El fentanilo y muertes por sobredosis: una amenaza creciente
Estados Unidos vive una auténtica epidemia que recuerda a la crisis de los opioides recetados de los años 90, pero ahora con un agravante: la potencia del fentanilo y la facilidad con la que circula.
El fentanilo y las muertes por sobredosis se han convertido en uno de los mayores problemas de salud pública en Estados Unidos. Este opioide sintético, barato y extremadamente potente, ya está implicado en el 70% de los fallecimientos relacionados con drogas en ese país.
El gobierno estadounidense enfrenta un desafío sin precedentes, y sus políticas muestran la falta de contundencia necesaria para frenar la expansión de esta droga.
Su peligro radica en que se mezcla con heroína, cocaína, metanfetamina o píldoras falsificadas sin que el consumidor lo sepa. Cada dosis es un salto al vacío, una apuesta contra la muerte.
¿Qué hace al fentanilo tan letal?
El fentanilo y muertes por sobredosis están íntimamente relacionados por tres razones claras:
- Potencia extrema: supera hasta 50 veces la potencia de la heroína y 100 veces la de la morfina.
- Precio reducido: permite a los traficantes aumentar beneficios adulterando drogas con esta sustancia.
- Consumo inadvertido: miles de personas creen que consumen cocaína o heroína, pero en realidad ingieren fentanilo.
Como explica Felix Richter de Statista, este opioide convierte cada consumo en “una ruleta rusa, siempre con el peligro de ingerir una dosis letal”.
El fentanilo y muertes por sobredosis: datos alarmantes de los CDC
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU han confirmado que 7 de cada 10 muertes por sobredosis en Estados Unidos tienen relación directa con el fentanilo.
Entre 2013 y 2023 se produjo un salto devastador:
- Las muertes por sobredosis de cocaína pasaron de 5.000 a casi 30.000, un aumento multiplicado por seis.
- Las muertes ligadas a metanfetamina y psicoestimulantes crecieron de 3.600 a 35.000 en diez años.
Este crecimiento no responde a un mayor consumo de estas drogas, sino a la introducción del fentanilo en el mercado ilícito.
El fentanilo y la cocaína: una mezcla mortal
El fentanilo y muertes por sobredosis están muy presentes en la cocaína. Hoy, el 76% de las muertes relacionadas con esta droga se deben a la presencia de fentanilo.
Esto significa que la mayoría de los consumidores de cocaína no mueren por sobredosis de esta droga en sí misma, sino por el añadido oculto del opioide. Una sola raya puede ser suficiente para provocar un paro respiratorio fulminante.
Fentanilo y metanfetamina: el riesgo desconocido
El caso de la metanfetamina muestra la misma tendencia. Según datos de los CDC, el 66% de las muertes ligadas a esta sustancia tienen fentanilo como factor determinante.
En apenas una década, el número de fallecimientos relacionados con estos psicoestimulantes pasó de unos miles a decenas de miles. La causa está clara: la combinación con fentanilo ha convertido un consumo ya arriesgado en un suicidio casi seguro.
El fentanilo y muertes por sobredosis: un enemigo invisible
Lo más peligroso del fentanilo y muertes por sobredosis es que se trata de un enemigo invisible. Muchas víctimas nunca supieron que lo estaban consumiendo.
Creyeron comprar pastillas de Oxycontin o Vicodin, pero en realidad adquirieron copias adulteradas con fentanilo. La consecuencia: miles de muertes accidentales que evidencian cómo el narcotráfico aprovecha esta sustancia para abaratar costes, sin importar las vidas humanas.
España debe aprender del ejemplo de EEUU
Aunque la tragedia del fentanilo y muertes por sobredosis golpea con fuerza a Estados Unidos, Europa y España no están inmunes.
Los primeros casos de incautaciones de esta droga en territorio español ya son una realidad. La experiencia norteamericana debe servirnos como advertencia: no se puede permitir que el fentanilo inunde nuestras calles.
España debe anticiparse. No podemos repetir el error de mirar hacia otro lado mientras esta sustancia arruina vidas y destruye comunidades enteras. La solución pasa por más control en las fronteras, leyes contundentes y una defensa clara de la vida frente al negocio de la muerte.