Cargas policiales, botes de humo y vigilancia por helicóptero tras otra noche de protestas contra el PSOE por la amnistía
La presión de la calle no cesa contra la amnistía pactada por el PSOE de Pedro Sánchez con los independentistas golpistas y los proetarras de Bildu. Pese a los fuertes despliegues policiales ordenada por Marlaska noche tras noche, y que anticipan las cargas represivas que finalmente se registran, miles de personas se concentran ante la sede central de los socialistas, en la madrileña calle de Ferraz.
Y es que el pueblo español ha dicho basta. Ha perdido el miedo a salir a la calle. «El primer día pasé un poco de miedo antes las cargas policiales. Hoy ya no. Me he dado cuenta que hay que estar al frente. No podemos quedarnos en casa» señala Gonzalo R., una persona de 65 años que junto a su mujer y otro matrimonio amigo van todos los días a Ferraz. «Hemos corrido, nos han gaseado, nos han tirado pelotas de goma y han estado a punto de darnos con las porras» prosigue Gonzalo «pero no podemos permitir que un gobierno represor impida las manifestaciones pacíficas». «Sánchez quiere romper España y llevarnos a una dictadura cubana/venezolana y no lo podemos consentir. Hay que luchar».
«¡Pedro Sánchez a prisión!» y «¡No es un presidente, es un delincuente!»
«¡Pedro Sánchez a prisión!» y «¡No es un presidente, es un delincuente!» son algunas de las consignas gritadas por los manifestantes.
Ya van diez días de movilizaciones ciudadanas. Y no va a parar. La escena se repite en la calle Ferraz cada día al caer la tarde: un gran dispositivo policial desplegado por el Ministerio del Interior para mantener a los manifestantes lo más lejos posible de la sede del PSOE, y una marea de ciudadanos que se han congregado nada más caer la tarde para sumarse a esta nueva movilización ciudadana.
Entre los gritos lanzados no ha faltado el ya clásico «¡Sánchez traidor!». También el lema «¡España no se vende, España se defiende!», junto a proclamas a favor de la unidad de la nación, vivas a España y a la Guardia Civil. Esto último después de que cinco asociaciones profesionales de la Benemérita se unieran este sábado en un manifiesto conjunto para plantar cara a las advertencias lanzadas por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, contra agentes que han recordado que están obligados a defender la Constitución.
Los agentes, que lanzaron botes de humo y pelotas de goma, arremetieron contra manifestantes mientras el despliegue policial era reforzado desde el aire por un helicóptero. La importancia del helicóptero es fundamental en la represión al tomar imágenes de las manifestaciones en tiempo real y transmitírsela a la mesa de operaciones. Desde allí se imparten las directrices a los policías para ordenarles el momento y dureza de la carga. Así mismo, la mesa de operaciones redistribuye a los agentes para perseguir a los manifestantes cuando salen corriendo por las calles adyacentes. «Nos han perseguido a través de las calles contiguas a pesar de que éramos 4 o 5 personas de nuestras edades. Hemos tenido que refugiarnos en portales de las casas» señala de nuevo este señor de la tercera edad. Marlaska está usando la represión policial para intentar abortar la libertad de expresión. «Sientes una gran impotencia cuando ves un policía con la porra levantada en actitud amenazante a 30 centímetro de la cara de tu esposa. ¿A dónde hemos llegado?» continúa Gonzalo.
La policía usando hasta fusiles con pelotas de goma en las cargas de Ferraz
La policía escondida en las calles adyacentes para sorprender a los manifestantes cuando pasen por ahí corriendo tras la carga policial
Sentada de jóvenes
El sábado se produjo un hecho novedoso cuando un nutrido grupo de manifestantes que portaban banderas de España se sentaron ante una unidad de antidisturbios que aguardaban de pie frente a ellos como muestra de resistencia pacífica ante el dispositivo desplegado por Marlaska. No lo habían visto nunca de la gente de «derechas».
Triunfo de la movilización permanente
Los estrategas del sanchismo confiaban en que el paso de los días desinflara la contestación popular a un pacto que, como ha advertido la Judicatura en pleno, pone en jaque al Estado de derecho al suspender su eficacia a los independentistas golpistas condenados o con causas pendientes por la comisión de actos ilegales para forzar la secesión. Lejos de bajar la presión, ésta aumenta para Pedro Sánchez y un PSOE en el que, de momento, su líder mantiene prietas las filas en defensa de sus maniobras.
El PSOE, cada vez más aislado
Además, las manifestaciones con cientos de miles de persona de este domingo por la mañana corroboran que el pueblo español ha perdido el miedo a salir a la calle.
Conforme aumenta esa presión en la calle, crece también el aislamiento social de Sánchez: a las persistentes movilizaciones ciudadanas se añade la contestación sin precedentes que está teniendo lugar desde la Judicatura en bloque, organizaciones profesionales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, un significativo sector de la Fiscalía, asociaciones de altos funcionarios y múltiples miembros de la Abogacía. Todos coinciden en que lo pactado por Sánchez con Puigdemont no tiene encaje constitucional y socava los cimientos del Estado de derecho en el que se cimienta la democracia. Sánchez, por su parte, persiste en su estrategia y opta por hablar de nuevo del «franquismo» para censurar a quienes se manifiesten contra él –de palabra o en la calle–.
La movilización permanente está dando resultados. El pueblo ha dicho basta. Hay que continuar en la movilización creciente. Hay que echar a Pedro Sánchez. No podemos permitir que la policía de Marlaska impida que personas como Gonzalo y su mujer no puedan manifestarse pacíficamente.
Y por eso, Adelante España está todos los días en las manifestaciones de Ferraz para contarte lo que ocurre allí. Y para denunciar la represión de Marlaska que impide las protestas pacíficas.
1 comentario en «La calle aguanta la represión de Marlaska en Ferraz al grito de «¡Sánchez es un delincuente!»»
Estos Obispos traicionan primero a la Iglesia, y a Cristo . su Dios no es Cristo . Su Dios es la delincuencia y sus prebendas.