El PP, de cara a su electorado defiende una cosa, pero por la espalda hacen lo contrario.
Esteban González Pons (PP) señaló que «sin Huawei no hay 5G posible en Europa».
La hipocresía del PP con China y Huawei: doble discurso y contradicciones
La hipocresía del PP con China y Huawei se ha convertido en un tema central dentro del debate político español. Por una parte, el Partido Popular exige a Pedro Sánchez que rescinda el contrato de 12,3 millones de euros adjudicado a la empresa china Huawei para gestionar y almacenar escuchas telefónicas judiciales, pero, sin embargo, el propio PP mantiene desde 2013 un acuerdo de entendimiento y cooperación con el Partido Comunista de China.
Este doble discurso refleja una vez más la incoherencia de una formación que dice defender unos principios de cara a sus votantes, mientras en la práctica actúa en dirección opuesta.
El contrato del Gobierno con Huawei y la crítica del PP
El Partido Popular criticó con dureza que el Ejecutivo socialista entregara datos sensibles a Huawei. Desde Génova afirmaron: «La decisión del Gobierno de entregar a Huawei datos sensibles ha escalado hasta convertirse en un problema diplomático y de seguridad de primer nivel con nuestros socios y aliados».
El argumento central del PP era lógico y se basaba en la preocupación por la seguridad nacional y la desconfianza hacia una empresa ligada directamente al régimen comunista de Pekín. Esta postura buscaba erosionar a Sánchez en un terreno sensible como es la soberanía digital y el control de las telecomunicaciones.
Sin embargo, la hipocresía del PP quedó al descubierto al recordarse que en 2013 firmaron un acuerdo oficial con el Partido Comunista de China, lo que demuestra que no dudaron en acercarse a la dictadura comunista asiática cuando les convenía políticamente.
El pacto del PP con el Partido Comunista de China
El origen de esta incoherencia se remonta a abril de 2013, cuando la entonces secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, firmó en Suzhou un memorando de entendimiento y cooperación con el PCCh. Lo hizo junto a Wang Jiarui, vicepresidente de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino y ministro del Departamento Internacional del PCCh.
En ese acto estuvo presente también Esteban González Pons, actual vicepresidente del Parlamento Europeo y vicesecretario general del PP, quien rubricó un acuerdo que abría la puerta a una colaboración estrecha entre ambas formaciones políticas.
El texto recogía expresamente que ambas organizaciones acordaban, «en base a los principios de independencia y autonomía, igualdad total, respeto mutuo y no intervención en los asuntos internos del país, llevar a cabo intercambios de forma activa con vistas a incrementar su conocimiento recíproco, ensanchar puntos en común, reforzar la confianza mutua, afianzar la relación de amistad, promover la cooperación y garantizar un desarrollo estable y a largo plazo de las relaciones chino-españolas».
Ese documento demuestra que, mientras hoy critican a Sánchez por sus vínculos con Huawei, el propio PP se arrodilló ante el régimen comunista chino en busca de relaciones políticas y económicas.
González Pons y la defensa pública de Huawei
El caso se vuelve aún más escandaloso cuando recordamos que el propio Esteban González Pons defendió públicamente la entrada de Huawei en la red 5G europea. En un artículo publicado en 2020 bajo el título La revancha de la historia: ¿es Europa una colonia digital?, Pons afirmó: «En ningún caso es aceptable la presión que está ejerciendo EEUU contra la UE para que vetemos, como ha hecho Trump, la participación de Huawei en el desarrollo de las infraestructuras de 5G (…). Hoy por hoy, sin Huawei no hay 5G posible en Europa».
Este respaldo explícito a Huawei choca frontalmente con las críticas actuales del PP a Sánchez, reforzando la idea de la hipocresía del PP y evidenciando cómo la formación conservadora adapta su discurso según la coyuntura política y electoral.
La incoherencia política como estrategia
La hipocresía del PP es solo una muestra de una forma de hacer política basada en la incoherencia y la demagogia. Mientras atacan a Sánchez por entregar datos sensibles a Huawei, ellos mismos buscaron cooperación con la dictadura china.
El problema no se limita a un contrato puntual ni a una declaración aislada. Responde a una estrategia calculada: fingir que defienden la seguridad nacional y los intereses de España, cuando en realidad actúan de acuerdo con intereses globalistas y de sumisión a poderes extranjeros.
Este comportamiento coloca al PP en el mismo plano que el PSOE, dos caras de una misma moneda que sirven a intereses ajenos a la soberanía española.
Las consecuencias para España y para Europa
El debate sobre Huawei no se reduce a un problema tecnológico. La presencia de esta empresa en las infraestructuras críticas supone un riesgo para la soberanía digital y para la independencia de Europa frente al comunismo chino.
Si tanto PSOE como PP han abierto la puerta a Huawei, el peligro se multiplica. El ciudadano español queda expuesto a que sus comunicaciones, datos judiciales y hasta su privacidad terminen bajo el control de Pekín.
La hipocresía del PP impide además construir una alternativa seria al socialismo. ¿Cómo confiar en un partido que dice defender la libertad y la seguridad nacional mientras firma pactos con el Partido Comunista de China?
Una reflexión final sobre la soberanía
La hipocresía del PP con Huawei evidencia la gran mentira de la política española actual y del sistema partitocrático. No se trata de un simple error de comunicación ni de un malentendido: es el resultado de una clase política sometida a los designios del globalismo y dispuesta a traicionar los intereses de España.
La hipocresía del PP es un ejemplo claro de cómo el bipartidismo ha traicionado a España. El PP critica a Sánchez, pero mantiene lazos con el Partido Comunista de China y defendió públicamente a Huawei. No existe diferencia de fondo entre PP y PSOE cuando ambos actúan como correas de transmisión del globalismo.
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Negociar es sano