En el PSOE asumen el daño que les ha hecho Bildu y la incapacidad de capitalizar las promesas de Sánchez
Nadie compra la subasta electoral del titiritero
A Sánchez y sus engaños ya se le conoce. Ya no engaña a nadie. Y la subasta electoral que viene haciendo Sánchez, usando los actos de partido para anuncios gubernamentales, no está logrando el efecto movilizador que pretendían desde Ferraz. Los estrategas se lanzaron a por el voto de los más jóvenes (construcción de pisos en alquiler) o de los ancianos (cines a 2 euros), pero sin ningún resultado.
A esta dificultad del PSOE para llegar a los que no están completamente convencidos, logrando que acudan a sus actos electorales, se le suma el impacto que ha tenido la decisión de sus socios de los proetarras de Bildu de llevar a etarras en sus candidaturas. Esta decisión humillante y vergonzosa para el pueblo español, y la actitud ambigua de Sánchez, ha enfadado mucho a la población, incluso, a su propio electorado. Y es que no se puede pactar con asesinos que, incluso, se ríen de las víctimas para seguir en la poltrona.
Pero mientras tanto, los mítines vacíos. Ya la gente no compra las mentiras del socialismo.