La última evidencia de la sumisión del Gobierno de Pedro Sánchez a los intereses globalistas y ajenos a la soberanía nacional se materializa en el dominio absoluto de la República Popular China sobre las importaciones españolas. Los datos son claros: China ya es el principal proveedor de bienes a España, superando incluso a nuestros socios europeos tradicionales y aplastando en cifras a Estados Unidos. Este giro estratégico, auspiciado por un presidente que nos pone directamente en manos de una dictadura comunista.
China desbanca a Alemania y lidera las importaciones españolas
En enero de 2024, según el diario Voz Populi, China exportó a España productos por valor de 4.070 millones de euros, superando así a Alemania, que durante décadas ocupó el primer lugar, con 3.712 millones. La dictadura de Xi Jinping ha desplazado sin miramientos a nuestros aliados naturales. Hoy, el 11% de todas las importaciones españolas provienen del régimen chino, según el último informe del Ministerio de Economía. Este dato representa un aumento del 23% respecto al mismo mes del año anterior.
Estados Unidos, desplazado: el nuevo socio es Pekín
El giro diplomático y económico no es casual. El propio Pedro Sánchez visitó Pekín recientemente por tercera vez en dos años para “reforzar” la relación comercial con China. El mensaje es claro: España prefiere los favores de una dictadura comunista a mantener alianzas estratégicas con naciones occidentales. Las cifras lo demuestran. En 2024, las importaciones desde China alcanzaron los 45.174 millones de euros, un 60% más que las provenientes de EE.UU.
Un desequilibrio comercial alarmante
Aunque algunas empresas españolas han incrementado sus exportaciones al gigante asiático en un 83% en la última década, el desequilibrio es colosal: solo 7.467 millones de euros exportados a China frente a los más de 45.000 millones que importamos. El déficit comercial con China asciende a 37.707 millones de euros en 2024, una cifra que roza niveles históricos y que compromete gravemente nuestra soberanía económica.
Advertencias del Banco de España: dependencia y riesgo estratégico
El Banco de España lo advierte sin rodeos, y recoge Voz Populi:
«La elevada dependencia comercial de la economía española con respecto a China podría suponer un riesgo si se produjeran interrupciones en los intercambios comerciales o aumentasen las tensiones geopolíticas.»
La institución señala que China representa el 20% de todas las importaciones extracomunitarias, muy por encima del segundo país proveedor, Estados Unidos, con un 13%. Además, subraya el “alto grado de concentración bilateral” en sectores como maquinaria, productos químicos, textil, automoción y manufacturas de consumo.
Un cambio de rumbo peligroso: de Washington a Pekín
España ha cambiado el eje de su política comercial, dejando de lado a sus aliados naturales para abrazar al régimen de control social, censura, ausencia de libertades y represión política más brutal del siglo XXI. El giro no es solo económico, es ideológico.
Algunos datos lo confirman:
«Las cuotas de importación de bienes de China se han visto triplicadas desde principios de los años 2000.»
El Banco de España también alerta de que
«en muchas categorías de productos las importaciones de China suponen un porcentaje elevado del total importado desde fuera de la UE.»
La Agenda 2030 en acción: sometimiento y dependencia
El servilismo de Pedro Sánchez hacia la Agenda 2030 y los poderes globalistas ha dado un paso más. Esta estrategia de desindustrialización, sumisión energética y ahora dependencia comercial absoluta de la dictadura comunista China, revela la hoja de ruta que el Gobierno socialcomunista ha trazado para España: destruir nuestra soberanía, vender nuestro futuro y entregarnos a una tiranía extranjera.
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