El Gobierno cede información clave a Huawei pese a las advertencias
Sánchez entrega datos sensibles a China. El Ministerio del Interior ha adjudicado a la empresa Huawei un contrato de 12,3 millones de euros para gestionar y almacenar las escuchas judiciales ordenadas por jueces y fiscales. Este paso representa una entrega de soberanía y pone en riesgo la seguridad nacional.
Este contrato, formalizado por la Dirección General de Racionalización y Centralización de la Contratación del Ministerio del Interior, se ha firmado en plena alerta internacional por los vínculos de Huawei con el régimen comunista chino.
Riesgo de espionaje y chantaje del Partido Comunista Chino
Huawei, conocida por su estrecha conexión con el aparato del Partido Comunista Chino, no es una compañía cualquiera. Estados Unidos mantiene un veto total contra la empresa desde 2019. La Comisión Europea pidió en 2020 excluir a compañías “de alto riesgo” como Huawei de las redes 5G. Alemania, Francia, Suecia y Reino Unido también han aplicado severas restricciones.
Pese a ello, el Gobierno de Pedro Sánchez ha optado por seguir contratando sus servicios. Y no se trata de tareas menores: hablamos del almacenamiento de comunicaciones interceptadas por orden judicial. Esto incluye información extremadamente sensible de casos penales, investigaciones por corrupción, crimen organizado o terrorismo.
Este hecho confirma una vez más que Sánchez entrega datos sensibles a China, ignorando advertencias de organismos de inteligencia aliados.
Un sistema tecnológico estratégico en manos extranjeras
Los datos serán almacenados en servidores OceanStor 6800 V5 de Huawei, un equipo de alta gama utilizado para manejar grandes volúmenes de información. Este sistema ya está presente en plataformas policiales críticas como SITEL. Esto ha generado preocupación en sectores de la Policía Nacional, la Guardia Civil y el CNI.
Según fuentes recogidas por The Objective, “hay malestar interno” porque se considera una incongruencia que mientras se habla de reforzar la ciberseguridad, se entregan los sistemas más estratégicos a una empresa ligada a un gobierno autoritario y contrario a los valores occidentales.
Cuando observamos que otros países de la OTAN han expulsado a Huawei de sus infraestructuras, en España se le conceden nuevas responsabilidades.
Zapatero, el puente entre el socialismo español y Huawei
No es casualidad que esta entrega se haya producido durante el mandato de Pedro Sánchez, ni que José Luis Rodríguez Zapatero haya sido pieza clave en el acercamiento entre Huawei y el Estado español. Zapatero ha actuado como mediador no oficial en la expansión de Huawei en nuestro país desde que abandonó la presidencia del Gobierno.
El régimen chino, a través de Huawei, ha encontrado en Zapatero y Sánchez a dos aliados útiles para penetrar en estructuras estatales estratégicas. El propio presidente Xi Jinping ha elogiado públicamente a España como “socio cercano” en la Unión Europea. En paralelo, Huawei ha abierto centros de innovación en Madrid y aumentado su presencia como contratista de varias administraciones.
Todo indica que Sánchez entrega datos sensibles a China en un proceso que no responde a criterios técnicos, sino a una alianza ideológica y diplomática entre socialismo español y comunismo chino.
España, cada vez más alejada de sus aliados internacionales
La entrega de información crítica a Huawei marca una ruptura con la estrategia común de los países occidentales. Mientras nuestros socios refuerzan sus defensas contra injerencias extranjeras, el Gobierno de Sánchez va en dirección opuesta, confiando el núcleo de la seguridad digital a una empresa extranjera que responde a los intereses de un régimen comunista totalitario.
No es una simple decisión técnica, sino una claudicación política e ideológica.
El precio como excusa para una cesión de soberanía
Desde el Gobierno se justifica la elección de Huawei alegando que sus productos tienen una buena relación calidad-precio. Es cierto que los servidores OceanStor son más baratos que los de marcas occidentales como Dell o IBM. Pero, ¿a qué precio?
¿Vale menos la soberanía nacional que unos millones de euros en el presupuesto? ¿Puede un Estado serio confiar información judicial a una empresa sobre la que pesan acusaciones de espionaje? Solo un Gobierno irresponsable —o deliberadamente entregado— puede tomar semejante decisión.
España está siendo gobernada por un Ejecutivo que desprecia los principios más básicos de la soberanía nacional. La adjudicación de contratos a Huawei para custodiar escuchas judiciales no es solo un error, es una traición consciente a los intereses de nuestro país.