Es un verdadero proyecto social, que propiamente puede llamarse revolución y que, a partir de las leyes, tiende a asentarse en la mentalidad de las personas, en la sociedad y en las instituciones.
Si hay una evidencia fácilmente constatable es que durante el mandato de Pedro Sánchez se han ido aprobando una serie de leyes de lo más perniciosas, regresivas y sectarias que atentan directamente contra principios fundamentales como son la vida, la familia, la unidad de España, la libertad educativa, la libertad religiosa y que una mayoría de los españoles defiende.
Proyecto de ingeniería social
Lo primero que hemos de señalar es que el cambio que hemos experimentado durante el gobierno de Sánchez en la sociedad española no es un simple cambio superficial, un pequeño reajuste en la forma de concebir a la persona, la familia y la vida. No. El cambio de hoy es mucho más profundo y drástico. Es todo un conjunto de ideas, actitudes, vivencias y valores acerca de la concepción de la persona, la familia y la vida el que se está paulatinamente eliminando. Al tiempo, ese sistema se trastoca según una nueva, distinta y diametralmente opuesta jerarquía de valores.
Una nueva familia, una nueva sociedad, una nueva cultura y nueva legislación. Estos son los ejes fundamentales de un proyecto de transformación en el que se está embarcando a la sociedad española y que pretende transmutar los actuales modelos culturales, sociales y jurídicos.
Se trata de reinterpretar —mejor podríamos decir reinventar— radicalmente los derechos que ya habían sido reconocidos. En primer lugar, vaciándolos de contenido para, después, añadir unos nuevos y falsos derechos radicalmente contrarios a los anteriores.
En el caso de España, para llevar a cabo esta construcción de la nueva sociedad se está desarrollando un proyecto de ingeniería social sin precedentes. A través de la legislación se persigue el cambio de mentalidad de la sociedad española orientándola hacia la ideología de género, el relativismo ético, el laicismo, las tesis del feminismo radical, la infravaloración de la vida humana en gestación e introduciendo esta ideología en el sistema educativo, adoctrinando a niños y jóvenes en esos nuevos postulados. Estos son los valores —más bien, antivalores— que se pretenden transmitir y con los que se busca modelar a las nuevas generaciones. Ese es el nuevo tipo de sociedad y de familia que se está construyendo.
Vamos a señalar tan solo 9 leyes y/o medidas que son un botón de muestra de este proyecto de ingeniería social pero podríamos ampliar esta lista con otras muchas leyes y medidas aprobadas por Sánchez y sus socios.
Creo que con esto cualquier ciudadano puede hacerse una idea de qué es el sanchismo y cuáles son las leyes que el nuevo parlamento debería de derogar en los primeros 100 días
1. La ley del aborto.
Desde que fue aprobada la ley del aborto de Zapatero en 2010, se han producido una media de casi 100.000 abortos quirúrgicos al año (más de 1 millón de niños abortados sin contar los abortos químicos.). Toda una generación perdida y una auténtica matanza.
La última reforma de la comunista Irene Montero prácticamente supone la barra libre de abortos -incluso una menor de 16 años puede abortar sin el permiso de sus padres-.
Esta ley ha de ser derogada, de manera que se reconozca el derecho a vivir de todos los seres humanos desde la concepción hasta la muerte natural, como así lo reconoce la propia Constitución.
2. La ley de la eutanasia.
Esta ley, aprobada el 18 de marzo de 2021 con los apoyos de todos los aliados del gobierno social-comunista, forma parte de la agenda de la cultura de la muerte marcada en el proyecto sanchista.
Con ella, España se convirtió así en el quinto país del mundo en aprobar la eutanasia.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, celebró en su día la legalización de la eutanasia afirmando que “con ella, España avanza en el reconocimiento de los derechos”, así como en una sociedad “más justa” y “decente”.
Aquí hay que hacer dos pasos tras el 23J: no solo derogar la lay de la eutanasia sino hacer además una ley de cuidados paliativos.
3. La ley trans.
Fue aprobada el 16 de febrero de 2023 (Ley 4/2023) a propuesta de la comunista Irene Montero, que dirige el Ministerio de Igualdad. Esta ley permite a niños realizar una cirugía de “reasignación de género” (i.e. mutilación infantil y esterilización) mediante una simple declaración administrativa sin consentimiento de los padres.
