La dictadura de la OMS

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dictadura OMS

El Parlamento Europeo se dispone a transferir estrategias y sobre todo datos a la OMS que es una organización que actúa y funciona como una empresa privada. Hablamos de entregar los datos sanitarios de los ciudadanos europeos

Se acaba de celebrar en Alemania un congreso jurídico organizado por la Liga Internacional de Abogados por la Libertad con presencia de abogados de 10 países, para, entre diferentes temas, alertar de las repercusiones jurídicas y sociales del tratado de pandemias de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Hay que recordar que los dirigentes de OMS pretenden aprobar e imponer en mayo de 2024 modificaciones en el nuevo tratado sobre pandemias. La OMS exigen que sus medidas sean de obligado cumplimiento a nivel mundial: cierres e imposiciones, medidas de cuarentena, vacunación obligatoria, tarjetas de vacunación digitales, restricciones de viaje prohibiciones de reunión; además de la normalización supranacional de las medidas de censura de las opiniones disidentes.
Llama la atención que los que sustentan económicamente los presupuestos de la OMS, son entidades privadas como la Fundación Bill Gates, uno de los mayores inversores mundiales en la industria farmacéutica.

La Comisión Europea pactó el pasado mes de diciembre con la OMS transferir la infraestructura técnica del ‘pasaporte covid’. El Parlamento Europeo votó en su momento que este documento digital fuera de carácter temporal y ahora resulta que va a ser permanente. El Parlamento Europeo se dispone a transferir estrategias y sobre todo datos a una organización que actúa y funciona como una empresa privada. Hablamos de entregar los datos sanitarios de los ciudadanos europeos, del máximo nivel de confidencialidad, a un ente supranacional como es la OMS. La OMS ha señalado de forma entusiasta que es «una asociación histórica» en el campo de la sanidad digital; aunque se actúe en contra de la decisión del Parlamento Europeo, y se avance en el propósito de restringir libertades.

Las grandes farmacéuticas y la OMS

Yuval Noah Harari, principal asesor de Klaus Schwab y destacado portavoz de la agenda 2030 destaca continuamente: «Covid es fundamental porque esto es lo que convence a las personas de aceptar la vigilancia biométrica total». Dudosa sensación de seguridad, a cambio de enormes recortes de libertad y autonomía. La historia, los resultados y las más frías estadísticas demuestran que la OMS está más preocupada por potenciar los beneficios de las grandes farmacéuticas que por la salud de la población.

Son datos tan contrastados, como públicos: Pfizer logró 35.000 millones, BioNTech 20.000, Moderna 20.000 millones y Sinovac 15.000. Sólo el gobierno USA, en los primeros meses del 2020, destinó 5.800 millones de dólares de fondos públicos para el desarrollo de vacunas y medicamentos contra el covid. El Gobierno de Estados Unidos fue el mayor financiador de estas multinacionales y entregó 5.000 millones a las principales farmacéuticas (salvo Pfizer) con el nombre de Operation Warp Speed (OWS).

Comisión Europea y la destrucción del campo y la ganadería

Dentro de sus últimas alocadas decisiones en sintonía con la agenda 2030, es la aprobación de la Ley de Restauración de la Naturaleza; según la cual, se desmontarán superficies agrícolas y ganaderas hasta un 40% de su actual extensión, para complacer a los ideólogos ecoglobalistas del catecismo climático. Sustituir carnes y vegetales, por insectos y escarabajos, al mismo tiempo que aumentamos nuestra dependencia energética y la inflación, es más que preocupante.

Todos estos obsesos del fanatismo ideológico ecológico y la globalitarios de la agenda 2030le han declarado la guerra al campo en nombre de una ideología obsesionada por la ingeniería social. Aplican la censura, estigmatizan al «disidente» e imponen la ideología climática como dogma de creencia obligada, bajo pena de ostracismo e inmediata cancelación. El cambio climático es la mayor estafa de todos los tiempos aspirando al poder total mediante el control de la producción de energía y alimentos.

Comisión Europea y los guetos de los 15 minutos

La Comisión Europea quiere imponer el control poblacional a través de las ciudades de 15 minutos (hay que llamarles guetos), los programas de reconocimiento facial y todo tipo de pasaportes y certificados para restringir derechos y controlar obligaciones. El pasaporte covid jamás tuvo nada que ver con la medicina sino con la creación de un precedente de identidad digital, idea distópica que desde hace años acaricia el Foro Económico Mundial. Se trata de un instrumento de crédito social para el control de la población. Así, a los ciudadanos que no obedezcan se les dificultará llevar una vida normal (cajeros, supermercados, restaurantes, viajes, etc.). La dictadura comunista china tiene todos esos resortes más que ensayados y los globalistas pretenden que sigamos el maravilloso ejemplo de una sociedad sin derechos.

(Con información de Luis Nanton Díaz/Canarias 7)

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