Los niños, que previamente han definido al padre como “una persona buena que nos cuida”, son preguntados por las cosas que cambiarían de sus padres.

A continuación se les hace saber que, mediante inteligencia artificial, pueden cambiar de padre. Por curiosidad, aceptan estudiar la oferta. Entonces aparece en escena el padre ideal, que les informa de que no regaña y que le complace hacer todo lo que les gusta a los chicos. Les regala dulces y, sobre todo, les ofrece llevarles al parque de atracciones de Disney en París.

La cuestión es que deben firmar un contrato, “porque sólo se puede tener un padre”… y ahí llega el desenlace. ¿Qué eligen los niños? Descúbranlo por ustedes mismos.