Juegos malabares con los votos | José Ignacio Echegaray

Después de 40 años el independentismo no ha alcanzado la mayoría que sí había obtenido en las urnas en anteriores ocasiones. Es preciso aclarar que esos resultados pasados no ponían de manifiesto que la mayoría social en Cataluña fuera independentista porque hay que tener en cuenta los grandes índices de abstención que siempre ha habido en las elecciones catalanas.

En esta ocasión, casi la mitad de los catalanes no han acudido a las urnas, lo que denota un hartazgo muy significativo de los votantes con los políticos. Esto debería hacerles reflexionar, pero no seamos inocentes, el concepto de servidor público que debería presidir todas las actuaciones de los políticos, hace tiempo que ha dejado de estar presente en ellos, especialmente en los de ideología marxista.

Esa ausencia de vocación de servir a los españoles es lo que hace que poco o nada les importemos porque sólo atienden a los intereses de sus partidos y a los suyos personales.

Con un mínimo análisis de lo que está ocurriendo en Cataluña después de las elecciones del domingo, queda patente que los votantes, una vez que han depositado su voto, ya no tienen ningún interés para ellos. Es más, cometen todo tipo de fraudes con sus votos.

Los que han votado al PSC no son independentistas. Si los socialistas tuvieran un mínimo de pudor, jamás acordarían nada con los independentistas. Pues lo que está encima de la mesa es la posibilidad de formar gobierno entre el PSC y JUNTS. Es más, se habla de la posibilidad de que sea presidente el prófugo de la justicia española.

Si este pacto llega a realizarse, es un fraude en toda regla a los incautos que han depositado su confianza en Illa. Si yo fuera ellos, no volvería a votarles jamás, pero, lamentablemente, volverán a votarle, así es el electorado, o parte de él.

Un ataque directo a la democracia son las declaraciones del prófugo reclamando la presidencia del gobierno catalán. Entonces… ¿para qué sirven las elecciones? ¿Para que el que no ha ganado sea aupado a la presidencia? ¿Es eso lo que han votado los electores? Para eso que no se hagan elecciones y que coloquen a quien quieran y donde quieran pero que no nos tomen el pelo despreciando los resultados electorales y, por tanto, insultando al electorado.

Además de jugar con nuestros votos, haciendo lo contrario de lo que hemos votado, luego entra en juego algo que tampoco hemos votado; me refiero a los pactos y las amenazas para forzarlos. En este caso, concretamente, el prófugo tiene acorralado a Sánchez (Dios los cría y ellos se juntan) bajo la amenaza de retirarle sus 7 votos en el Congreso si no accede a servirle en bandeja la presidencia catalana.

No solo juegan con los votos, sino que se prestan a los más indignos contubernios para defender única y exclusivamente sus intereses, lo que supone una enorme burla a los votantes y una gravísima afrenta a la democracia.

Si queremos una auténtica democracia, es imprescindible que existan normas y controles que impidan estos fraudes al electorado.

José Ignacio Echegaray | Colaborador de Enraizados