Puñaladas entre comunistas: Pablo e Irene se vengan y Podemos condiciona su entrada en Sumar a que caigan Yolanda Díaz e Íñigo Errejón

Podemos quiere reconstruir el espacio de la extrema izquierda y lo cierto es que la organización que lideran en la sombra Pablo Iglesias e Irene Montero condiciona su entrada en el frente de partidos de Sumar a que caigan Yolanda Díaz e Íñigo Errejón.

El propio exlíder, el comunista Pablo Iglesias, dijo que el paso atrás de la vicepresidenta segunda «es el fin de Sumar», porque Sumar solo tenía sentido bajo su liderazgo. Pero para Iglesias, esta retirada estratégica de Yolanda no es suficiente. Quiere más. Y desde Podemos advierten que  «Hay muchos agravios, porque se ha maltratado a Podemos. Sumar ha sometido a Podemos a una constante humillación y así es muy difícil hacer política. La militancia está muy dolida con el maltrato. Pero Podemos ha empezado a levantarse y eso es bueno. Pero se necesita tender muchas manos, aunque el partido las tenga llenas de rasguños», explican en el partido podemita.

Podemos quiere fagocitar a Sumar y no al revés

Es cierto que casi nadie a la izquierda del PSOE cree que Sumar vaya a sobrevivir sin su fundadora. Sumar es un cadáver político, por mucho que Díaz siga queriendo ser el rostro de su espacio en Moncloa. Pero es cuestión de tiempo que desaparezca. Yoly la comunista ha sido un bluf que se ha desinflado muy pronto.

Una vez acabada con Yolanda, el auténtico objetivo de caza en estos momentos de Pablo e Irene es Íñigo Errejón, el portavoz de Sumar en el Congreso. El líder de Más País, además de haberse convertido en el enemigo público de la expareja de Galapagar, es el muñidor de la estrategia de Sumar que tanto recelo ha levantado por los últimos cuatro varapalos electorales.

El problema auténtico de Sumar es interno, ya que se ha convertido en un reino de taifas que resiste en territorios y ministerios. Poco más. El control de Errejón sobre las acciones de Sumar es incontestable. La vicepresidenta segunda se rodeó de un grupo cerrado que ha terminado yendo cada vez más por libre. En él tiene un peso importante el ministro de Cultura, Ernest Urtasun.

La situación interna de Sumar es, por tanto, una bomba de relojería. El debate formal vuelve a ponerse encima de la mesa. Un amplio sector de la extrema izquierda lamenta que tanto Errejón como Díaz se hayan convertido en ser una suerte de marca blanca del PSOE, aceptable para la élite. El debate ya no es cómo Sumar va a fagocitar a Podemos sino al revés, cuando Podemos engulla a Sumar a cuántos dirigentes va a eliminar.

Sánchez deja caer al juguete roto de Sumar y mira de nuevo a Podemos

Y como dijo Iglesias: «Sánchez convirtió a Sumar en un socio cómodo, pero al hacerlo ha dejado a Sumar demasiado débil».

Ahora Sánchez deja caer a los dirigentes de Sumar como un muñeco roto y mira de nuevo a Iglesias que sabe que es el momento de su vuelta si logra eliminar políticamente a Díaz y a Errejón. En eso está. Puñaladas entre comunistas.

Fuente: Voz Populi