La crítica de los sondeos electorales: Reflexiones y desafíos | Albert Mesa Rey

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A modo de introducción, diré que me reconozco ser un amante de la Estadística. Descubrí esa parte de las Matemáticas, que es pieza indispensable y fundamental de toda investigación sea científica o sociológica en 1º de Medicina en la Universidad Autónoma de Barcelona. La asignatura se llamaba Bioestadística, me enamoré de ella y obtuve la calificación final de matrícula de honor. Con posterioridad, he seguido con aprovechamiento el curso «Estadística para Investigadores» online en la Universidad de Salamanca.

La recogida de datos y en algunas ocasiones, su análisis e interpretación han sido parte de mi labor profesional hasta mi jubilación, por lo que sin acudir a la falsa modestia, me autootorgo cierta «auctoritas» en lo que voy a exponer.

Es por eso que viendo los resultados que periódicamente nos ofrece el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en manos del ínclito Félix Tezanos al servicio de quien todos sabemos se me hace insoportable y de vergüenza ajena. Ese individuo hace buena la frase de Mark Twain, uno de los escritores más famosos del siglo XIX que escribió una famosa frase sobre las estadísticas: «Mentiras, malditas mentiras y estadísticas».

Los sondeos electorales han sido una herramienta crucial en la política contemporánea, ofreciendo a la sociedad una visión anticipada de los resultados de las elecciones. Sin embargo, a pesar de su omnipresencia y aparente objetividad, los sondeos electorales han enfrentado críticas sustanciales a lo largo de los años, poniendo en tela de juicio su confiabilidad y capacidad para reflejar con precisión la realidad política. En este artículo, expondré mi opinión y las críticas fundamentales dirigidas a los sondeos electorales, trataré de analizar sus desafíos inherentes y reflexionar sobre lo que deberían ser posibles mejoras para fortalecer su validez y utilidad.

Error de muestreo y representatividad: Una crítica común a los sondeos electorales se centra en el error de muestreo y la falta de representatividad de las muestras seleccionadas. Los encuestadores utilizan técnicas estadísticas para extrapolar resultados basados en una muestra de la población, pero si esta muestra no es verdaderamente representativa, los resultados pueden desviarse significativamente de la realidad. Factores como la exclusión de grupos demográficos específicos o la dificultad para contactar a ciertos segmentos de la población pueden contribuir a este problema.

Cambios en la intención de voto: Otra crítica recurrente se relaciona con la volatilidad de la intención de voto. Los ciudadanos pueden cambiar sus preferencias políticas en respuesta a eventos de última hora, debates, escándalos u otros acontecimientos relevantes. Los sondeos, que se realizan en un momento específico, pueden no capturar con precisión estos cambios dinámicos, especialmente si se llevan a cabo demasiado lejos de la fecha de la elección.

Sesgos y manipulación: Los sesgos inherentes a la formulación de preguntas, el diseño de la muestra y la interpretación de los resultados son una preocupación constante. Los encuestadores deben ser conscientes de cómo la formulación de preguntas puede influir en las respuestas y cómo la elección de ciertos grupos demográficos puede introducir sesgos. Además, existe la preocupación de que algunos sondeos puedan ser manipulados o sesgados intencionalmente para influir en la percepción pública.

Desafíos tecnológicos: Con la evolución de la tecnología, los sondeos tradicionales basados en llamadas telefónicas pueden no ser tan efectivos. La creciente tendencia de las personas a no responder llamadas desconocidas y la prevalencia de teléfonos móviles han complicado la tarea de obtener muestras representativas. La transición a métodos en línea también plantea desafíos en términos de la representatividad de la muestra y la seguridad de los datos.

El Efecto Bandwagon y la manipulación psicológica: La teoría del «efecto Bandwagon» sugiere que las personas tienden a unirse a la corriente dominante para sentirse parte de la mayoría. Los sondeos que muestran a un candidato liderando pueden influir en la percepción pública y afectar la intención de voto, creando una dinámica donde los ciudadanos eligen al candidato percibido como ganador, independientemente de sus preferencias políticas reales.

Falta de transparencia y acceso a datos: La falta de transparencia en la metodología utilizada por algunos encuestadores ha sido objeto de críticas. La opacidad en la recopilación y análisis de datos puede socavar la confianza pública en los sondeos electorales. La accesibilidad limitada a la información detallada sobre la muestra, las preguntas y los métodos dificulta la evaluación independiente de la calidad de un sondeo.

El descrédito del CIS en los sondeos en España

El CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) en España ha sido objeto de críticas y desconfianza en varias ocasiones en relación con la realización de sondeos. A continuación, anunciaré algunas de las razones que en mi opinión han contribuido al descrédito del CIS en los sondeos electorales en España.

Acusaciones de sesgo político: Una de las críticas más frecuentes al CIS ha sido la percepción de sesgo político en sus sondeos. Algunos sectores de la sociedad española han expresado la opinión de que las encuestas realizadas por el CIS favorecen a cierto partido o interpretan los resultados de manera que benefician a determinadas agendas políticas de políticos que todos sabemos.