Además, promueve el adoctrinamiento en ideología de género en los colegios desde preescolar, así como la hormonación cruzada experimental hasta llegar a la mutilación.
Sin duda, la ley trans es una de las leyes más polémicas, más injustas, más regresiva y que más consecuencias graves e irreparables conlleva, especialmente entre los más jóvenes.
La radicalidad del proyecto sanchista fue tan lejos que prácticamente adoptó como suyos todos los postulados de los colectivos LGTBI, -y en contra de los colectivas de izquierdas feministas-, plasmándolos en una ley sin precedente, incluso en los países europeas en los que la izquierda radical tiene más influencia.
4. La ley LGTBI.
La otra pata de las leyes de género. Incorpora todas las reivindicaciones de los colectivos LGTBI, de manera que el derecho a formar una familia natural está siendo cada vez más cuestionado y, en cambio, las ayudas a otros tipos de “uniones” son cada vez más numerosas.
Es una ley que además, fomenta igualmente el adoctrinamiento escolar y las cuotas de género en las empresas. También influye drásticamente en el invierno demográfico – i.e. la bajísima tasa de natalidad que hace inviable mantener la sociedad que tanto ha costado a nuestros padres y antepasados construir.
5. La ley del “solo sí es sí”.
Esta ley, que quiso ser la ley estrella de la ministra Irene Montero, se aprobó en agosto de 2022. Es la ley que más malestar social ha creado y que más daño ha generado entre las víctimas de las agresiones sexuales. Recordamos a nuestros lectores que gracias a esta ley, al día de hoy, más de 1.000 agresores sexuales se beneficiaron de una rebaja de la pena y 104 fueron puestos en libertad.
Los frutos de esta ley han sido el mayor agravio a las víctimas de la violencia sexual y el peor servicio que se la ha podido hacer a las mujeres.
6. La Ley de la Memoria Democrática.
Fue aprobada el 20 de octubre de 2022. En realidad, esta ley ha sido la que más ha contribuido a crear un ambiente de confrontación social y a recuperar conflictos históricos que ya habían sido enterrados y superados por todos. Por otro lado, es una ley extremadamente sectaria y discriminatoria, pues su aplicación protege solo a unos de los dos bandos de la guerra civil. Es, sin duda, una ley que habría que derogar tan pronto como se constituya el nuevo Congreso de los Diputados.
7. La ley Celaá
Conocida como ley Celaá, es la ley de Educación que se aprobó el 29 de diciembre de 2020. Una vez más, el PSOE apostó por una ley en donde la excelencia y el esfuerzo quedaran en un segundo plano, favoreciendo la mediocridad y el poco compromiso. Pero lo más pernicioso de esta ley es la apuesta clara por la enseñanza pública en detrimento de la concertada y el control de unos contenidos que imponen una visión ideológica y en muchos casos atentan contra el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus valores. Derogación ya mismo.
8. La Unidad de España.
El concepto de España nunca ha estado tan difuso como durante el mandato de Pedro Sánchez y sus socios comunistas y separtistas. Hemos sufrido durante todo estos 5 años son las alianzas, los acuerdos y los pactos que el Gobierno social-comunista ha ido tejiendo durante toda la legislatura con los nacionalistas del PNV, con los secesionistas catalanes o, al final, con los proetarras de Bildu para sacar adelante sus iniciativas legislativas.
Este gobierno ‘Frankenstein’ ha sido, sin duda, uno de los factores que más ha pesado en el desprestigio de Pedro Sánchez y que más ha contribuido a
cavar su propia tumba.
9. La sumisión a la Agenda 2030, el proyecto global de la izquierda internacional.
Bajo la apariencia de objetivos buenistas y biensonantes se esconden la mayoría de las leyes anteriormente citadas, así como otras leyes liberticidas que aún no han logrado imponer como la ley de pandemias, la ley ‘antifamilia’, la redistribución de la riqueza, y las cartillas de racionamiento así como el control de la población por las élites globalistas mundiales.
El sanchismo buscar vender nuestra libertad y nuestra patria a las oligarquías internacionales globalistas y, de hecho, es lo que ha estado haciendo estos últimos 5 años es vender nuestra soberanía. Por ello es imperativo no solo detenerlo, sino revertirlo mediante una agenda que permita recuperar la soberanía que hemos perdido por causa del “vendepatrias” Pedro Sánchez.
