La primavera. Tiempo de alergias | Albert Mesa Rey

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La primavera es un tiempo difícil para los que padecen alergias. Según la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica, el 25% de la población española tiene algún tipo de alergia y estas son muy frecuentes en la edad infantil.

Pero ¿Qué es la alergia?

Las alergias aparecen cuando el sistema inmunitario de una persona reacciona ante una sustancia extraña como el polen, el veneno de abejas, la caspa de las mascotas o un alimento que no provoca ninguna reacción en la mayoría de las personas.

El sistema inmunitario produce sustancias conocidas como «anticuerpos». Cuando se tiene alergias, el sistema inmunitario produce anticuerpos que identifican a un alérgeno en particular como dañino, incluso si no lo es. Cuando el paciente entra en contacto con el alérgeno, la reacción de su sistema inmunitario puede hacer que la piel, los senos paranasales, las vías respiratorias o el aparato digestivo se inflamen.

¿Cómo se manifiestan las alergias?

Las reacciones alérgicas pueden ir de leves a graves. En algunos casos graves, las alergias pueden desencadenar una reacción que puede poner en riesgo la vida, la cual se conoce como “anafilaxia”. Propongo que hagamos un breve repaso de los síntomas.

La fiebre del heno, también llamada “rinitis alérgica”, puede provocar: Estornudos, picazón en la nariz, los ojos o en el paladar, mucosidad, nariz congestionada y conjuntivitis.

Las alergias alimentarias pueden causar: Hormigueo en la boca, hinchazón en los labios, lengua, rostro o garganta, urticaria y ocasionalmente podría causar anafilaxia.

Las alergias por picaduras de insectos pueden causar: Una zona de una gran hinchazón (edema) en el lugar de la picadura, picazón o urticaria en todo el cuerpo, tos, opresión en el pecho, sibilancia o falta de aire y ocasionalmente podría causar anafilaxia.

Las alergias medicamentosas pueden causar: Urticaria, picazón en la piel, erupción cutánea, hinchazón en la cara, sibilancia y ocasionalmente podría causar anafilaxia.

La dermatitis atópica, trastorno alérgico de la piel también llamado «eccema», puede provocar:  Picazón, enrojecimiento y hojuelas o escamas.

Como hemos visto en algunos tipos de alergias, como las alergias a alimentos y a picaduras de insectos, pueden desencadenar una reacción grave conocida como “Anafilaxia”. La anafilaxia, es una emergencia médica que pone en riesgo la vida, puede hacer que el paciente entre en estado de shock por hipovolemia. La liberación masiva de histaminas provoca una dilatación generalizada de los vasos sanguíneos con una caída a niveles críticos de la presión arterial.

Algunos de los signos y síntomas de la anafilaxia son los siguientes: Pérdida del conocimiento, caída de la presión arterial, grave dificultad para respirar, erupción cutánea, aturdimiento, pulso rápido y débil, náuseas y vómitos. Es importante remarcar que este cuadro es una verdadera urgencia con alto riesgo vital para el paciente.

En el caso de una reacción alérgica grave (anafilaxia), hay que llamar al 112 o buscar ayuda de emergencia médica. Si el paciente lleva consigo epinefrina se le debe inyectar inmediatamente.

Incluso si los síntomas mejoran después de una inyección de epinefrina, se debe ir a Urgencias del hospital más cercano para asegurarse de que los síntomas no reaparecen cuando se pasen los efectos de la inyección.

Si anteriormente se ha tenido un ataque alérgico grave o cualquier signo o síntoma de anafilaxia, se debería pedir una consulta a un médico especialista en alergias e inmunología. La evaluación, el diagnóstico y el control de la anafilaxia es complicado.

Causas de las alergias:

Actualmente no está del todo claro qué factores fisiológicos desencadenan la respuesta alérgica. El desarrollo de una alergia parece venir determinado por una mezcla entre factores genéticos y ambientales. Algunos de los causantes más frecuentes de alergia son:

Alérgenos aéreos, como el polen, la caspa de mascotas, los ácaros del polvo y el moho.

Ciertos alimentos, en especial los cacahuetes, los frutos secos, la piña, el trigo, la soja, el pescado, los mariscos, los huevos y la leche.

Picaduras de insectos, como las de abeja o de avispa.

Medicamentos, en especial la penicilina o antibióticos basados en la penicilina.

Látex u otras sustancias que se toquen, que pueden causar reacciones alérgicas en la piel.

Complicaciones de las alergias:

Aparte de la mencionada anafilaxia, las complicaciones más frecuentes de las alergias son:

El asma. Un paciente con una alergia tiene mayor probabilidad de tener asma, una reacción del sistema inmunitario que afecta las vías respiratorias y la respiración. En muchos casos, el asma se desencadena por la exposición a un alérgeno en el entorno (asma inducida por la alergia).

La sinusitis e infecciones de los oídos o pulmones. El riesgo de contraer estas afecciones es mayor si el paciente tiene fiebre del heno o asma.

Medidas preventivas:

Evitar los detonantes conocidos. Incluso si el paciente está tratando sus síntomas de la alergia, tiene que intentar evitar los detonantes. Por ejemplo, si es alérgico al polen, durante las épocas de mayor polinización, hay que permanece puertas adentro, con las puertas y las ventanas cerradas. Si se es alérgico a los ácaros del polvo, habría que desempolvar, usar una aspiradora y lavar las sábanas a menudo.

Escribir un diario. Cuando se intente identificar qué causa o cuando empeoran los síntomas alérgicos, habría que registrar todas las actividades, lo que se come, cuándo ocurren los síntomas y qué parece ayudar a que aparezcan. Esto puede ayudar al paciente y al médico a identificar los detonantes.

Utilizar un brazalete de alerta médica. Si el paciente ha sufrido una reacción alérgica grave, un brazalete (o un collar) de alerta médica sirve para advertir a los demás que sufre alergia grave, en el caso de que tenga una reacción que le impida comunicarse.

Albert Mesa Rey | Escritor

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