Querido lector, Israel grita de dolor, ¿no escuchas su clamor? De todos son conocidas las noticias, las pocas noticias que nos llegan de esas tierras, que, para los occidentales, parecen muy distantes. Están ahí, a miles de kilómetros, pero podemos sentir sus gritos de dolor. En esas tierras que fueron testigo del mayor acontecimiento que ha vivido la humanidad, lugar que Dios mismo eligió para hacerse presente en este mundo, Israel, Tierra Santa, tierra de bendición, siempre amenazada, siempre en tensión.
Gritos de miles de personas que, inocentes, han tenido que huir, sin nada, con miedo y terror, hacia cualquier lugar buscando un refugio, auxilio ante su desesperación. Huyen de una guerra perversa en la que se han visto involucrados, porque unos fanáticos, unos que están sentados en sus tronos, luchan lujuriosos por el poder y el control de unas tierras. Huyen como siglos atrás, lo hizo Jesús con sus padres, cuando, recién nacido, estaba amenazado a muerte por el rey Herodes. Un hombre cruel y egoísta que anteponía su ansia de poder y dominación por encima de la inocencia de esos niños a los que mandó asesinar[1]. Los gritos de dolor de sus padres aún resuenan y se recuerdan cada 28 de Diciembre. Su llanto desconsolado no fue indiferente al Dios Todopoderoso que todo lo ve, al igual que ahora, ante los gritos de terror que lanzan esas víctimas inocentes de unos monstruos que tendrán que rendir cuentas de ese poder terrenal que tienen y que no poseerían si no se le hubiese dado de lo alto[2].
Israel, sobre cuya tierra anduvo Jesucristo, ese que para los judíos y musulmanes es un profeta, pero para los cristianos es Nuestro Señor, el Salvador. Tierra bañada por ríos de sangre inocente, cuna de una encrucijada de civilizaciones y culturas, de religiones que se entremezclan. País sembrado por las huellas de invasiones devastadoras, nido de sucios intereses político y militares. Sí, Israel, Tierra Santa, es el reflejo, desde la antigüedad, del combate que hay en nuestro mundo entre el bien y el mal, entre las potencias que buscan imponer su voluntad, y aquellos que buscan hacer la voluntad de Dios.
Allí, en medio de ese infierno de misiles y sirenas, en medio de la miseria, el hambre y el caos, escuchando la llamada del grito de auxilio, tan sólo podemos encontrar a la Iglesia, presente siempre, voluntaria, firme, con valentía, en los momentos más difíciles del ser humano. Sosteniendo con su ayuda, con su fe y esperanza, a todos esos cristianos que siguen ahí, en esa tierra bendita, dispuestos a defenderla hasta su última gota de sangre.
La sangre de miles de inocentes se derrama, ¿no escuchas su clamor?… ellos, quedarán recompensados en el Cielo.
¿Qué hacer ante tanto sufrimiento y dolor?
La Iglesia nos anima a hacer ayuno, penitencia y oración por la paz en esa Tierra que vio nacer a Jesús, pero también escuchemos el grito de auxilio de esos voluntarios que están codo con codo socorriendo a estas víctimas de la crueldad humana. Tú también puedes aportar convirtiéndote en un peregrino virtual. La fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada nos necesita[3].
El 7 de Octubre celebramos la fiesta de Nª Sª del Rosario, cuyo origen se remonta a la gran Batalla de Lepanto un 7 de Octubre de 1571, en la que los cristianos salimos victoriosos gracias a la intervención de la Virgen María[4]. Ella es el auxilio de los cristianos, consoladora de los afligidos. ¿Casualidad que sea esa la fecha del comienzo de esta pesadilla bélica en el 7 de Octubre del 2023?
Un saludo y hasta muy pronto:
Alicia Beatriz Montes Ferrer | Casada, madre de 6 hijos, máster en Ciencias de la Familia, maestra de religión católica
[1] Mateo 2, 1-16
[2] Juan 19, 10-16
[3] https://www.ayudaalaiglesianecesitada.org/
[4] https://buscandorespuestasemet.com/el-milagro-de-na-sa-del-rosario/
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1 comentario en «Israel grita… ¿no escuchas su clamor? | Alicia Beatriz Montes Ferrer»
también oigo a los palestinos en los campos de refugiados desde hace décadas