El porvenir del Viejo Mundo | Óscar Vara

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 «El porvenir del Viejo Mundo» es un ensayo que tiene como objetivo ofrecer un conciso análisis de la posición europea y española en este momento de incertidumbre internacional.

El autor es Oscar Vara, profesor en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid. El punto de vista del análisis es la geopolítica, la geoestrategia y será de interés para los lectores. Con un estilo claro, didáctico, el lector podrá comprender cuáles son los retos, las oportunidades y las necesidades que tiene la Unión Europea para convertirse de nuevo en un poder geopolítico mundial, comparable al de los Estados Unidos y China, y ante todo y competitivo.

Como es obvio, esta investigación no puede hacerse sin tener en cuenta la conmoción que ha supuesto la invasión rusa de Ucrania, y lo que supone para la configuración del mundo geopolítico del futuro, por lo que este conflicto y sus ramificaciones en el estado del orden mundial, en especial la reacción y coacción de los estados europeos, son analizadas debidamente.

Haciendo referencia al título, se desglosan las imperfecciones de la Unión Europea en un marco internacional, mostrando claros fallos en su metodología política y diplomática y cuestionando los cimientos en los que está construida. Uno de los temas es el que denomina el “efecto Bruselas”: «es diplomacia suave, ciertamente, pero salta a la vista que es demasiado suave». Se describe como una forma nueva de imperialismo, a pesar de las ventajas que supone también para los consumidores de los países que aceptan las regulaciones europeas. La misma valoración suscitaba la influencia cultural de Estados Unidos en el mundo, que se amplificaría gracias a la globalización, por lo que se describía por algunos autores como una forma novedosa de imperialismo. Afirma que el peligro que se suele esgrimir de pérdida de identidad nacional y valores tradicionales conservadores es un argumento especialmente grato para el presidente Vladímir Putin. De hecho, lo ha esgrimido ya en varias ocasiones, pero también es compartido por los movimientos conservadores y ultranacionalistas en Europa y Estados Unidos, lo cual no es en absoluto  insólito, e incluso ha adquirido cierta fuerza y predicamento en las redes sociales, principalmente entre aquellos sectores que son escépticos y críticos con la globalización y el multiculturalismo.

La parte dedicada a España es el capítulo 14 y lleva por título «Geopolítica de España». Indica que el flujo constante de migración irregular es difícil que dé respuesta a los problemas económicos que genera el envejecimiento de las poblaciones. Primero, porque los países como España tienen que comenzar a plantearse qué esfuerzo económico y educativo tienen que realizar para mejorar la capacitación de los inmigrantes. Segundo, porque a pesar del enorme potencial demográfico que tiene África, es difícil alcanzar los niveles poblacionales que se necesitan solo con la migración. En cuanto a Gibraltar, indica que es muy difícil que acabe provocando un enfrentamiento serio entre los dos países, pero que el conflicto por las ciudades de Ceuta y Melilla sí podría desembocar en un enfrentamiento armado con Marruecos si no se gestiona convenientemente desde el punto de vista diplomático. «La estabilidad y el futuro de Marruecos son, en una medida importante, también los españoles. Las motivaciones de sus políticas internas y, sobre todo externas, deberían ocupar un espacio mayor en el análisis público, porque la opinión pública española comparte un puñado de lugares comunes de gran simplismo sobre el país magrebí.»
En cuanto a la oportunidad con América, señala que aún faltan por ratificarse dos importantes acuerdos, el Mercosur con Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que lleva ya desde 2019 en barbecho, y el acuerdo entre la Unión Europea y México, paralizado desde 2020. Afirma que estos acuerdos romperían la tentación de fragmentación comercial en el mundo y beneficiarían económicamente a ambas partes. Los desmontajes arancelarios permitirían la venta de los productos no manufacturados y, aquí está el desafío, de los productos manufacturados de América Latina en Europa con una ventaja comparativa y, al mismo tiempo, Europa encontraría una vía de sortear las restricciones de materias primas que ha producido la ruptura comercial con Rusia.
Como es de esperar, China es objeto de un interesante análisis (capítulo 6). La iniciativa de conectarse por tierra y mar con el mundo (Belt and Road Initiative), de hacer que todos los caminos lleguen a Pekín, se ha constituido en un mecanismo de creación de nuevas reglas para la globalización. La guerra comercial o el veto a las empresas tecnológicas chinas ya forman parte de un inevitable cambio de rumbo de Estados Unidos respecto a China: lo que antes se reconocía a regañadientes, que China era más un adversario que un colaborador, está en la cabeza de todos los estadounidenses. También hay un espacio para mostrar la realidad y las posibilidades de Alemania (cap. 12) y Francia (13).
Termina con un «¿Hacia dónde vamos?» y su tesis es que la oportunidad de hacer real las virtudes del modelo geopolítico liberal ha dependido de la defensa de un conjunto de valores muy similar, aceptado y reconocido por los ciudadanos, e implementado por los gobernantes. Los movimientos políticos que tratan de transformar estos valores para convertir en operativos otros distintos —tendentes a destruir las libertades de democracia liberal, el derecho de propiedad y de la libertad económica, así como la destrucción, en todo o en parte, del estado del bienestar— llevarían a la ruptura de la armonía interna de la Unión Europea. Y, entonces, el realismo geopolítico se apoderaría de la acción de los gobiernos que la conforman y haría fracasar las posibilidades de cooperación entre los países.
En definitiva, mediante este análisis, el autor ha conseguido ofrecernos una obra de aguda introspección que debate sobre los caminos por los que la geopolítica europea podría adentrarse tras el principio de esta turbulenta década. Está dividida en cinco partes y cuenta con dieciocho capítulos. Por ser una obra con una constante referencia geográfica, se echa en falta una serie de mapas. El contenido va acompañado por un amplio anexo de notas bien referenciado y una bibliografía.
(Gabriel Cortina)

Ficha técnica:

El porvenir del Viejo Mundo
Óscar Vara
Editorial Ariel
285 páginas

@oscarvara 

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