Cambios metodológicos y falta de transparencia: En varias ocasiones, el CIS ha introducido cambios en su metodología de sondeo, lo que ha llevado a cierta confusión y escepticismo. La falta de transparencia en torno a estos cambios y la explicación insuficiente de las razones detrás de las modificaciones metodológicas han contribuido a la desconfianza en los resultados.

Fallos en la predicción de resultados electorales: El CIS ha experimentado fallos en la predicción de resultados electorales en algunos casos. Cuando las encuestas no se alinean adecuadamente con los resultados reales de las elecciones, puede generar dudas sobre la precisión y la validez de los métodos utilizados por el CIS.

Percepción de influencia política externa: En ocasiones, se ha argumentado que el CIS podría estar sujeto a la influencia política externa, especialmente cuando hay cambios en la administración gubernamental. La percepción de que el CIS pueda ser utilizado como una herramienta política para favorecer al partido en el poder en un momento determinado contribuye al escepticismo.

Desconexión con el sentir popular: Algunos críticos sostienen que el CIS ha mostrado una desconexión con el sentir popular en ciertos momentos. La incapacidad para captar cambios significativos en la opinión pública o anticipar movimientos políticos relevantes ha generado cuestionamientos sobre la efectividad de sus métodos.

Comparaciones con otros sondeos: En algunos casos, los resultados del CIS han diferido considerablemente de otros sondeos realizados por diferentes instituciones. Estas discrepancias han llevado a debates sobre la confiabilidad de los métodos del CIS en comparación con otros organismos encuestadores.

Reflexiones sobre mejoras potenciales:

Para abordar estas críticas, los encuestadores y analistas electorales podrían considerar varias mejoras potenciales en la metodología de sondeo:

Muestreo más representativo: Es fundamental mejorar la representatividad de las muestras, utilizando métodos que aborden de manera efectiva la diversidad demográfica y social. La inclusión de métodos de muestreo más sofisticados, como el muestreo por conglomerados, y la utilización de datos de registros electorales pueden contribuir a una mayor precisión.

Técnicas avanzadas de modelado de datos: El uso de técnicas estadísticas más avanzadas, como modelos de regresión y aprendizaje automático, puede ayudar a capturar de manera más efectiva la complejidad de las intenciones de voto y a prever cambios a lo largo del tiempo. Estas técnicas también pueden ser útiles para abordar los sesgos y mejorar la precisión de las predicciones.

Evaluación continua y adaptación: Los encuestadores deben adoptar un enfoque continuo, evaluando y ajustando sus métodos según sea necesario. La adaptación a las tendencias tecnológicas y cambios en el comportamiento del votante es esencial para mantener la relevancia y la precisión de los sondeos.

Mayor transparencia y accesibilidad de datos: La transparencia en la metodología y la divulgación completa de los detalles del sondeo son esenciales. Proporcionar acceso público a los datos brutos, la metodología y los análisis estadísticos facilita la evaluación independiente y construye la confianza en los resultados.

Educación del electorado: Una mayor educación del electorado sobre la naturaleza y limitaciones de los sondeos puede ayudar a mitigar el efecto Bandwagon y la influencia psicológica. Los ciudadanos informados pueden comprender mejor la volatilidad inherente de la intención de voto y ser menos propensos a seguir tendencias superficiales.

Conclusión:

Los sondeos electorales desempeñan un papel crucial en la anticipación y comprensión de los resultados electorales, pero enfrentan desafíos sustanciales. La crítica constructiva y la búsqueda constante de mejoras en la metodología son esenciales para fortalecer la confianza pública en los sondeos y garantizar que sigan siendo herramientas valiosas en la toma de decisiones políticas. En última instancia, la combinación de avances técnicos, transparencia y una comprensión más profunda de la psicología del votante puede allanar el camino hacia sondeos electorales más ajustados a la realidad social y creíbles.

El descredito del CIS en los sondeos en España es un desafío multifacético que requiere una atención seria y acciones concretas. La reconstrucción de la confianza en el CIS es fundamental para mantener la integridad de las encuestas y asegurar que la sociedad española pueda confiar en la información proporcionada por esta institución crucial en la vida política del país. La implementación efectiva de medidas de mejora podría allanar el camino hacia una renovada confianza en los sondeos realizados por el CIS.

Quizás esta deleznable manipulación de la información esté en el Goebbeliano (del célebre propagandista nazi Joseph Goebbels) «Principio de la Verosimilitud«, en el que la información parcial y la manipulación era sustentar toda información en una base de fuentes «fidedignas» o «argumentables«, como es en nuestro caso el CIS. Opino que el uso de la TVE y los medios de comunicación subvencionados también participarían de esa digamos, «táctica gubernamental»

Gracias una vez más por leerme.

Albert Mesa Rey es de formación Diplomado en Enfermería y Diplomado Executive por C1b3rwall Academy en 2022 y en 2023. Soldado Enfermero de 1ª (rvh) del Grupo de Regulares de Ceuta Nº 54, Colaborador de la Red Nacional de Radio Emergencia (REMER) y Clinical Research Associate (jubilado). Escritor y divulgador. 

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