Las claves de la nueva ejecutiva: El César Sánchez fusiona Moncloa y el PSOE, rodeado de su núcleo duro, para un mayor control

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Sánchez compone una dirección renovada pero manteniendo a su núcleo de confianza -Montero, Cerdán y Bolaños- para una legislatura mucho más complicada y, sobre todo, para continuar con su golpe de estado institucional.

Sánchez quiere el máximo control y unidad de acción entre Gobierno y partido ante el próximo ciclo electoral de gallegas, vascas, europeas y previsiblemente catalanas.

Pedro Sánchez ya ha dado a conocer la composición de la nueva dirección, aunque, formalmente, será aprobada este domingo por el comité federal, el máximo órgano del PSOE entre congresos. Con el nuevo equipo, Sánchez emprende este comienzo de la XV Legislatura y termina de reajustar todos los nodos de poder. Primero, el rediseño del Gobierno, y ahora, el retoque de la comisión ejecutiva federal.

Las claves de la nueva dirección del PSOE, de 44 miembros (además de los vocales natos), dos más que la que fue elegida en 2021, son las siguientes:

Ahora, en la cúpula que aprobará el comité federal este domingo, Sánchez mantiene su círculo de poder intacto: Montero como vicesecretaria general, Cerdán en Organización. Con roles distintos y sin competir entre ellos. El dirigente navarro es, a todos los efectos, el jefe absoluto de Ferraz, reforzado tras la investidura, al haber conseguido cerrar el acuerdo más difícil de todos: la alianza con Junts y, singularmente, con Carles Puigdemont. Y ella es la supernúmero dos, en el Gobierno y en el partido. Además, el tridente de poder se completa con Bolaños, superministro de Presidencia y Justicia y también miembro de la dirección: a su cartera de Reforma Constitucional y Nuevos Derechos añade ahora Justicia. En la presidencia testimonial del partido, sin cambios tampoco: la exministra Cristina Narbona, en el cargo desde el 39º Congreso, de junio de 2017 que es un «cero a la izquierda» a la hora de poder ejecutivo

Estas 3 personas – Montero, Cerdán y Bolaños– son en las que recae todo el poder. Son la guardia pretoriana del César Sánchez. Todos tienen muchas ambiciones personales siendo Bolaños – se habla de su pertenencia a la masonería- pero todos tienen claro que tienen que ser fieles, al menos de momento, a su César. La verdadera batalla entre ellos se daría si Sánchez tuviera que usar su plan B, esto es, irse a un cargo al exterior.

b) Los nuevos rostros en el segundo peldaño.

Son socialistas, la mayoría jóvenes con experiencia de partido, de perfil medio. No son personas que vayan a ser conflictivas ni van a poner en duda ninguna de las directrices de Sánchez y su núcleo duro. Van a llevar el día a día del partido.

Hace ya mucho tiempo que Sánchez ha demostrado que la tradicional política del partido de respeto a las cuotas territoriales pasó a la historia. Y se explica por su control total del PSOE desde las primarias de 2017 que ganó a Susana Díaz y sobre todo desde su llegada a la Moncloa en junio de 2018. Las elecciones del 23-J, que le permitieron continuar en el poder contra pronóstico, ganando un millón de votos más, le han reforzado internamente. Por eso configura equipos más pensando en las aptitudes de fidelidad hacia su persona de los elegidos que en su procedencia geográfica. Quiere fieles a su persona sin interferencias de otras personas que no controla.

La cara cotidiana del PSOE será, a partir de ahora, la diputada por Burgos Esther Peña. Ella, también secretaria provincial del partido desde 2015, será la portavoz de la cúpula, en sustitución de Pilar Alegría. Es la segunda vez que Sánchez confía en ella. Entre 2018 y 2019, Peña fue portavoz del comité electoral. Es una mujer de la total confianza del líder socialista en Castilla y León, Luis Tudanca, una dirigente sobria y confiable para el presidente, que sabe que sus mensajes no chirriarán ni meterán en un aprieto ni al partido ni al Ejecutivo.

A cargo de Acción Electoral seguirá el vallisoletano Javier Izquierdo, que añade Formación a sus funciones, área que le entrega la andaluza María Márquez. El parlamentario por Jaén Juanfran Serrano, mano derecha de Cerdán, asciende: de ser solo un vocal adjunto a la Secretaría de Organización pasa a ser el secretario adjunto de Organización. Un cambio sutil de denominación que significan más galones para el diputado.

La entrada de la secretaria de Organización de Extremadura, Marisol Mateos, también supone cambios. Ella es la mujer de confianza del expresidente regional Guillermo Fernández Vara. Mateos asume en la nueva dirección de Sánchez la cartera de Política Municipal y Reto Demográfico, siempre muy relevante por el carácter municipalista del PSOE.

El sevillano Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, también vicepresidente primero del Congreso,  recibe el área de Institucional  y de Grandes Ciudades.

Es muy importante, el regreso a la dirección otro dirigente sevillano, Paco Salazar, para asumir Investigación y Análisis, para seguir escrutando encuestas y datos electorales. Salazar era el número dos de Iván Redondo en la Moncloa. Cayó con él en 2021, salió de la dirección del partido y hasta la remodelación de la cúpula socialista de julio de 2022 presidió el Hipódromo de la Zarzuela. Después, Salazar retornó a Moncloa. Y ha revalidado con el nuevo Gobierno, como secretario general de Planificación Política del Gabinete. Y este domingo volverá oficialmente a la cúpula socialista.

La lista completa de la nueva ejecutiva

(El Independiente)

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