El valle que aquí nos ocupa, el de Salazar, se localiza a la izquierda del valle del Roncal, es decir, si miramos el mapa, es el segundo valle al norte y al este de Navarra.
Sahats es el nombre vasco del sauce. Una extensa sauceda, la de Zaraitzu, parece haber dado nombre al valle y al río Salazar.
A mediados del siglo XIX, el valle de Salazar quedó fragmentado en nueve municipios y en la actualidad, la Junta General del valle de Salazar, una institución de derecho público, administra cerca de 14.000 hectáreas de montes comunales. Dicha Junta, formada por dieciocho diputados, elegidos seis por cada quiñón, se reúne en Ezcároz, la última quincena de cada trimestre con carácter ordinario, siendo presidida por el Alcalde Mayor, cargo rotatorio entre los tres quiñones.
En el escudo de los salacencos, como símbolo de un pueblo ganadero siempre acechado por su enemigo, aparece un lobo negro sin corona, con las uñas doradas y un cordero plateado en la boca, cordero con sus cuernos dorados.
Un cierto aislamiento del valle ha ayudado, por una parte, a mantener la cultura popular tradicional, por otra, a dotarlo de una acusada personalidad, de manera que ambos han dado forma a un legado que ha llegado casi intacto hasta nuestros días. Iglesias medievales y ermitas con espléndidas vistas son el principal capital de la arquitectura religiosa, como a la par, la misma fisonomía de cada pueblo, la disposición de sus casas y casonas palaciegas, las calles empedradas, las puertas de doble hoja con su gatera en las que cuelgan la “flor del sol”, los zaguanes decorados con cantos rodados…un paisaje urbano, hecho por la mano del hombre, que también nos habla de historia, esa historia densa que uno percibe con la mirada nada más llegar a estas tierras de belleza inigualable.
Flor del sol (Foto del autor)
La “flor del sol” es una planta bianual que nace en los pastos de montaña. Según una tradición precristiana, los vecinos la cuelgan en las puertas de sus casas para protegerse de los “malos espíritus brujos”, tales como lamias y los genios de la enfermedad, la tempestad o el rayo.
Son nueve los municipios que componen Salazar: Al norte Ochagavía; hacia el centro Izalzu, Jaurrieta, Escároz, Oronz, Esparza y Sarries; y al sur, Güesa y Callués.
Ochagavía
La fotogénica localidad de Ochagavía fue el sitio elegido para pasar una semana en una casa rural y recorrer los valles navarros de Salazar y Roncal, así como de manera muy especial, volver por segunda vez a pisar los caminos de Irati.
Ochagavía (Foto del autor)
De Ochagavía parte la carretera a la Selva de Irati, masa forestal a la que hemos dedicado un capítulo propio.
Izalzu
La ermita de San José se identifica con un antiguo monasterio medieval, documentado desde el siglo XI.
Jaurrieta
En el verano de 1880, Jaurrieta fue pasto de las llamas y sólo seis casas quedaron en pie. El tenor roncalés Julián Gayarre y los músicos navarros Pablo Sarrasate y el maestro Guelbenzu, organizaron un concierto benéfico en San Sebastián con cuya recaudación se inició la reconstrucción del pueblo.
Ezcároz
Ezcároz tuvo cierta importancia religiosa en el valle, ya que un grupo de nobles de la localidad levantó, en el siglo XII, un monasterio dedicado a Santa María.
Oronz
América fue el destino de muchos habitantes de Oronz y años más tarde, con el inicio de la industrialización en Pamplona, menguó más aún la población de esta localidad.
Esparza
Aunque reformado, aún se conserva sobre el río Salazar el viejo puente románico de tres arcos de medio punto y pendientes a ambos lados.
Sarriés
La parroquia de San Martín, hacia el año 1200, es la más antigua del Valle.
Ibilcieta
En el siglo XII, la villa consta con las grafías de Ubelcieta y Uelcita. Ibilcieta ejerció la capitalidad del valle de Salazar desde el siglo XI hasta bien entrado el XVIII, quizás por su céntrica situación. Las autoridades celebraban sus juntas en la basílica de Santa Lucía, una ermita próxima al pueblo. Su historia es la historia de Salazar.
Güesa
Conforma municipio junto a Igal y Ripalda
Igal
Estelas funerarias muy bien conservadas.
Ripalda
Coronando un alto, Ripalda es lugar de un señorío nobiliario documentado en el año 1110.
Gallués
Conforma municipio junto a las villas de Iciz, Izal y Uscarrés.
Iciz
“Romería de las Siete Cruces” en honor a Nuestra Señora de Arburúa, el primer domingo de junio, en la que también participan los cofrades de Gallués, Izal, Uscarrés, Igal y Ustés.
Izal
En Izal se encuentra, en muy buen estado, el único hórreo del valle de Salazar y en su término se halla el dolmen de Sogoitia.
Uscarrés
Reposa en un llano rodeado de lomas arboladas. Iglesia de la Asunción, románica del siglo XIII. Casa palacio con torre aspillerada.
© José Riqueni Barrios | Escritor