Según Estadísticas de Dinamarca, a 30 de junio de 2022 había 1.484.377 vacas en el país escandinavo.
Supone que sea el primer gravamen de CO2 aplicado a la agricultura en el mundo, «un impuesto sobre las flatulencias» de vacas y cerdos.
El globalismo sigue su hoja de ruta en implantar su agenda para la eliminar el sector primario en Europa. Para llevarlo a cabo, va realizando pruebas pilotos en distintos países para ver que grado de reacción tienen. Ahora le ha tocado a Dinamarca. Si no hay mucho oposición, la ampliarán al resto de Europa.
Dinamarca: Impuesto de 100 euros al año por vaca
Dinamarca va a empezar a cobrar a los agricultores 100 euros al año por vaca en un nuevo impuesto. El denominado impuesto vegano, «un impuesto sobre las flatulencias» de vacas y cerdos a partir de 2030,
¿La excusa? Impuesto sobre las emisiones del ganado, lo que supone que sea el primer gravamen de CO2 aplicado a la agricultura en el mundo.
El acuerdo, y esto es lo grave, se alcanzó el lunes por la noche entre el gobierno, agricultores y sindicatos, y propone gravar a los agricultores con 300 coronas danesas (40 euros) por tonelada de CO2 a partir de 2030, y aumentar ese impuesto a 750 coronas para 2035.
En promedio, las vacas lecheras danesas, que representan gran parte de la población bovina del país, emiten 5,6 toneladas de CO2 por año. Con la reducción fiscal contemplada por el Ejecutivo danés, el impuesto anual a pagar será de 672 coronas por vaca (100 euros).
Sin esa reducción, ese impuesto aumentará a las 1.680 coronas por vaca en 2035 (225 euros).
El Ministro de Impuestos, Jeppe Bruus, agregó que Dinamarca «será el primer país del mundo en introducir un impuesto real al CO2 en la agricultura«. Además, espera que otros países sigan su ejemplo.
Esta medida se introduce pocos meses después de que los agricultores hayan protagonizado protestas en toda Europa, bloqueando carreteras con tractores e incluso lanzando huevos contra el Parlamento Europeo, por una larga lista de quejas, sobre todo por la estricta regulación ambiental y la burocracia excesiva.
¿ Y qué va a provocar este nuevo impuesto? Lo que verdaderamente va a provocar, y que es lo que quieren los globalistas de la agenda 2030 es un doble objetivo: Por un lado, que cada vez merezca la pena dedicarse a la ganadería por los elevados costes de su explotación; y por otro lado, encarecer los productos derivados (leche, carne, etc.) de manera que sea cada vez de más difícil adquisición por los ciudadanos.
Según Estadísticas de Dinamarca, a 30 de junio de 2022 había 1.484.377 vacas en el país escandinavo.
No iba a ser la primera
Nueva Zelanda aprobó una ley similar que debía entrar en vigor en 2025. Sin embargo, la legislación fue eliminada después de fuertes críticas de los agricultores y tras el cambio de gobierno en las elecciones de 2023 y la llegada al poder del conservador Christopher Luxon.
Fuente: Rebeca Crespo| Gaceta
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