Esta semana el exdirigente socialista José Bono protagonizó una polémica inesperada, y es que Bono compartió en plataformas digitales un vídeo donde expresa su respeto y admiración a la masonería.
Aunque, por supuesto, hay excepciones, una de ellas es José María Oleaga, actual senador por el PSOE y miembro de la comisión permanente de la Cámara Alta, que fue designado el pasado 2022 como el nuevo Gran Maestro de los masones españoles de la Gran Logia Española, que es la más importante en número y depende del Reino Unido. El que aparezca un senador de segundo nivel se debe considerar más una estrategia para blanquear la masonería en la política que otra cosa.
El grado de importancia de la GLE es que en 2019, la masonería española concedió a Felipe VI su más alta distinción, la medalla de la Orden Masónica del Fundador con distintivo rojo al rey Felipe VI. Se trata de la condecoración más alta para la organización, y está reservada a soberanos, jefes de Estado y personalidades que destaquen «por su labor en bien de la humanidad, la promoción del conocimiento de la Masonería en la sociedad o el desarrollo de las libertades cívicas y de la educación».
Por otra parte, esta vinculación de la masonería de Reino Unido con la de España es vital para entender el grado de influencia del Reino Unido sobre España, sus gobiernos y sus políticas. De hecho, como dicen muchos analistas y expertos, la política exterior de España es la de Reino Unido. Hay que recordar que la Gran Logia de la masonería española deriva directamente de la masonería británica, de la que los monarcas de diversas generaciones han formado parte.
Captura del vídeo difundido por José Bono en el que se refiere a la masonería
Además de la Gran Logia Española (GLE) en la que Oleaga es presidente, en España se pueden encontrar dos logias masónicas más, entre las que destaca el Gran Oriente español. Esta clase de masonería es mucho más radical y anticatólico. Es jacobina y dependiente de Francia y con mucha influencia en Cataluña – sobre todo a través de ERC-.
Y es que Francia es el país que más relación política guarda con la masonería, de hecho, algunos medios de comunicación se aventuraron a asegurar que uno de cada tres políticos en Francia pertenecía a alguna logia masónica. En el país galo no han sido pocos los escándalos relacionados con este hecho. Así, el medio Le Point llegó a publicar en 2011 un informe que señalaba a casi 150.000 cargos políticos franceses, entre los que figuraban asesores del expresidente Sarkozy, presidentes de grandes empresas e importantes actores del campo de la política francesa, todos ellos pertenecientes a logias masónicas.
Constitución y masonería
La Constitución española de 1978, actualmente en plena vigencia, establece en su artículo 22 la prohibición de las asociaciones clandestinas y de carácter paramilitar. Sin embargo, no se ha desarrollado dicha prohibición legislativamente ni se ha incorporado al Código Penal. Por lo tanto, nos encontramos en una situación indefinida en la cual los miembros de las sociedades secretas masónicas en España pueden llevar a cabo sus actividades sin ser perseguidos.
Es importante mencionar que, en caso de que algún político español desee formar parte de una sociedad secreta como la Masonería, legalmente tiene la posibilidad de hacerlo, ya que no existe una prohibición explícita al respecto. De los aproximadamente 90.000 políticos con sueldo que se estima hay en España, no se tiene constancia de que alguno de ellos sea miembro de una logia, a excepción de un pequeño grupo, entre los que figura Oleaga, considerados de menor rango. Sin embargo, esta situación es diferente en países como Italia o el Reino Unido.
(Con información de El Cierre Digital)