El PP, que hace semanas contemplaba una cómoda victoria en el plebiscito que había diseñado sobre Pedro Sánchez, termina ahora sumido en un estado de nerviosismo tras ganar por la mínima al PSOE.

El nuevo plebiscito planteado en primera persona por Feijóo contra el sanchismo ha vuelto a salirle completamente rana a los estrategas populares, como ya les ocurrió en las generales de hace un año, el 23 de julio pasado. Persistir en el error es peor que ningunearlo o no asumirlo.

Lo que en la dirección del PP se presentaba a priori como un triunfo incontestable que serviría para hacer temblar los cimientos de la Moncloa con Sánchez dentro de sus paredes ha pasado a ser un seísmo con epicentro en Génova 13, aunque finalmente esa diferencia de cuatro puntos aplazará, una vez más, el debate interno sobre el liderazgo del PP.

En definitiva, Feijóo ha ganado pero de manera pírrica. Ha sido por un escaso margen y que no podrá vender ni a la sociedad ni a sus barones como un plebiscito ganador.

2. Sánchez seguirá

El PP ha ganado, más que en las generales de julio y que en las Municipales y Autonómicas de mayo del 23, pero no lo suficiente para desbancar a Pedro Sánchez, pegado a su sillón con gran entusiasmo y dispuesto a conceder lo que sea a quien sea con tal de mantenerse.

Electoralmente hablando, y salvo que el tema judicial lo acelere, hay Sánchez para los próximos 3 años. Y Feijoo tendrá que esperar todo ese tiempo. El tiempo suficiente para que haya movimiento internos dentro del PP.

3. El PP deberá abandonar el discurso de fin de ciclo

Varios barones del PP afirman que el hecho de haber planteado las europeas como un plebiscito contra Sánchez es que, al ganarlo por la mínima, consolida al presidente socialista en el cargo y siembra dudas en el liderazgo del presidente del PP.

Y es que el desgaste del PSOE con el PP respecto a los resultados de hace un año en las generales del 23J apenas es de un punto y medio, por lo que el empuje de los populares para “derrocar el sanchismo” sigue necesitando un líder que el PP no posee a día de hoy ni mucho menos.

La mayoría de los dirigentes y líderes territoriales populares creen que la estrecha distancia con los socialistas no permite a Alberto Núñez Feijóo vender ahora un “fin de ciclo”, como venía haciendo en campaña, donde exigió a Sánchez la convocatoria de elecciones y hasta llegó a coquetear con una moción de censura.

4. El PP se desinfla: ha perdido 7 puntos en tres meses

En varios territorios del PP no pasan tampoco por alto que el partido ha perdido siete puntos en tres meses, según las encuestas publicadas entonces. El pasado marzo, la encuestadora GAD3 llegó a dar once puntos de diferencia al PP sobre el PSOE en las europeas. En abril, SigmaDos les otorgaba casi siete puntos de ventaja.

Y ahora, incluso a pesar de que todos los presidentes autonómicos y Feijóo se han volcado en buscar una movilización de la derecha contra el sanchismo, la conclusión en el partido es que el PP ha llegado desfondado al 9-J y con el PSOE pisándoles los talones, a una distancia que se ha reducido a cuatro puntos. Un par de semanas más y el PSOE habría ganado al PP

5. El PP no logra absorber a Vox. Además, emerge Alvise Pérez

Dirigentes territoriales del PP admiten en privado que el PSOE ha conseguido aguantar fuerte, en torno al 30% de los votos, “porque se está comiendo a los comunistas de Sumar – de hecho estas elecciones europeas ha provocado la dimisión de Yolanda Diaz– y a Podemos”, mientras en la derecha Feijóo no logra absorber a Vox. Y encima emerge un outsider como Alvise

Vox es la clave que desconcierta al PP, que no da con la tecla para atraer a su electorado: resistió en las elecciones vascas y catalanas y lo ha hecho en las europeas. “El cabreo con Pedro Sánchez por la amnistía y por el caso de Begoña Gómez hace que Vox mantenga su suelo”, afirman un barón regional.

Y encima le ha salido el analista Alvise Pérez que con 800.000 votos ha quitado, aunque en el PP se niegan a admitirlo, un buen puñado de votos del nicho electoral del PP.

Feijóo no solo no fagocita a Vox sino que «le crecen los enanos» y emerge otra opción como Alvise. Feijóo no ha podido lograr la unificación del voto de la derecha. Ciudadanos desapareció de las instituciones cediendo sus votos al PP;

Y es que esa postura ideológica claramente globalista en coalición con el PSOE le ha quitado muchos apoyos. Cuando un partido promueve en la práctica lo contrario de lo que dice, el electorado le deja de votar. Y eso es lo que está pasando al PP. Ya no le cree nadie. O, al revés, ya no engaña porque ya lo conoce todo el mundo.

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