Un centro de Granada servirá de prueba piloto del control poblacional a nivel humano. La excusa: digitalizar las residencias, así como monitorizar a los mayores
El avance del control poblacional de la agenda 2030 es cada día mayor. Y siempre con la misma metodología: hacer un experimento que te venden que es «para tu bien» o «para tu seguridad» y ellos además de concienciarte les sirve para evaluar los resultados. Siempre lo mismo.
Digitalizar las residencias de mayores
Un centro de Granada servirá de prueba piloto del control poblacional a nivel humano. Al igual que en la dictadura comunista china. La excusa: digitalizar las residencias, así como monitorizar a los mayores.
En efecto, el gobierno de Pedro Sáchez prepara un proyecto de control poblacional («digitalizar las residencias de mayores» lo llaman ellos). Lo hace a través de Red.es, entidad adscrita al ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Este organismo trabaja con otras administraciones públicas, estatales, autonómicas y locales, en la digitalización de distintos servicios públicos.
Prueba piloto
Es el caso de las residencias. La punta de lanza será el Centro Residencial para Personas Mayores de Armilla, en Granada (Andalucía), que será sensorizado y dotado de sistemas de Inteligencia Artificial y Big Data. El objetivo es establecer modelos a instaurar en el futuro, a través de la monitorización y análisis de los datos asociados tanto a los residentes como a las instalaciones en que viven.
Este organismo añade que «por todo ello, uno de los resultados de esta actuación es anticipar qué datos pueden extraerse de una residencia y cómo los sistemas pueden manejar dichos datos, explorando las posibilidades que ofrecen tecnologías habilitadoras como analítica avanzada e Inteligencia Artificial».
Sensores perimetrales para el seguimiento de los mayores
El sistema deberá contar con tecnología que controle, entre otras cosas, «la deambulación y entradas o salidas de personas con tendencia a la desorientación». El número máximo de residentes a controlar en este piloto será 25, mientras los accesos de la residencia que deben ser objeto de control serán la puerta de salida del perímetro, la puerta de acceso y salida al centro, las dos salidas de evacuación de la planta baja y el acceso a zonas de acceso restringido. En concreto, la puerta de cocina y la bajada a los almacenes.
En el caso de que alguno de los residentes salga del perímetro, deberá saltar una alarma de aviso. El objetivo del sistema es conocer en tiempo real las zonas de la residencia en las que se encuentren los ancianos. El número máximo de residentes que deben estar en disposición de ser localizados será de 125, siempre según el pliego.
También se sensorizarán las camas de los mayores. «El sistema ha de detectar, al menos, el abandono de la cama, valorándose la posibilidad de convertir la cama en un punto de información valiosa de cara a hacer seguimiento de la persona», refleja Red.es en el pliego.
La documentación explica que la ropa de los ancianos será también controlada a través de «todos los elementos necesarios para identificar, clasificar y localizar las piezas textiles: termofijadora, cuatro lectores móviles, y todos aquellos tags necesarios para cubrir las piezas textiles por residente mencionadas anteriormente».
En definitiva, nos encaminan a un mundo en el que estaremos totalmente controlados, seremos como presos en las cárceles.
(Con información de Voz Populi)