La realidad se impone: Los vascos quieren que la sanidad pública les atienda en español

centro de salud en Vascongadas

Los vascos eligen el español cuando acuden a la sanidad pública. A pesar de la presión política y educativa, solo el 16% pide atención en vascuence.

La realidad lingüística desmonta el mito de la inmersión

Los vascos eligen el idioma español. El relato nacionalista-separatista lleva décadas imponiendo la idea de que el vasco es lengua habitual y preferente en las Vascongadas. Sin embargo, los hechos demuestran lo contrario. Según datos oficiales del Servicio Vasco de Salud, solo un 16,3% de los pacientes prefiere ser atendido en vascuence. Por el contrario, el 72,4% opta por el español.

Una diferencia abrumadora que evidencia que los vascos eligen el español de manera libre y natural cuando no se les impone y se trata de algo tan esencial como la salud. El idioma de comunicación con el médico no puede estar dictado por decretos ideológicos ni por políticas de coacción cultural.

El español es la lengua de entendimiento, la lengua común, la lengua de España. Incluso en las provincias donde más se promociona el vasco, como en Guipúzcoa, la mayoría sigue prefiriendo el español. En Vizcaya y Álava, la tendencia es aún más marcada.

Presión política vs. libertad lingüística

El nacionalismo – separatismo vasco ha hecho de la lengua un instrumento de control. La inmersión lingüística en la educación, los requisitos del vasco para acceder a puestos públicos y la propaganda constante en contra del español han intentado forzar una realidad que no existe. Pero los vascos eligen el español, incluso cuando se les ofrece la opción.

La prueba de ello es la respuesta parlamentaria dada por el consejero de Salud, Alberto Martínez, a una pregunta del parlamentario de los comunistas de Sumar, Jon Hernández. En ella se reconoce que un 11,2% de los pacientes aún no ha sido consultado, pero el patrón está claro: el español sigue siendo la lengua preferida por abrumadora mayoría.

Pese a estos datos, el propio Martínez ha enviado una carta a la ministra de Sanidad, la comunista Mónica García, para pedir que el conocimiento del vasco se valore en las pruebas de acceso a la formación sanitaria especializada. Una petición que pretende consolidar un sistema discriminatorio e injusto, basado en el idioma, no en el mérito ni en la capacidad profesional.

Es el vascuence una barrera

El consejero vasco argumenta que hablar vascuence mejora la comunicación, crea confianza y fideliza al profesional. Pero esto no se sostiene cuando los vascos eligen el español como idioma de atención médica. En otras palabras, se quiere imponer un requisito que la gran mayoría de pacientes no necesita ni desea.

Además, este tipo de criterios expulsa a los profesionales de fuera de Vascongadas, especialmente a los de otras regiones españolas. Un médico brillante que domine el español, pero no el vascuence, queda descartado de facto. Esto no es eficiencia sanitaria, es sectarismo lingüístico.

En lugar de valorar la excelencia médica, se premia la adhesión ideológica a una lengua que solo una minoría usa de forma cotidiana. Se crean barreras artificiales que perjudican a los ciudadanos y limitan la capacidad del sistema sanitario.

Vascongadas es España, también en la lengua

La cooficialidad lingüística no significa imposición. Significa libertad. Pero el nacionalismo- separatista no entiende de libertades. Solo de control. Por eso se esfuerzan tanto en imponer el vascuence como herramienta de identificación política, no como medio de comunicación.

Pero la realidad se impone. Cuando se trata de salud, de urgencias, de diagnósticos… los vascos eligen el español. Porque quieren ser entendidos. Porque cuando su salud está en juego confían más en un idioma que dominan plenamente. Porque saben que la eficacia y la claridad son vitales.

Por mucho que lo nieguen desde el poder autonómico, Vascongadas ha sido, es y será España. Y eso incluye la lengua. El español es parte esencial de la identidad vasca, guste o no a quienes quieren reescribir la historia.

La sanidad al servicio de la gente, no del separatismo

El sistema sanitario debe centrarse en curar, no en adoctrinar. Los médicos deben ser seleccionados por su capacidad, no por su militancia lingüística. Los vascos eligen el español y los datos lo confirman. Ya basta de políticas excluyentes que anteponen una agenda ideológica a la realidad social.

Si el objetivo es captar talento, mejorar la atención y retener a los profesionales sanitarios, la solución no pasa por imponer el euskera. Pasa por garantizar un entorno profesional justo, estable y meritocrático. En eso debería centrarse la Consejería de Salud, no en añadir filtros ideológicos.

Los vascos eligen el español porque es la lengua que les une al resto de España. Porque es su lengua materna, su idioma habitual, el que les garantiza comprensión y cercanía. Ni las imposiciones del PNV ni las concesiones del Gobierno central han logrado borrar esa realidad..

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