Después de dar por concluida la serie de artículos publicados en esta revista digital sobre los pequeños territorios españoles en la costa del norte de África (el Peñón de Vélez de la Gomera, las Islas Chafarinas y el Peñón de Alhucemas), alguno de mis lectores me animó a escribir sobre la Isla de Alborán. Este es mi artículo sobre el tema y deseo que despierte también el interés del que gozaron los otros tres.
Isla de Alborán, es una pequeña isla deshabitada situada en el Mediterráneo occidental. Es parte de España y se encuentra a unos 50 kilómetros al norte de la costa de África y a unos 90 km al sur de la ciudad española de Almería.
Hecha de roca volcánica, la isla tiene 1,4 km de largo y 400 metros de ancho, con una superficie total de aproximadamente 0,053 km². Cuenta con 2 km de costa formada por acantilados verticales y cuevas, además de dos playas en su lado sur. Su punto más alto es de 15m sobre el nivel del mar. La isla forma parte de la provincia de Almería y también se considera parte del municipio de Almería,
La isla es el hogar de un pequeño destacamento militar español y de la Guardia Civil para vigilar y proteger la zona que mantiene un faro y una estación meteorológica. También es una reserva natural protegida, con una rica variedad de vida marina y de aves. No hay población permanente en la isla, pero es visitada por investigadores y turistas interesados en su flora y fauna únicas, que incluyen varias especies de aves migratorias, reptiles y vida marina.
La flora
Las especies de plantas endémicas incluyen dos de la familia «margarita aster» (compositae/asteraceae): senecio alboranicus y anacyclus alboranensis, ambas protegidas estrictamente por la legislación de la UE. Una tercera especie de planta endémica, el Jaramago de Alborán (diplotaxis siettiana) se registró por primera vez en 1932, pero en 1986 ya se había extinguido. Los conservacionistas esperan reintroducir la planta en la isla utilizando semillas almacenadas en un banco de semillas.
En el mar al sureste de la isla se encuentra el Coral Rojo (corallium rubrum) en peligro de extinción. También hay extensas praderas de la posidonia oceánica de pastos marinos, que proporcionan un hábitat y nutrientes importantes para la fauna marina y están protegidas por la legislación de la UE.
La fauna
La isla tiene muchas aves marinas, como las gaviotas de Audoin y de cabeza negra y los petreles. Alcatraces, alcas tordas, cormoranes y frailecillos son comunes durante los períodos de migración. Las especies endémicas incluyen el insecto coleóptero Escarabajo de Alborán (zofosis alborana), que está relacionado con especies similares en el norte de África, y el Caracol de Alborán (helix alboranensis).
En el mar hay delfines, ballenas y tortugas marinas, así como una rica variedad de pescados y mariscos, como gambas, doradas y merluzas.
Además de su importancia natural y ecológica, la Isla de Alborán también ha jugado un papel en la historia, ya que fue utilizada como un puesto militar estratégico por varias civilizaciones a lo largo de los siglos. A pesar de su pequeño tamaño, tiene una importancia estratégica debido a su ubicación a la entrada del Mar de Alborán, un cuerpo de agua que conecta el Mar Mediterráneo con el Océano Atlántico.
Un poco de historia
El nombre de «Isla de Alborán» procede del corsario Mustafá ben Yusuf al Mahmud ed Din, más conocido como Al Borany, que en turco significa «tempestad» o «tormenta» que usaba la isla como refugio.
Se sabe que en el islote hubo presencia humana en la Edad antigua por los restos encontrados de ánforas y anclas de estilo romano.
Según varios historiadores, el testimonio más antiguo conservado en el que se cita la isla es el del geógrafo Rufo Festo Avieno (siglo IV d. C.) en su poema Ora Marítima, que alude a la isla de Noctiluca en la que debió haber un santuario dedicado a la diosa Luna, usado por los indígenas de los continentes cercanos.
Ya en la Edad Moderna, la isla de Alborán, es muy citada debido al combate del 1 de octubre de 1540 que se produjo en las proximidades de sus aguas y llevó el nombre de la «batalla de la isla de Alborán». Una batalla que enfrentó a 10 galeras españolas al mando de Bernardino de Mendoza contra una flota de corsarios berberiscos compuesta por 16 galeras argelinas.
El resultado de aquel combate fue, a pesar de la muerte de Bernandino de Mendoza, una victoria aplastante. De las 16 naves berberiscas, diez fueron apresadas y una hundida, el resto lograron escapar. Una victoria que se celebró con júbilo en la ciudad de Málaga, según mucha documentación conservada.
El 9 de mayo de 1884, según una disposición de Alfonso XII, la isla pasa a depender de la provincia de Almería, para luego pasar directamente al Ayuntamiento de Almería.
En el año 1866 se estudiaron dos proyectos para instalar un faro en la isla, aunque la idea venía ya dando tumbos desde 1859.
Este faro, situado en un montículo de unos 15 metros, comenzó a construirse en 1869 y se inauguró en agosto de 1876 con luz blanca fija de una lámpara Degrand de aceite de oliva. En 1882 se cambió por parafina de Escocia y en 1912 se sustituyó por petróleo.
El faro produjo la llegada de unos habitantes necesarios: los fareros y sus familias. Estaban «a turnos»; quedando siempre tres en la isla y uno de descanso en la península. En 1907 nació en la isla una niña, hija de uno de los fareros, siendo hasta el momento la única persona natural de la isla. Este oficio duró hasta los años 60, del siglo XX, cuando el faro fue automatizado; dependiendo su mantenimiento de la Autoridad Portuaria de Almería.
El intento de ocupación por la URSS de la Isla de Alborán
Durante la Guerra Fría, Alborán, cobró de nuevo protagonismo. En 1950 se reparó el embarcadero, dado su interés militar, y a finales de octubre de 1963 el faro fue dotado de iluminación automática, aunque se dice que los fareros no abandonaron la isla hasta 1966, según algunas fuentes.
Con esta instalación se retiró también el destacamento militar de Infantería de Marina. A partir de entonces hubo varios intentos de «supuestos barcos de pesca soviéticos» para establecer una base naval en la isla. Se dice que era una dinámica habitual de la URSS, esta de utilizar estos “pesqueros” para camuflar unidades de inteligencia.
Al saber que la isla estaba desierta y desmilitarizada, un submarino se acercó a sus aguas, desembarcando un grupo de militares rusos. Un oficial soviético pudo pasear en solitario por la isla, incluso hoy en día hay pescadores que conocen la isla que llaman a la parte emergida de los subterráneos de la isla «el paseo ruso«.
Todo se zanjaría cuando el 22 de febrero de 1968 la Armada estableció un destacamento permanente para controlar y proteger la isla. Allí están desde entonces; no los mismos, claro.
Gracias por leerme.
Albert Mesa Rey es de formación Diplomado en Enfermería y Diplomado Executive por C1b3rwall Academy 2022. Soldado Enfermero de 1ª (rvh) y Clinical Research Associate (jubilado). Escritor y divulgador. Actualmente director del diario digital «Benemérita al día» del Círculo Ahumada – Amigos de la Guardia Civil . |