta de José Luis Ábalos, que sin experiencia alguna fue colocado en el Ministerio de Fomento y terminó implicado en una red de mordidas millonarias, reflejan cómo se distribuyen estos puestos. Otros ejemplos incluyen el escándalo de la niñera de Irene Montero, elevada a cargo público, o los vínculos entre asesores y Begoña Gómez, la esposa del presidente. Esto confirma el clientelismo desbocado en el que se basa su gobierno, donde la fidelidad pesa más que la capacidad.

España, un caso único en Europa

El modelo clientelar de Sánchez no tiene comparación en Europa. En Reino Unido, con más población que España, hay apenas 128 asesores. En Francia, con 68 millones de habitantes, solo 356. Mientras tanto, España nada en una red de privilegios y opacidad, donde la lealtad se compra con dinero público.

Un gobierno sin rumbo, pero blindado por sus fieles

Mientras la economía se resiente, la inflación golpea los hogares y la inseguridad crece, el Gobierno de Sánchez está más preocupado por engordar su estructura interna que por resolver los problemas reales de los españoles. La historia demuestra que los regímenes basados en el control absoluto y la sumisión inquebrantable acaban cayendo por su propio peso. La pregunta no es si el modelo de Sánchez se desmoronará, sino cuándo y qué consecuencias dejará en el país. Mientras tanto, los españoles siguen pagando con sus impuestos los caprichos de un presidente cada vez más aislado de la realidad.